Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
En la elección de hace tres años, el PRI de Veracruz cayó hasta el fondo, como nunca en su historia. No ganó una sola de las 20 diputaciones federales ni de las 30 diputaciones locales. Nunca le había sucedido. Por fin, había tocado fondo. El presidente del Comité Directivo Estatal era entonces el actual candidato a diputado federal por Xalapa Urbano, Américo Zúñiga Martínez. A él también lo arrastró el tsunami López Obrador. Fue una más de las miles de víctimas.
Lo que son las circunstancias de la política. El domingo, con el triunfo de uno de los candidatos a diputados federales o locales de su partido, con uno solo, el actual dirigente estatal, Marlon Ramírez Marín, se habrá cubierto de gloria. Con un solo triunfo podrá proclamar que al PRI le fue mejor que en 2018.
Dorheny nunca levantó
Creo que incluso antes de conocerse el resultado de las elecciones el próximo domingo, ya se tiene una idea muy clara de la fuerza política del gobernador Cuitláhuac García Jiménez: desde inicios de 2020 puso a caminar a su media hermana, Dorheny García Cayetano con la intención de hacerla presidenta municipal de Xalapa, pero nunca despegó y nunca levantó en las encuestas.
El 1 de enero de este año, esto es, el primer día de 2021 lo inició recorriendo colonias y dizque supervisando obras en la capital del Estado, acompañado de Dorheny y de su plan B por si su familiar fallaba, Rosalinda Galindo Silva, quien tampoco pudo escalar y el candidato Ricardo Ahued la bloqueó como candidata a síndica en su planilla. Con esa fuerza política llega el gobernador a las elecciones. Ni siquiera pudo ganar al interior de su partido y colocar a sus candidatas.
AMLO hará cambios, ¿y Cuitláhuac?
Mimético como es, respecto al presidente, ¿ahora qué hará Cuitláhuac, cuando el 3 de septiembre del año pasado declaró que ninguno de sus colaboradores se iría como candidato porque su compromiso adquirido era de seis años, esto es, los amarró y dio a entender que no hará cambios durante su sexenio?
Ayer, en su mañanera, López Obrador abrió la posibilidad de cambios en su gabinete. Fue muy preciso. Dijo que esperará que pasen las elecciones, que significan el fin de un periodo y el inicio de otro. Claro, AMLO es político viejo. Le hará bien abrir la ventana y que se airee su gabinete. Además, viejo zorro, reorganizará su equipo de cara al 2024. ¿Y en Veracruz? El gobernador va a seguir cargando con los mismos, aun si le va mal en las elecciones. Jodidos los veracruzanos, que van a seguir cargando con lo mismo.
Sergio Cadena, sorprende
Quien me sorprendió en este proceso electoral fue el dirigente estatal del PRD, Sergio Cadena Martínez.
El exalcalde de Catemaco y exdirector de Política Regional del Gobierno del Estado fue el único presidente de un partido que, en defensa de los alcaldes y de los candidatos de su organización política, hizo crítica abierta, dando la cara, a las arbitrariedades del gobierno.
Por lo mismo, fue el único al que recibió en sus oficinas la propia secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y el único al que recibió el secretario de Gobierno, Eric Cisneros, por orden (obligado) del gobernador Cuitláhuac García Jiménez. Y no se prestó a la farsa de ir a firmar el “acuerdo por la democracia”.
Con un detalle más, que, para mí, habla bien de Cadena: siendo mano como presidente de su partido, no se autopostuló para candidato a diputado local plurinominal ni se autocolocó en el número uno de la lista, con lo que, en automático, hubiera ganado una curul. No tomó el partido para sus fines personales y prefirió darle las posiciones a su militancia.
Así es como un dirigente se gana la credibilidad y el respeto de su militancia y la admiración de la opinión pública.
Votación record en 2018; ¿se superará?
En 2018, el padrón electoral de Veracruz era de 5 millones 784 mil 064 ciudadanos. En la votación para diputados federales sufragaron 3 millones 765 mil 057 veracruzanos, y para diputados locales, 3 millones 757 mil 664 ciudadanos. Un dato importante: el 53% eran mujeres.
Para este año, la lista nominal del Registro Federal de Electores lo integran 5 millones 911 mil 310 veracruzanos, de los cuales 2 millones 801 mil 618 son hombres y 3 millones 113 mil 692 son mujeres. Habrá que ver si el domingo se supera la cifra de votantes.
Para qué quieren poner su propia policía
En Sayula de Alemán, al sur del Estado, habitantes en su mayoría simpatizantes del PRD cerraron una bodega donde estaban descargando de un tráiler despensas que a su vez cargaban en una camioneta de la candidata de Morena, Lorena Sánchez Vargas. Lo que también llamó la atención fue que policías de la Gendarmería, de la Guardia Nacional y de la Fuerza Civil resguardaban el operativo. Para eso el gobierno del Estado ha desarmado y quitado policías municipales, como últimamente en Papantla y en Zongolica, y los ha sustituido por policías estatales y federales, para que permitan y vigilen estos actos violatorios de la ley electoral, a favor de Morena.
Grupos religiosos, ¿claves en la votación?
En muchos municipios del Estado, uno de ellos Xalapa, los grupos religiosos, de la Iglesia católica, pueden ser determinantes en el resultado de la votación el domingo próximo. Su fuerza se vio el domingo pasado cuando marcharon, por miles, para apoyar a los candidatos de la alianza Veracruz Va. ¿Por qué por ellos? Por su rechazo a los partidos que aprueban el aborto, Morena principalmente.
Los promotores, ¿o activistas?, religiosos no se ven, pero cuidado que se sienten. Son como hormiguitas. Andan de casa en casa, de colonia en colonia, transmiten mensaje por chat, orientando por quién votar y por quién no.
Prevéngase para mojar la garganta
Un detallazo. Si usted piensa celebrar a gritos el triunfo de su candidato o de su candidata, no puede tener la garganta seca. Tiene que apertrecharse bien, de ya, este viernes, porque habrá ley seca. Que conste que se lo recordé a tiempo. Charles Bukowski, escritor norteamericano nacido en Alemania, representante del llamado realismo sucio y considerado un “poeta maldito” por su excesivo alcoholismo, dejó una frase para la posteridad, como en estas fechas: “En defensa del alcohol, debo decir que he tomado peores decisiones estando sobrio”. Cómo la ve.
Bukowski me puso a pensar. ¡Chin!, me dije. En 2018 debía haberme tomado unos tragos antes de votar, así, ante la decepción y el desencanto que me han causado los actuales hubiera tenido con qué justificarme. Es que, como no estaba en mis cinco cabales, no supe lo que hice, me dijera ahora. Pero ya ni llorar es bueno. Mejor me preparo para ir a votar y corregir mi error.
Lector, esta es la última columna preelecciones. Hay que salir a votar. Con decisión. Con nuestro voto decidamos qué queremos para nuestros municipios, para el Estado y para el país. Si no votamos, después no nos estemos quejando o lamentando por la situación de la ciudad, del Estado y del país.
El lunes aquí nos encontraremos, seguro con un nuevo panorama político. El domingo por la noche, puede que retrase el envío de esta columna. Esperaré lo más que pueda para tener los datos más actualizados de los resultados. Será un domingo largo, histórico.