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20/02/2022/ Inglaterra.- La reina Isabel II ha dado positivo en covid-19 y está experimentando “síntomas leves parecidos a los de un resfriado”, según ha informado este domingo el Palacio de Buckingham. El contagio de la soberana se confirma días después de haber estado en contacto directo con su hijo Carlos, Príncipe de Gales, que al igual que su esposa Camila había dado positivo. En el breve comunicado difundido, fuentes de Palacio indican que la monarca de 95 años espera continuar con “tareas livianas” durante la próxima semana, “recibiendo atención médica”, siguiendo “todas las pautas apropiadas”. La reina se halla en la residencia de Windsor donde al parecer se habrían diagnosticados otros casos de Covid-19. En un tuit, el primer ministro Boris Johnson, le deseo un pronto restablecimiento. “Estoy seguro de hablar en nombre de todo el mundo al desear a Su Majestad La Reina una rápida recuperación de la Covid y un rápido retorno a una salud buena y vibrante”.
Secretismo y preocupación.
La salud de Isabel II se considera en Palacio un asunto privado de ahí la escasa información sobre tan delicado asunto. Se cree que la reina ha recibido tres vacunas de Covid, pero el 8 de febrero estuvo en un acto de investidura con su hijo Carlos, quien al día siguiente dio positivo. Desde mediados de octubre, después de pasar una noche en el hospital en Londres, para lo que se llamó entonces “estudios preliminares “, la soberana recibió el consejo de los médicos de descansar y reducir significativamente su agenda oficial, como así ha hecho. El servicio de Comunicación de Palacio trató de ocultar aquel ingreso hospitalario y cuando la prensa lo descubrió se negó a desvelar el tipo de exámenes clínicos realizados.
El estado de la reina es una preocupación constante desde hace semanas, dada su avanzada edad y la fragilidad que ella misma admitió esta semana cuando recibió a mandos militares en Windsor. “No me puedo mover”, declaró sonriente ante las cámaras, mientras se apoyaba en un bastón y señalaba su pierna y pie derecho. Los disgustos que está teniendo que encajar tampoco ayudan a mejorar las cosas. La confirmación del contagio viene a añadirse al nefasto periodo que atraviesa la monarquía británica, un goteo de escándalos que están dando al traste con el espíritu de celebración de los 70 años en el trono y los festejos previstos con motivo del Jubileo de Platino.
Esta misma semana el príncipe Andrés, acusado de agresiones sexuales a una menor, alcanzó un compromiso con la demandante, Virginia Giuffre, víctima de la red del pederasta Jeffry Epstein. El acuerdo por una cifra estimada de unos 14 millones de euros le evitará acudir a juicio en Estados Unidos. Una cantidad abonada, cuanto menos en parte, por la reina, dada la aparente falta de recursos del duque de York de 62 años.
Esta semana también la policía anunció la investigación de una fundación del príncipe Carlos sospechosa de corrupción. El heredero podría ser interrogado sobre la forma en que logró un título honorífico y la ciudadanía británica un billonario saudí, después de haber hecho importantes donaciones a la Fundación del Príncipe. En el centro de la investigación se halla el que fuera mano derecha del príncipe, Michael Fawcett, quien habría prometido mediar para asegurar distinción honofícia y nacionalidad a Mahfouz Marei Mubarak bin Mahfouz. Clarence House, la oficina del príncipe de Gales ha negado que esté tuviera noticia de tales alegaciones.
