Quehacer periodístico en época de contingencia sanitaria.

Necesariamente Incómoda

**Personas periodistas sin seguridad social y expuestas al contagio.
**ONU llama a combatir la pandemia de la desinformación.
**Muere Miguel Ángel García Tapia, reportero en Cuernavaca, Morelos.

Graciela Machuca Martínez*

Los factores de riesgo para quienes ejercemos el periodismo en México y el resto de Latinoamérica los hemos tenido identificados al menos durante las dos últimas décadas, pero a pesar de los cientos de asesinatos en la región, los Estados optan por medidas paliativas en lugar de fortalecer los sistemas de procuración y administración de justicia para erradicar la impunidad.
Sin embargo, durante la actual pandemia los riesgos profesionales de periodistas se han incrementado, no solo por el hecho de que la mayoría de colegas tienen que salir a la calle a buscar la noticia sin el equipo de protección y capacitación para su cuidado, sino porque hoy más que nunca sale a relucir que la seguridad social como trabajadores, solo lo tienen algunos, mientras que la gran mayoría vive en la indefensión.
Tenemos como ejemplos las dramáticas historias de Alejandro Cedillo, quien trabajaba para el periódico La Crónica de Hoy que se edita en la Ciudad de México o de Martha Caballero que laboraba para la oficina de Comunicación Social del Ayuntamiento de Solidaridad, en el estado de Quintana Roo. Este primero de mayo muere de COVID-19 Miguel Ángel García Tapia, quien laboraba como reportero para el Ayuntamiento de Cuernavaca, Morelos.
Pero, además, a diario, se conocen casos de trabajadores de medios de comunicación que se encuentran enfermos de COVID-19 o que optaron por renunciar a su trabajo para evitar contagiarse y poner en riesgo su salud, así como la de sus familias.
Sin tener información estadística disponible para México sobre las enfermedades que adquieren quienes se dedican al quehacer periodístico, por experiencia de lo que ha pasado en Quintana Roo y en otras entidades del país, sabemos que varios compañeros y compañeras han fallecido por alguna complicación de la diabetes, problemas cardiacos, hipertensión, entre otras causas.
Hay historias de colegas que los últimos días de su vida tienen que enfrentarse a la ceguera total como resultado de la diabetes o a problemas renales. Muchos tienen que vivir de la caridad pública porque al dejar de ser productivos no tienen acceso a la seguridad social que tanto ha pregonado el gobierno federal.
El estrés cotidiano, el estrés postraumático, las adicciones al alcohol, al cigarro, la mala alimentación, los hábitos del sueño, la sobrecarga de trabajo, conducen a que el sistema inmunológico se deteriore, por lo tanto, quienes tienen que ejercen el periodismo desde la calle o en las redacciones, deben contar con herramientas de trabajo para mejorar su salud y no solo tener acceso a equipo de protección como un cubrebocas o un frasco de gel antibacteriano, productos que en muchos de los casos lo tienen que comprar de su bolsa, porque los empleadores se olvidan que es una obligación del patrón proporcionar una protección integral a la persona trabajadora.
Quien trabaje en un medio de comunicación y durante la pandemia resulte infectado de COVID-19, por ley se considera como enfermedad laboral, bueno, para quienes tienen seguridad social y quien no, tendrán que arreglárselas por su cuenta.
Para el gobierno de México, a pesar que decretó que la actividad de los medios de comunicación es esencial durante la contingencia necesaria, no ha tomado ninguna acción para vigilar que los trabajadores de medios de comunicación cuenten con la protección integral para realizar su trabajo, al contrario, finge no escuchar ni ver, cuando está a la vista de toda la sociedad mexicana que el personal de TV Azteca, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, asesor y amigo del presidente de la república, así como proveedor privilegiado de la presente administración federal, tienen que salir a trabajar como si la pandemia no existiera.
La desacreditación del trabajo periodístico tanto de empleados como de empresas por parte del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, nos permite identificar que dentro de sus prioridades no están las libertades de opinión, expresión, prensa e información. Para él, la actividad periodística es aquella que alaba al presidente de la República en turno, pero no la que cuestiona, indaga y verifica.
