*Escrito por Wendy Rayón Garay.
26.05.2025 /Cimac Noticias.com/ Ciudad de México.- El pasado 22 de mayo, la secretaria de Justicia de Reino Unido, Shabana Mahmood, anunció como parte del informe sobre la crisis carcelaria, la posibilidad de ampliar una prueba piloto de castración química voluntaria a agresores sexuales en veinte centros penitenciarios del país con la finalidad de que sea una medida obligatoria en el futuro.
De acuerdo con Shabana Mahmood, Reino Unido enfrenta una crisis carcelaria en el que cada vez aumenta en número de personas privadas de su libertad, mientras que el estado se está quedando sin espacios para recluirlos. Por medio de un comunicado de prensa del Ministerio de Justicia se anunció que en los últimos 14 años solo se han aumentado 500 plazas adicionales en prisión y que la población carcelaria se duplicó en los últimos 30 años.
Por ello, el gobierno decidió invertir 4.700 millones de libras en la construcción de prisiones para abrir 14 mil plazas para el 2031. Esta medida será la mayor ampliación carcelaria desde la época victoriana; sin embargo, al extenderse la población carcelaria se prevé que las cárceles del país queden colapsadas en los próximos meses.
Sin embargo, una de las medidas anunciadas por Shabana Mahmood fue ampliar el uso de medicamentos que controlan la excitación sexual en los agresores sexuales para evitar la reincidencia en el delito; sin embargo, esta decisión sigue discutiéndose, ya que expertos y organizaciones están en contra de esta medida.
En 2022, Reino Unido llevó a cabo una prueba piloto de castración química en cárceles de la región sur del país centrada en el usos de medicamentos para reducir el libido de delincuentes sexuales. El programa se implementó inicialmente en la prisión de HMP Whatton, ubicada en Nottinghamshire y se extendió a otros centros penitenciarios como HMP Frankland.
La participación en el programa fue voluntaria y estaba dirigido a personas con altos niveles de excitación sexual que no respondieron a las terapias psicológicas convencionales. En los resultados mostraron una reducción en la reincidencia con tasas que bajaron del 40% al 5% en algunos estudios; sin embargo, nace una pregunta: ¿la castración química se traduce en justicia para las mujeres?
Castración química: origen y función
De acuerdo con el texto «Castración química: ¿Una herramienta de gestión del riesgo para la delincuencia sexual?», se trata de un procedimiento médico que consiste en la administración periódica de fármacos antiandrógenos para reducir los niveles de testosterona, así como el deseo y la actividad sexual en los agresores sexuales. A diferencia de la castración química, donde se extrae el órgano sexual, este método es reversible.
Los medicamentos más utilizados incluyen el acetato de medroxiprogesterona (MPA), el acetato de ciproterona (CPA) y análogos de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH), que actúan inhibiendo la producción de testosterona en los testículos o bloqueando sus efectos en el cerebro. Esto genera una reducción del impulso sexual hasta niveles similares a los de la etapa prepuberal, disminuye la agresividad sexual y limita la capacidad de mantener erecciones.
La castración química no se aplica de manera generalizada, ni obligatoria, sino de forma voluntaria y dirigida a perfiles concretos. La base de su uso es rehabilitadora y preventiva, no punitiva. Se espera que cuando se reduce en apetito sexual también lo hace la peligrosidad de los agresores sexuales. Algunos países han comenzado a aplicarlo.
Por ejemplo, Polonia fue el primer país europeo en legalizar su aplicación obligatoria en 2009, específicamente para delincuentes sexuales que agreden a menores de 15 años, lo mismo pasa en algunos estados de Estados Unidos. Otros países como Alemania, Francia y Dinamarca lo proporcionan de manera voluntaria.
La castración como una respuesta a la delincuencia sexual tiene raíces antiguas que se remontan a civilizaciones como Egipto, Grecia y Roma, donde se aplicaba como castigo por conductas sexuales inapropiadas. En el siglo XX, varios países usaron la castración quirúrgica obligatoria hasta que fue abandonada por considerarse «cruel, inhumana e irreversible» hasta que, a finales del siglo, surgió la castración química como una alternativa.
¿Realmente reduce la incidencia delictiva?
Algunas investigaciones como las realizadas por la Universidad de Texas o la Clínica Johsn Hopkins, reportaron tasas de reincidencia inferiores al 10% y en casos concretos, cercanas al 2% y 5% frente al 30% y 60% en casos donde agresores sexuales no fueron tratados químicamente. No obstante, aunque se podría pensar que es una medida eficaz de control de riesgo, los estudios tienen limitaciones metodológicas.
La mayoría no cuentan con grupos de control adecuados, ya que sus muestras son pequeñas o heterogéneas u no cumplen con criterios rigurosos de validez científica, según apunta el texto. Además, señala que para medir la reincidencia es necesario periodos de observación de 5 a 7 años, por lo que algunos expertos consideran que el tratamiento antidrógeno como una medida aún experimental.
Por otro lado, se debe considerar que no todos los delitos sexuales tienen una motivación sexual primaria, en muchos casos, las agresiones responden a dinámicas de poder, control, ira o violencia, especialmente cuando se comete contra una mujer. Reducir el impulso sexual no necesariamente disminuye el riesgo de reincidencia en estos perfiles, limitando severamente el alcance de la castración química. Además, hay un sesgo, ya que no todas las agresiones sexuales implican la penetración, puede llegar a usarse la introducción de objetos o tocamientos.
Otras medidas para combatir la violencia contra las mujeres
La secretaria de Justicia de Reino Unido, Shabana Mahmood, señaló que a menudo se habla de cómo castigar a los agresores en vez de entrar la atención en las mujeres que son víctimas de violencia, quienes son uno de los grupos con mayor riesgo por la crisis carcelaria. Por ello, apuntó que se tomarán las siguientes medidas:
- Aumentar el etiquetado de los perpetradores de violencia contra las mujeres y las niñas.
- Que se describa en las sentencias a los perpetradores de abuso doméstico para que las prisiones, la libertad condicional y la policía puedan identificar y manejar mejor el tema.
- Ampliar los Tribunales Especializados en Violencia Doméstica, reforzando el apoyo a las víctimas y garantizando que sus agresores sean debidamente
supervisados y rehabilitados. - Reforzar la transparencia para las víctimas en el momento de la sentencia y garantizar que reciban la información y el apoyo que necesitan para navegar por el sistema de justicia penal.