- Redacción Cimac Noticias.com
13.02.2023.- La noche del 12 de febrero, la cantante barbadense Rihanna regresó a los escenarios en el medio tiempo del Super Bowl. La presentación de la cantante de música pop fue muy diferente a la de otras artistas porque, al aparecer embarazada en el escenario, rompió con los estándares de hipersexualización femenina comunes en este tipo de eventos.
Desde que la actriz y cantante Diana Ross se presentó en el Super Bowl en 1996, muchas otras cantantes han desfilado por uno de los espectáculos con más audiencia a nivel internacional. Katy Perry, Madonna, Lady Gaga, Shakira y Jennifer Lopez son solo algunas de ellas.
Un elemento común en la mayoría de estas presentaciones es que sus montajes suelen responder a formas comunes de mercantilizar la imagen de las mujeres arriba del escenario. Vestidos cortos ceñidos al cuerpo, coreografías con bailes “sensuales” y salidas espectaculares, entre otras cosas, se encuentran en la lista de elementos que configuran estos eventos diseñados para el consumo masculino.
Sin embargo, la presentación de Rihanna este 12 de febrero rompió los paradigmas: la cantante dejó atrás los vestidos cortos para salir en un atuendo cómodo para su vientre de embarazada. De igual forma, en lugar de ejecutar una coreografía aparatosa, la artista de Barbados decidió centrarse en cantar, limitando su expresión corporal para no poner en riesgo su estado de salud.
Esto le valió algunos comentarios negativos del público e, incluso, de quienes estaban comentando la contienda deportiva. “¿Por qué no escogieron a alguien que no estaba embarazada?” fue la pregunta latente detrás de estas críticas. Así, la presencia de Rihanna incomodó a quienes esperaban un espectáculo habitual: con una mujer cuyo cuerpo respondiera a los estándares de belleza y actuación al mismo “nivel” que los de Super Bowl anteriores.
La presentación de Rihanna, un paso para normalizar la maternidad
Además de despegarse de los estándares estéticos de la espectacularización femenina, la presentación de Rihanna también sirvió para dar representatividad a las mujeres que deciden continuar con su vida laboral aún estando embarazadas.
Y es que la discriminación laboral relacionada con el embarazo continúa siendo un problema en diversas partes del mundo. En México, por ejemplo, a 4 de cada 100 mujeres les pidieron pruebas de embarazo como requisito para ser contratada o continuar laborando de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) 2021.
Este tipo de acciones discriminan a las mujeres al partir de la idea de que una embarazada no puede trabajar o no “rinde” de la misma forma que una mujer sin embarazos. La presentación de Rihanna deja ver lo contrario: aún en ese estado, las mujeres pueden llevar a cabo actividades laborales, las cuales -a final de cuentas- son sumamente importantes para la autonomía económica de las mujeres.
Así, con su presentación, Rihanna pone en duda los roles y estereotipos discriminatorios contra las embarazadas. Al mismo tiempo, da representación a los cuerpos que han desaparecido poco a poco de las pantallas en favor de la hipersexualización femenina.