¿Que la sociedad se lo demande? ¡Ja ja ja ja!

*Desde el Café .

/Bernardo Gutiérrez Parra/

Este miércoles el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, compareció ante la jueza Ángela Zamorano Herrera, para escuchar la respuesta de la togada a su petición de libertad anticipada por haber cumplido el 90 por ciento de su condena en prisión. Y la jueza escuchó a cinco testigos de Javier avalar que ha sido un chico bien portado durante el tiempo que lleva recluido.

Pero el fiscal Manuel Granados Quiroz tenía otros datos que señalan que Duarte incurrió en tres faltas. La primera en 2019 cuando se encontraron en su celda cuatro latas de alcohol (no especificó si era alcohol para untar o del bueno); un Blu-ray, un modem modificado y una cámara en un bolígrafo. En 2020 modificó con madera su baño y metió un colchón ortopédico a su celda, por lo que lo sancionaron con 15 días sin visitas. Y en 2021 alteró el orden en el área médica, aunque no recibió ninguna sanción.

Pero no hubo respuesta de la jueza que aplazó su veredicto para el próximo miércoles 19 y el exgobernador regresó a su celda. Pero de que sale la próxima semana o en abril cuando cumpla su condena eso que ni qué.

¿Y los miles de millones de pesos que se llevó?

Un abogado que sabe del caso me dijo: “El hecho de que el Auditor Superior de la Federación, Juan Manuel Portal, haya dicho que en el gobierno de Javier hubo un quebranto al erario por 60 mil millones de pesos, no quiere decir que Duarte se haya embolsado todo ese dinero. Varios de esos millones fueron metidos en la ‘licuadora’, es decir, fueron empleados para cubrir otras necesidades. Por ejemplo, el dinero que era para construir una carretera, se empleó para restaurar hospitales. Si bien es cierto que desvió ese dinero, no necesariamente se lo robó”.

Explicado así se entiende, pero el tipo no se fue liso. ¿Cuántos de esos millones se metieron a la licuadora y cuántos fueron a parar a sus bolsillos y a los de su pandilla?

“Eso será muy difícil de saber”, me dijo el litigante que volvió al ejemplo de la carretera y los hospitales. “Vamos a suponer que Duarte tenía etiquetados 900 millones de pesos para construir un tramo carretero, pero los tomó íntegros para rehabilitar dos hospitales en los que se invirtieron 600 millones de pesos. Eso es un desvío de recursos, pero el remanente de 300 millones que nadie sabe dónde fueron a parar, es un robo. Y de esos chanchullos se contaron por decenas en su sexenio”.

Reiteró que será una tarea titánica, en caso de que se llegue a realizar, separar los miles de millones que fueron desviados para hacer obras, de los cientos o miles de millones que terminaron en los bolsillos del exgobernador y su banda de asaltantes. “Porque de que robaron, vaya que robaron. Lo que quizá nunca se sepa es el monto del atraco”.

De acuerdo con el diario MILENIO, fueron más de 62 mil millones de pesos de fondos federales destinados a acciones de salud, educación, seguridad, obras, asistencia social y desastres naturales, los malversados durante la gestión de Javier Duarte. Por esos ilícitos la Auditoría Superior de la Federación presentó 71 denuncias ante la Fiscalía General de la República y… no pasó nada.

A pesar de que el monto supera casos de alto impacto como la Estafa Maestra y Segalmex y es considerado “el mayor caso de manejo irregular de recursos federales del que se tenga registro”, no hay hasta ahora ninguna sentencia contra alguno de los presuntos responsables y no se ha podido reparar el daño tanto a las finanzas publicas del país como del estado… ni se reparará.

¿Duarte está obligado a regresar íntegro el dinero que se birló? En teoría sí, porque así lo estipula el Código Penal Federal y la Ley General de Responsabilidades Administrativas.

Pero en la práctica, el tipo saldrá del Reclusorio Norte en seis días o en cinco meses, libre de toda culpa y a disfrutar el grueso del botín porque para eso era el jefe.

Como dice el periodista Filiberto Vargas en su columna de hoy. “Ningún otro delito que haya cometido Javier Duarte antes de su extradición (de Guatemala) podrá ser reactivado en su contra, por lo que gozará de libertad absoluta y quizá sólo quede pendiente -como lo afirmó Claudia Sheinbaum- el juicio de la sociedad”.

Sociedad que le importa pura corneta y puro camote al señor exgobernador.

[email protected]