*Un golpe de siete minutos que desafía a la seguridad francesa.
20.10.2025 París.- En un operativo que ha sido descrito como “rápido, brutal y meticuloso”, cuatro individuos encapuchados perpetraron el domingo 19 de octubre de 2025 un robo de alto perfil en el Museo del Louvre, llevándose nueve piezas de joyería imperial francesa de valor histórico incalculable. El atraco, ejecutado en apenas siete minutos, ha desatado una ola de indignación nacional y ha puesto en entredicho los protocolos de seguridad del museo más visitado del mundo.
Los ladrones ingresaron por una zona en obras junto al río Sena, utilizando dos motocicletas y un camión de carga. Equipados con motosierras y una grúa, accedieron a la galería de Apolo, donde se exhiben joyas de la era napoleónica, incluyendo la corona de la emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III, y la diadema de la reina María Amélie. Aunque una de las piezas fue abandonada y dañada durante la huida, el resto del botín permanece desaparecido.
El video del robo, difundido por medios franceses, muestra la precisión con la que los delincuentes sortearon los sistemas de seguridad, rompiendo una ventana del piso superior y extrayendo las joyas sin activar alarmas ni enfrentar resistencia. La facilidad con la que se ejecutó el atraco ha sido calificada por políticos como una “humillación nacional” y ha obligado al gobierno francés a ordenar una revisión urgente de los protocolos de seguridad en museos y sitios culturales.
El ministro de Justicia, Gérald Darmanin, reconoció públicamente el fracaso institucional en una entrevista radiofónica, mientras que la Fiscalía de París mantiene abiertas varias líneas de investigación. Hasta el momento no hay detenidos, y las autoridades no han descartado la participación de una red internacional especializada en robo de arte.
Las joyas sustraídas forman parte del patrimonio histórico de la Casa de Orleans, el Imperio Napoleónico y la Restauración francesa. Su desaparición representa no solo una pérdida material, sino también un golpe simbólico a la memoria cultural europea. Expertos en arte y patrimonio han advertido que, de no recuperarse, las piezas podrían terminar en colecciones privadas o ser desmembradas para su venta clandestina.
El Museo del Louvre, que había reforzado su seguridad tras incidentes previos, enfrenta ahora una crisis de credibilidad. La galería afectada permanecerá cerrada mientras se realizan peritajes y se evalúan los daños. En paralelo, se ha convocado a una reunión de emergencia entre directores de museos franceses para revisar protocolos y coordinar acciones preventivas.
El robo ha reavivado el debate sobre la vulnerabilidad de los espacios culturales frente a delitos de alto impacto, y ha puesto en evidencia la necesidad de actualizar sistemas de vigilancia, reforzar la cooperación internacional y garantizar que el patrimonio histórico no quede a merced de bandas organizadas.
Fuentes: Agencias