- Desde el Café .
/ Bernardo Gutiérrez Parra /
Cuando Claudia Tello Espinosa aceptó la titularidad de la Secretaría de Educación de Veracruz, quizá no se imaginó la cantidad de alacranes con los que se toparía en esa dependencia… o quizá sí y por eso aceptó la encomienda.
Esto lo comento porque el sábado anterior en el Estadio xalapeño “Heriberto Jara Corona”, maestros de la Sección 32 del SNTE, quienes se congregaron con motivo del 29° aniversario de la Reagrupación del Equipo Político y el VIII aniversario luctuoso del profesor Juan Nicolás Callejas Arroyo, aprovecharon para hacer lo que mejor saben: grillar.
En su discurso, el líder magisterial Daniel Covarrubias López criticó a la secretaria de Educación, Claudia Tello, pidiendo su salida de la dependencia, lo que generó que los asistentes en coro lo secundaran: ¡Fuera Tello, fuera Tello, fuera Tello!
Es obvio, a todas luces, que el sindicato mayoritario no ha logrado poner de rodillas ni a la SEV ni a su titular. Si recuerdas lector, a principios de este año, un grupo de sindicatos minoritarios (ocho para ser exactos) intentaron seguir con los privilegios heredados del pasado inmediato, cuando al frente de la dependencia estaba el ahora diputado federal Zenyazen Escobar García. Tomaron las instalaciones de la SEV para ver si doblaban a la maestra Tello y no lo lograron.
No tengo el gusto de conocer a la doctora Claudia Tello, pero desde esa ocasión en que dio un manotazo sobre la mesa, supe que tenía temple y carácter y que no permitiría que intereses particulares se interpusieran en el proyecto de elevar la calidad educativa de Veracruz que le encomendó su jefa, la gobernadora Rocío Nahle.
Y ahora, quienes se resisten son los integrantes de la Sección 32 del SNTE, un sector privilegiado del magisterio, comparsa por años de los gobiernos en turno (nomás hay que recordar cuando eran más priistas que el PRI), para obtener privilegios, para tener las mejores posiciones y para lucrar con el presupuesto destinado a la educación de los veracruzanos.
Los liderazgos y el gremio magisterial de la Sección 32 le han quedado a deber al estudiantado de la entidad. Según datos del INEGI, Veracruz es tercer lugar nacional en rezago educativo. ¿Qué hicieron los maestros del SNTE para evitar ese rezago? Lo de siempre: grillar, hacer politiquería y buscar alianzas con la 4T como lo hicieron con el PRI y el PAN. En fin, todo menos educar porque así son, esa es su naturaleza.
De acuerdo con el INEGI, entre 2022 y 2024 el rezago educativo se redujo en 25 entidades. En puntos porcentuales, dicho rezago disminuyó en Michoacán (3.2), Querétaro (3.1) e Hidalgo (2.0). Por su parte, seis entidades aumentaron su rezago educativo entre las que destacan Chiapas, que pasó del 31.1 al 34.0 por ciento; Oaxaca, del 29.1 al 30.5 por ciento y Veracruz, del 25.5 a 26.3.
Pero los maestros y maestras del SNTE quieren seguir en la fiesta y montados en su “inercia”, en la práctica común de lucrar con la política educativa, exigen la renuncia de la Secretaria Tello Espinosa sólo porque no cede a sus caprichos.
Y el mitin del sábado fue muy significativo sobre todo por la actitud retadora y si tantito me apuras lector, hasta grosera, de los miembros de la Sección 32 contra la gobernadora Nahle, que lo único que ha hecho es abrirles las puertas de su despacho.
Es evidente que las profesoras y profesores venidos de todo el estado, fueron manipulados y utilizados por sus líderes para simular un evento-homenaje donde se pidió la salida de la secretaria de Educación. Y es comprensible porque o están con los líderes o pierden la chamba.
Pero una vez más quedó en evidencia que a éstos no les interesa el proyecto educativo para Veracruz, sino que las autoridades cumplan sus caprichos. De ahí que azuzaran a sus agremiados a gritar: ¡Que se vaya Tello!, ¡Que se vaya Tello!
Y sí lector; que se vaya Tello y que siga el rezago educativo. Que se vaya Tello y que sigan los privilegios de un sindicato, que sigan las componendas, que siga la baja calidad educativa que el sindicato mayoritario no ha logrado levantar a pesar de presumir su grandeza.
Sí, que se vaya Tello y siga la venta de plazas, las negociaciones en lo oscurito para los cambios de adscripción, el control de las tiendas escolares y los privilegios de un grupo sindical.
Sí, que se vaya Tello y que Veracruz siga sumido en la ignorancia porque lo que importa es chantajear, grillar, hacer política muy barata, priorizar las marrullerías sindicales y no a un proyecto que eleve la calidad educativa de la entidad veracruzana.
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