- DESDE A JANELA.
/ FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO /
Sin lugar a dudas el regreso de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América ha sido el tema dominante en toda la temporada otoño-invierno y lo seguirá siendo durante los próximos cuatro años.
Una consecuencia de lo anterior es que resulta demasiado obvio que en relación a su regreso se han construido demasiados mitos y también se han comprobado bastantes realidades.
Dentro de estas últimas tenemos que efectivamente el tipo es xenófobo, es extorsionador, es aislacionista y sobre todo es un megalómano de marca; en pocas palabras, es igualito al que tuvimos aquí (López Obrador) pero con poder e influencia mundiales.
Trump comenzó su segundo mandato disparando muchos cohetones (órdenes rimbombantes que han sido “puestas en pausa” por jueces e inaplicadas por gobernadores) y también muchos proyectiles verdaderamente macizos (todas aquellas que se empezaron a cumplir en punto de las 12 horas, tiempo de Washington D.C., como lo fue cancelar las citas de asilo a migrantes).
En lo que atañe a nuestro país, muchas de las órdenes que dio Trump al asumir el poder son abiertamente xenofóbicas, otras son medidas de presión sobre todo las económicas, y otras, hay que admitirlo, son realistas y necesarias.
Ejemplo de estas últimas es declarar a las organizaciones criminales como terroristas, ya que dice el dicho: “si nada como pato, camina como pato, vuela como pato, entonces es un pato”; pues igual, si andan encapuchados, incendian negocios, casa y vehículos, extorsionan, secuestran y en general siembran el terror en la población, son terroristas y en este caso, Donald Trump solo dice la verdad y actúa en consecuencia.
Ahora bien, que Trump declare terroristas a las mafias criminales mexicanas no quiere decir que vaya a resolver el flagelo, ya que como es por todos sabido se trata de una persona profundamente nacionalista que va a tratar de nulificar al crimen organizado mexicano, incluso eliminando a sus cabecillas y/o células en territorio mexicano, únicamente en lo que afecte a su país y ya que lo que pase en México, no le importa en lo más mínimo; eso le corresponde a nuestras autoridades, quienes deberían de aprovechar cualquier ayuda que reciban.
De hecho, el declarar como terroristas a las mafias mexicanas va a poner interesantes las cosas debido a que el gobierno mexicano ha actuado en complicidad de muchas de esas organizaciones terroristas en los últimos seis años y ahora tendrá que definir sin titubeos de qué lado se encuentra.
Por cuanto, a los asuntos económicos y migratorios, la situación puede poner contra las cuerdas al gobierno del segundo piso de la transformación que no fue ni tampoco será debido a que se va a demostrar lo que siempre se ha dicho, que el gobierno morenista es el mayor engaño que México ha sufrido.
Fíjense bien, dice la señora Sheinbaum que a partir de la llegada de Trump los migrantes que sean puestos en peligro de deportación van a poder apretar un botón de pánico y de inmediato se va a activar toda la red consular mexicana en E.U. para brindarles todo el apoyo jurídico que necesiten; lo malo es que, tanto ella como su nada ilustre predecesor, dejaron sin fondos al servicio exterior mexicano y despidieron a los diplomáticos de carrera para poner en su lugar a priístas que entregaron sus estados o a “izquierdistas” trasnochados; así que les deseo suerte a quienes opriman ese botón de pánico, ya que no es más que pura palabrería.
También ocurre lo mismo con el Instituto Nacional de Migración, del cual ni siquiera se sabe quién es su titular debido a que la doctorcita hizo un nombramiento en diciembre, pero todavía sigue ahí despachando el que nombró su titiritero; sí el mismo personaje que se encuentra procesado por el incendio de la estación migratoria en la que murieron varios venezolanos que fueron encerrados por las autoridades mexicanas.
Lo mismo ocurre con los apoyos que dicen que van a dar a través del INE para otorgar credenciales a quienes sean repatriados y así se puedan insertar en la vida laboral mexicana, si el INE lo que menos tiene es presupuesto; la verdad, no veo como pueda cumplir con esa encomienda y menos con la desastrosa elección judicial que tiene por delante.
Y hablando de elecciones judiciales, no tarda en haber problemas fuertes con el nuevo gobierno norteamericano por la chatarrización del Poder Judicial Federal; ¿Saben que debido a los fuertes recortes presupuestales que el gobierno le impuso, ahora están retrasando la emisión de resoluciones y diverso acto procesales por falta de insumos?
Si no hay certeza jurídica, no van a llegar nuevas inversiones y las que hay se van a ir.
En fin, llega Trump como un vendaval y México, a pesar de saberlo con anticipación, no está preparado para actuar con algo que no sea más que palabras y palabras; lo cual es el sello de la transformación que no fue ni tampoco será.
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