Mientras en México los derechos de periodistas no es una prioridad, la Organización de las Naciones Unidas, a través de sus diversas agencias están generando líneas de trabajo para que de manera paralela al combate a la pandemia del coronavirus se combate la pandemia de la desinformación y para ello es vital la seguridad de quienes ejercen el periodismo.
Este 3 de mayo, se conmemora el Día Internacional de la Prensa, instaurado por la Asamblea General de la ONU y con motivo de esta fecha, su secretario general, António Guterres, hizo un llamado a todos los gobiernos sobre el papel crucial que tienen los medios de comunicación para ayudar a la gente a tomar decisiones informadas.
Para el representante máximo de la ONU, la prensa “nos brinda el antídoto: noticias y análisis verificados, científicos y basados en la realidad. Pero desde que comenzó la pandemia, muchos periodistas están siendo objeto de mayores restricciones y castigos tan solo por hacer su trabajo”.
Gutérrez recordó que a medida que se ha agravado la crisis del coronavirus, “tanto el responsable de las Naciones Unidas como la Organización Mundial de la Salud se han centrado en contrarrestar la infodemia, la pandemia de la desinformación del COVID-19”.
Represalias contra los medios de comunicación
Un comunicado advierte que un experto independiente en derechos humanos de la ONU informó que, desde el comienzo del brote de la enfermedad, ha recibido “testimonios alarmantes” de represalias contra periodistas, bajo el pretexto de difundir desinformación.
David Kaye, el relator especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión, ha documentado estas amenazas en su último informe al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que supervisa su mandato.
El experto consideró que, durante los últimos meses, los medios de comunicación independientes han sido “una palanca esencial para la información pública”, y que han descubierto historias de engaños gubernamentales, al tiempo que han ayudado a la gente de todo el mundo a comprender la naturaleza y el alcance de la pandemia.
Kaye manifestó que ha de terminar la criminalización del periodismo y que ello puede comenzar liberando a todos los periodistas detenidos con la máxima urgencia.
Dado que el tema del Día Mundial de la Libertad de Prensa de este año es “periodismo sin miedo ni favoritismo”, Kaye instó a todos los Estados “a garantizar que los trabajadores de los medios de comunicación puedan hacer su trabajo sin temor, teniendo en cuenta que el periodismo amplía el derecho del público a saber y el derecho del público a un gobierno responsable”.
En el documento denominado Periodismo, Libertad de Prensa y COVID-19, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), advierte que a medida que el nuevo coronavirus ha alcanzado a casi todos los países del planeta, “una circulación masiva de información falsa se ha extendido tan rápido como el propio virus. Estas mentiras han ayudado a allanar el camino de la infección y han contribuido a sembrar el caos en las sociedades que están respondiendo a la pandemia“.
Al reconocer este peligro, Gutérres, manifestó que “nuestro enemigo es también el creciente aumento de la desinformación”.
La Organización Mundial de la Salud ha identificado esta “desinfodemia” como una verdadera “segunda enfermedad” que acompaña a la pandemia del COVID-19, que es “una sobre abundancia de información, algunas veces precisa, otras no, que dificulta que las personas encuentren fuentes fidedignas y orientación confiable cuando la necesitan”.
El periodismo es clave para proporcionar información fidedigna en medio de esta amplia “infodemia”, para combatir los mitos y rumores. Sin la acción del periodismo, el contenido falso puede expandirse de manera desenfrenada. Consultar el documento en: https://en.unesco.org/sites/default/files/unesco_covid_brief_es.pdf
COVID-19 en Quintana Roo/03 de mayo 2020
Se notificaron 936 casos negativos, 80 en estudio, 911 positivos, 120 defunciones y 436 personas recuperadas.
Obituario COVID-19
El dirigente del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), Rogaciano Méndez González, dio a conocer que durante las primeras horas de este primero de mayo falleció por COVID-19 el reportero Miguel Ángel García Tapia, quien actualmente laboraba para el Ayuntamiento de Cuernavaca, Morelos.

Cierro esta entrega con un suspiro más, porque el cantautor Oscar Chávez, también murió por esta pandemia.
*Periodista en Quintana Roo. Consejera suplente del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaría de Gobernación.

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