Martha Anaya
A propósito del 8M, Martha Anaya reflexiona sobre un aspecto en particular ocurrido el día 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, durante la marcha que se realizó en la Ciudad de México.
“Una pequeña pancarta me llamó muchísimo la atención ayer en la marcha de las mujeres. En ese enorme y numerosísima marea morada que vimos a lo largo de todo el Paseo de la Reforma y hasta el Zócalo en la Ciudad de México se asomaba el pliego de una cartulina con un dibujo que recordaba a la Estatua de la Libertad”, cuenta Anaya.
“Un dibujo sencillito donde se veía a una mujer enarbolando en alto una antorcha pero rodeada de las enormes vallas metálicas que solemos ver en las marchas de la Ciudad de México cuando las autoridades esperan marchas conflictivas y con ello pues con esas cortinas de más de tres metros de alto con las que rodean glorietas, monumentos, que ponen frente a Palacio Nacional e incluso la Catedral Metropolitana”.
Sin embargo, la periodista destaca, además de la pancarta y el dibujo, lo que decía el cartel
“Que se nos proteja como a los monumentos, la frase me quedó retumbando, que se nos proteja como en los monumentos”.
Esto llamó más la atención de la analista por lo que, según dice, “vería también al poco rato frente a la Catedral con el famoso ‘bloque negro de mujeres’ que van con martillos, sopletes y de todo”.
Martha Anaya, periodista
De acuerdo con Anaya, lo que había detrás de esas vallas metálicas era “por lo que vemos, mujeres policías, en su gran mayoría, que contrarrestaban pues los ataques de aquellas mujeres que intentaban derribar las vallas”.
“Y, entonces yo pensaba una y otra vez en la frase ‘que se nos proteja como los monumentos’, y aquel bloque negro que arremetía precisamente contra esas vallas que protegían, en este caso, a la Catedral”, dice la experta.
“Símbolos paradójicos, irónicos de estas marchas que vemos en las que unos piden una cosa, otros arremeten contra ellas, pero ambos tienen sus razones de ser”, dice Martha Anaya, ya que en ellas asegura están “quienes piden que se les proteja como a los monumentos, con la policía a todo lo que da, con enormes vallas de hierro, simbólicamente con todo lo que eso significa, y quienes a la vez muestran su enojo y frustración, golpeando, derribando, azuzando distintas manifestaciones de las rabias de las mujeres que tenemos sí a la vista de todos”.