REDIM y CAM documentan trata y reclutamiento de menores en Veracruz.

 *Alertan de la Infancia en riesgo por el crimen organizado.

*Víctimas invisibilizadas: niñas, niños y adolescentes.

01.10.2025 México.- La Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM), en colaboración con el Centro de Estudios Sociales Antonio Montesinos (CAM) y con el respaldo de la Unión Europea, presentó el análisis de contexto “Infancia Cuenta en Veracruz”, un estudio que revela la magnitud, los riesgos y las dinámicas del reclutamiento forzado y la trata de niñas, niños y adolescentes en uno de los estados más estratégicos —y vulnerables— del país por la disputa .

El informe, resultado de trabajo territorial y revisión documental, advierte que Veracruz se ha convertido en un corredor clave para el tráfico de drogas, armas y personas, lo que ha intensificado la disputa entre al menos 15 grupos criminales que operan en la entidad. Esta pugna ha generado focos de violencia persistente en municipios como Minatitlán, Acayucan, Coatzacoalcos y Poza Rica, donde se documenta el reclutamiento forzado de adolescentes como parte de las dinámicas delictivas.

Entre 2015 y 2025, se registraron oficialmente 22 casos de menores víctimas de “utilización por agrupaciones delictivas” y 32 casos de trata de personas menores de 18 años en Veracruz. Las víctimas son empleadas en actividades como explotación sexual, trabajo forzado, halconeo, transporte de drogas, sicariato y mendicidad forzada. No obstante, REDIM y CAM advierten que estas cifras apenas representan una fracción del problema, debido a la ausencia de registros oficiales específicos sobre reclutamiento, lo que limita las posibilidades de prevención, atención y justicia.

El estudio subraya que los adolescentes varones suelen ser privados de la libertad tras ser obligados a participar en delitos graves, mientras que las niñas enfrentan un riesgo mayor de ser víctimas de trata con fines de explotación sexual. Esta diferenciación de roles dentro de las estructuras criminales responde a patrones de género profundamente arraigados y a la normalización de la violencia en contextos de exclusión.

Factores estructurales y culturales que perpetúan la violencia.

El análisis identifica una serie de factores que incrementan la vulnerabilidad de la infancia veracruzana: pobreza estructural, desigualdad, violencia familiar, falta de oportunidades educativas y negligencia institucional. A estos se suma la influencia de la “narco-cultura”, que romantiza la criminalidad y promueve modelos de masculinidad violenta, reforzando la captación de adolescentes por parte de grupos delictivos.

La ausencia de políticas públicas efectivas agrava el panorama. El informe denuncia el exceso de burocracia, la falta de un programa estatal específico, la escasa coordinación interinstitucional y la tendencia a criminalizar a las víctimas, lo que impide garantizar justicia y protección integral.

Llamado urgente a las autoridades: protocolos, prevención y participación infantil.

Ante este escenario, REDIM y CAM hacen un llamado urgente a las autoridades estatales y federales para implementar medidas concretas que atiendan la problemática desde una perspectiva de derechos humanos y justicia social. Entre las recomendaciones destacan:

– Establecer un protocolo especial para la detección y atención de víctimas de reclutamiento y trata.
– Fortalecer la prevención desde la escuela y la comunidad, con programas que aborden los factores estructurales y culturales que propician estas violencias.
– Capacitar a autoridades en la identificación de casos, evitando la revictimización y el enfoque punitivo.
– Crear un Programa Estatal específico para prevenir, sancionar y erradicar el reclutamiento forzado y la trata de menores.
– Garantizar la participación activa de niñas, niños y adolescentes en el diseño de políticas públicas que les afectan directamente.

Urgencia de una política integral

El informe “Infancia Cuenta en Veracruz” no sólo visibiliza una crisis local, sino que interpela al Estado mexicano en su conjunto. La instrumentalización de menores por parte del crimen organizado, la negligencia institucional y la falta de políticas públicas eficaces configuran un escenario que exige respuestas urgentes, articuladas y sostenidas.

REDIM y CAM insisten en que la protección de la infancia no puede ser una consigna vacía ni una promesa postergada. En territorios como Veracruz, donde la violencia se ha normalizado y la impunidad persiste, la defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes debe ser una prioridad ética, política y jurídica.