* Escrito por Arantza Díaz .
04.07.2024 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- En los últimos cuatro años, el Instituto Nacional Electoral (INE), recibió un total de 498 quejas y denuncias en materia de violencia política en razón de género (vprg), siendo la violencia sexual, simbólica, digital y psicológica las principales causas, según el último informe del instituto y es de resaltar que se presenta en todos los niveles, tanto así que también toca a la ministra presidenta Norma Piña, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
El medio Reforma reportó el pasado 2 de julio con la cabeza: «piden renuncia de Norma Piña» y un sumario contundente que se lee: «lanzan ofensiva afines a la 4T contra la titular del Poder Judicial», sin embargo, en el cuerpo de la nota se acota que se trató de una exigencia únicamente de la ministra Yasmín Esquivel y que no fue secundada por ningún par durante la sesión.
Más allá de los encontrones cotidianos en la Corte, la aseveración plural de que se «lanzaron» y «pidieron» su renuncia, no produjo más que la tergiversación en redes y fungió como catalizador para recrudecer el discurso violento en contra de la titular del Poder Judicial.
En nuestro país, 8 de cada 10 ataques de vprg, se realizan a través de los medios de difusión, siendo la medida cautelar más solicitada la eliminación de publicaciones, fotografías y videos. Asimismo, el INE dio a conocer que de los 916 probables responsables de vprg registrados en el instituto, el 24% corresponde a partidos políticos y medios de comunicación.
Dichos actos no anuncian ninguna novedad en la carrera de Norma Piña, pues la violencia política en razón de género ha sido una constante desde su nombramiento como ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura Federal el pasado 2 de enero del 2023.
En este sentido, y con la reciente información producida por el INE, es necesario recordar que el paso de la primera mujer presidenta de la SCJN / CJF en nuestro país, ha quedado marcada por la violencia simbólica, mediática y sistémica partiendo, incluso, de viva voz del mismo presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Violencia política en razón de género: una constante contra Norma Piña
A sólo 2 meses de subir al cargo, Norma Piña enfrentó los primeros juicios por parte del presidente, pues el primero de marzo, durante la mañanera, la responsabilizó por el mal actuar de los jueces a nivel estatal e hizo especial hincapié en Tamaulipas, tras la liberación de Francisco Javier Cabeza de Vaca.
Según señaló, el trabajo de su par, Arturo Zaldívar era mejor y aseguraba mayor seguridad a diferencia del desempeño mostrado por Norma Piña a quien, además, señaló de pertenecer a un régimen de corrupción y asegurar que el Poder Judicial se encontraba en decadencia.
«Ese poder que viene del antiguo régimen y está infectado, plagado de corrupción, es un poder judicial que se fue construyendo para proteger a corruptos y a las élites del poder económico y del poder político en nuestro país» (AMLO, 1 de marzo, 2023)
El poder mediático del que goza la mañanera del presidente es gigantesco, pues según Stream Charts, página especializada en recopilar información de los streamings (transmisiones) más populares, López Obrador fue el streamer más visto de Latinoamérica, alcanzando más de 4.56 millones de vistas en un mes, dejando muy atrás a otras personas dedicadas de lleno a la creación de contenido.
Con un alcance tan masivo, resulta imposible dimensionar cómo los discursos de violencia política en razón de género se convierten en eje central de las mañaneras, frases como «apenas llegó la nueva presidenta y se desata una ola de resoluciones a favor de presuntos delincuentes» o «ella está ahí por mí», no son más que una demostración de poder autoafirmativo que sentencia, desdeña y desconoce los méritos de Norma Piña.
Las descalificaciones públicas ejercidas por el presidente, son consideradas violencia de género, pues de acuerdo con la Secretaría de Gobernación estas prácticas corresponden a la idea de que es el hombre quien posee el monopolio de la razón y tiene el poder suficiente para inferiorizar desde el privilegio. En el caso de AMLO, se encuadra con dos: el político y por supuesto, el patriarcal.
La violencia se replica
La palabra mediática ejercida desde diferentes espacios de comunicación tiene por resultado que se normalice la violencia verbal y simbólica.
Prueba de esto último, se dio el año pasado cuando, días después de las declaraciones del presidente, una multitud se dio cita el 18 de marzo (10 días después del 8M) para conmemorar el 85 aniversario de la expropiación petrolera y paralelamente mostrar su apoyo al presidente.
En esta manifestación, se llevó una piñata de Norma Piña que fue golpeada con palos entre risas y aplausos para, finalmente, ser incendiada.
La respuesta que se dio aquel 18 de marzo por parte del presidente resultó burlesca, pues durante la mañanera, acotó que él también había sufrido ataques de este corte y que se debían ver como adversarios (con Norma Piña), pero no como enemigos.
Tras un bombardeo informativo que sale desde el Palacio Nacional y que se replica en los medios de comunicación / redes, hasta nuestros días, los discursos de odio no sirven más que para la perpetuación de la violencia contra la mujer y esto no se trata sólo de Norma Piña, sino de un fenómeno patriarcal que transgrede y coarta el derecho de las mujeres a participar activamente en la política libres de violencia.
No es que no se pueda criticar el desempeño de las mujeres en cargos políticos, sino que, de acuerdo con el Instituto Electoral, los actos u omisiones que tengan por resultado menoscabar, anular, agredir verbalmente, física, sexual o psicológicamente a las mujeres que ejercen su derecho político – electoral, son inadmisibles.
Asimismo, es necesario recordar que todas y todos, podemos violentar políticamente en razón de género, eso sí, se acota que la tasa de denuncias es el siguiente:
- 75% ejercidas por hombres
- 25% mujeres
*Quejas, denuncias y vistas en materia de violencia política hacia las mujeres en razón de género (VPRG), INE, 2 de junio, 2024
El tema de la violencia política en razón de género prevalece y en años recientes, se ha convertido en un discurso feminista que muestra músculo; las mujeres en espacios políticos y de opinión han iniciado una revolución que acuerpa a otras, crítica y erosiona el sistema patriarcal que, busca por toda fuente, transgredir y minusvalorar el trabajo, trayectoria, fuerza e incluso, el cuerpo, de las mujeres que resisten en los cargos políticos de nuestro país.
“Yo no deseo que las mujeres tengan poder sobre los hombres, sino sobre ellas mismas”. (Mary Wollstonecraft)