*La RAI explicó que el empobrecimiento referido por la gobernadora es resultado de una estructura colonialista, racista y discriminatoria.
/Escrito por Paola Piña /
20.08.2025 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- La Red Nacional de Abogadas Indígenas (RAI), exigió disculpas públicas a Layda Sansores San Román, gobernadora de Campeche, a quien señalaron de emitir un discurso racista y clasista hacia las mujeres indígenas durante la inauguración de un Centro LIBRE en Calakmul.
Sansores, tras comenzar a plantear el panorama que enfrentan las mujeres indígenas dentro del territorio de Campeche, dijo: «Ser mujer, ser indígena y ser pobre es lo peor que te puede pasar en la vida». Estas declaraciones se dieron frente a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y la titular de la Secretaría de las Mujeres, Citlalli Hernández, quienes no manifestaron desaprobación ante tal aseveración.
En respuesta, dentro de la misiva, la RAI explicó que el empobrecimiento referido por la gobernadora es resultado de una estructura colonialista, racista y discriminatoria, en la que el Estado mexicano y su clase gobernante han dejado hasta al último a la población indígena.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020, se estima que de los 7 millones 364 mil 645 personas indígenas en México, el 51.4% son mujeres, de las cuales 9 de cada 10, quienes hablan una lengua indígena, viven en pobreza moderada, extrema o con carencias socioeconómicas, de acuerdo con el informe de Medición de Pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.
Sumado a ello, dentro de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (Enadis) 2022 se denunció un panorama alarmante de discriminación en contra de las mujeres indígenas. La encuesta arrojó que ellas se enfrentan a miradas incómodas (15.8%), insultos y burlas (14.8%), interrogación o detención sin motivo (1.2%), amenazas o empujones (5.8%), daño físico o vandalismo a sus propiedades (2%), agresión intencionada (4.4%), rechazo o exclusión (3.5%) y obligación de salir de la comunidad (0.8%).
El Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) explica que las mujeres de las comunidades originarias enfrentan una situación de discriminación estructural. Históricamente han sido relegadas en ámbitos como la salud, educación, justicia o empleo, debido a los estereotipos que las asocian con pobreza, falta de disposición y capacidad para trabajar. En consecuencia, se ha reforzado la exclusión en lo público y lo privado, además de múltiples obstáculos en el goce de sus derechos humanos.
Ante ello, la RAI reafirmó la importancia de las mujeres indígenas, quienes han tenido papeles vitales dentro de la sociedad mexicana como dirigentes políticas, gobernantas, parteras, curanderas, autoridades comunitarias, escritoras, poetas, artistas, grandes artesanas, activistas, luchadoras, cocineras tradicionales, jefas de hogar, cuidadoras, lideresas, entre muchas otras.
Sin embargo, este contexto fue ignorado por parte de la gobernadora, por lo que, aparte de las disculpas hacia las mujeres indígenas, solicitaron a la funcionaria comprometerse y tomar un curso sobre racismo, derechos de los pueblos indígenas, derechos de las mujeres indígenas desde una perspectiva intercultural y antirracista, género e interseccionalidad, así como de no revictimización.
Ser pobre es el resultado de la construcción de un Estado gobernado por un poder y pensamiento «blanqueado», «criollo», para el que «indígena» es sinónimo de «atraso» y «pobreza». Prejuicios vigentes en la actualidad; el discurso de Sansores no es casualidad, se señala en la misiva.
Finalmente, lamentaron que dicho discurso se diera en el marco de la inauguración de un «Centro Libre de Violencia», mismos que acusaron de no ser diseñados ni construidos para atender a las mujeres indígenas, ya que carecen de perspectivas intercultural y de género, por lo que exigen una revisión de la composición y metodologías de atención de estos Centros y de todas las acciones de atención a la violencia hacia las mujeres indígenas.
Discriminación pese a rol vital
La discriminación hacia las mujeres indígenas persiste pese a su vital importancia. La Comisión Nacional de Derechos Humanos señala el papel fundamental de ellas, pues han sido parte importante en las luchas de sus pueblos y son garantes de la cultura, además de desempeñar un rol esencial en sus familias y comunidades, tanto en el ámbito nacional como internacional.
Pese a su valor, la CNDH explica que la supresión política, social y económica de las mujeres indígenas contribuye a una situación constante de discriminación, que las vuelve particularmente susceptibles a diversos actos de violencia. Por ejemplo, enfrentan múltiples obstáculos a lo largo de su vida: reducidas oportunidades para acceder al mercado laboral, dificultad para tener acceso a servicios de salud y educación, tasas elevadas de analfabetismo, poca participación en procesos políticos, falta de acceso a alimentación y agua, así como violencia doméstica.
La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH 2021) reveló que al menos el 67.7% de las mujeres indígenas sufrió violencia de género a lo largo de su vida. Por ejemplo, el 50.4% sufrió violencia psicológica, el 36.7% violencia física, el 41.8% violencia sexual y el 28.4% violencia económica o patrimonial.
Asimismo, se detectaron las siguientes estadísticas de violencia: el 42.7% de las mujeres indígenas vivieron situaciones de violencia por parte de su actual o última pareja. El tipo más frecuente fue la psicológica (37.5%), le siguió la violencia económica o patrimonial (21.5%), física (20.2%) y sexual (8.1%). Otros tipos de violencia que enfrentaron fueron violencia escolar (25.6%), violencia laboral (16%) y violencia familiar (10.3%).
Asimismo, ellas se enfrentan a conflictos armados en los que son blanco de autoridades o personas del crimen organizado que buscan controlar un territorio o recursos, por lo que sus derechos humanos quedan vulnerados. Numerosos han sido los actos contra ellas, como violencia sexual, esclavitud, asesinatos y desapariciones.
Por otro lado, los proyectos de desarrollo e inversión también son responsables de la vulneración de sus derechos. La mercantilización de la tierra ocasiona que las mujeres indígenas, así como sus comunidades, tengan que enfrentar desplazamientos forzados, migración, contaminación del medio ambiente y afectaciones a la salud.
La discriminación de las mujeres indígenas y la vulneración de sus derechos humanos es consecuencia de omisiones por parte del Estado, que ha ignorado su importancia y permitido que se perpetúe la violencia. En el panorama actual que enfrentan las mujeres indígenas, las declaraciones de Sansores denotan la cruda realidad del país.