Que lo inviten al primer partido del Mundial en el Azteca .

*Desde el Café

/ Bernardo Gutiérrez Parra /

Cuenta una leyenda urbana que siendo ya expresidente, Adolfo López Mateos fue a ver un partido de fut al estadio de CU y al ser reconocido por la afición y anunciado por el sonido local, se desgranó de la tribuna una ovación como jamás la escuchará otro expresidente de este país. Al menos en esta vida.

Ignoro qué tan cierta sea la historia, lo que sí está comprobado es que de Guadalupe Victoria para acá, López Mateos ha sido el presidente más carismático, popular y querido que hemos tenido y como expresidente fue igual de popular, querido y respetado. Con él en la presidencia, el PRI llegó a su cenit como partido y a partir de 1964 cuando dejó el cargo, comenzó su declive paulatino pero irrefrenable hasta convertirse en lo que es hoy.

¿Qué nivel de popularidad tenía Adolfo “El Joven” como expresidente en aquellos tiempos? Imposible saberlo porque no se hacían ese tipo de mediciones. Pero seguramente palidecería al saber que Andrés Manuel López Obrador goza de un envidiable 80 por ciento de aceptación como exmandatario.

La semana anterior la presidenta Claudia Sheinbaum dijo que en las encuestas que su gobierno manda a hacer, su antecesor sigue contando con mucho arrastre entre la raza de bronce a pesar de los pesares.

“Nosotros hacemos encuestas cada mes con un equipo, ¿saben cuánto trae de aprobación hoy la pregunta ‘cómo consideras que gobernó Andrés Manuel López Obrador bien o mal?’ El 80 por ciento dijo que bien. 80 por ciento de aceptación, con toda la campaña (negativa) de antes y toda la campaña (negativa) de ahora”, dijo con mucha alegría.

A ver… punto número uno; vergüenza debería darle a la señora que su antecesor, que se supone ya es un cero a la izquierda políticamente hablando y en efecto ha sido muy atacado, tenga más popularidad que ella que es la presidenta.

Dos; ¿qué casa encuestadora realizó la encuesta, a cuántas personas entrevistó, qué tipo de sujetos y sujetas fueron los encuestados, fue encuesta presencial o telefónica? Sabrá Dios, nada de eso se dijo en la conferencia.

Y tres; si a ella la están engañando y lo acepta sin chistar, no se vale que a su vez nos quiera ver la cara de sus bueyes con una bufonada tan inverosímil. Y menos que la suelte cuando el país no va bien.

Y es que contra lo que digan en Palacio Nacional, hay irritación social porque la economía está estancada y si llega a caminar en breve lo hará hacia atrás; porque se multiplican los casos de corrupción a secas y de narcocorrupción que involucran a miembros prominentes de su partido y porque la violencia sigue imparable.

Que un sujeto que dejó inconclusas sus obras insignia tenga el 80 por ciento de aceptación es simplemente una mentira.

Y no solo las dejó inconclusas sino que siguen sin jalar como Dios manda. Al AIFA hasta Estados Unidos lo reprobó; Dos Bocas está a años luz de refinar 340 mil barriles diarios; el Tren Maya ya sufrió su primer descarrilamiento y la Megafarmacia que desde su inauguración en diciembre del 2023 hasta julio de 2024 surtió 1, 155 recetas (seis diarias en promedio), terminó convertida en un bodegón abandonado.

Un sujeto que dejó al país con más violencia que nunca en su historia reciente; que lo metió al vergonzoso top ten mundial de muertes por Covid; que cometió el crimen de dejar sin medicinas a 50 millones de mexicanos entre ellos a miles de niños con cáncer, que dejó a su suerte a sus gobernados frente a los criminales y entregó a éstos la mitad del país, no puede tener tamaña cantidad de aprobación ciudadana.

Pero la señora presidenta dice que sí, que tiene el 80 por ciento. Y lo dice muy ufana.

Si Claudia sigue empeñada en decir sin ningún rubor ni fundamento que López Obrador es el mejor presidente de la historia, allá ella. Pero es una broma de humor negro y una burla incluso para los morenos, decirles que su antecesor goza de una popularidad que ya la hubiera querido Kaliman en sus buenos tiempos.

Sólo hay una forma de saber si la doctora dice la verdad o está haciendo de la mentira su modus operandi. Que invite a López Obrador al primer partido del Mundial en el Azteca y si éste acepta, ahí se verá qué tan acertadas son las encuestas que sobre el tabasqueño, manda a hacer mes con mes la señora presidenta.

 

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