“DEBO NO NIEGO; PAGO LO JUSTO”
Teresa Carbajal
Cada vez que pides un crédito entregas copia de tus identificaciones oficiales como parte del procedimiento de solicitud.
Sin embargo una vez concluido el trámite: recoges tus copias, las destruyes, las marcas o ¿cuál es tu forma de cerciorarte que no podrán volver a ser utilizadas para pedir un préstamo a tu nombre?
Si eres de los que restan importancia a recoger sus identificaciones, una consulta a tu buró no está de más para estar seguros que nadie robó tu identidad.
Así es, el robo de identidad tipificado en nuestra legislación penal en el artículo 283 bis como “suplantación de identidad”, está más vigente que nunca, y basta el menor descuido de nuestra parte para ser víctimas.
El pasado 30 de julio me reuní con Rafael Trillo Gracida, -antes Subdelegado- hoy titular de la Unidad de Atención a Usuarios de Condusef en Veracruz; con frecuencia la Condusef y el Barzón nos reunimos para abordar los problemas más frecuentes que padecen los usuarios de servicios financieros, intercambiamos experiencias, protocolos de actuación y mecanismos de solución.
De estas fructíferas charlas surgen ideas, propuestas y por supuesto acciones de prevención que desde nuestras respectivas trincheras diariamente aplicamos para beneficio de la ciudadanía.
En esta ocasión hablamos, entre otros, sobre el robo de identidad y la forma tan fácil que resulta para quienes cometen el ilicíto utilizar documentación ajena y sin autorización del titular para tramitar tarjetas de crédito, créditos automotrices e incluso ¡créditos hipotecarios!
La clave es el descuido de los usuarios que no protegen debidamente su identidad plasmada en documentos como Identificaciones oficiales, comprobantes de domicilio, estados de cuenta, entre otros.
Abonado por la no realización de un ejercicio tan sencillo (que ya debiéramos tener por costumbre) como lo es la consulta de nuestro Buró por lo menos una vez al año, para estar seguros que todo está en orden; pues es verdad muchos no se enteran hasta que les llegan los descuentos.
Así, una vez que se detecte que existe en nuestro Reporte un crédito que no solicitamos debemos inmediatamente reportarlo al banco para no tener que pagar lo ahí solicitado, y también a las autoridades competentes a través de la respectiva denuncia para evitar consecuencias legales.
De igual manera habrá que acudir a la Condusef para que por su conducto se cite a la institución financiera que tiene el cargo registrado, pues una vez que se compruebe que la persona fue víctima de este delito, la institución debe cancelar el crédito o los cargos no reconocidos de manera automática e incluso –de ser el caso- proceder al reembolso.
Aunque se dan casos en que las entidades no reconocen que hubo robo de identidad por ello es importante estar muy bien asesorados, interponer la queja en tiempo y forma, y dar seguimiento no confiarse en que ésta quedará resuelta de forma automática.
¡Pregunte 2281148502, es mejor tener dudas que deudas!