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05.11.2025 Veracruz.- En un gesto de sororidad y firmeza, la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle García, expresó su respaldo a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, quien recientemente denunció el acoso sexual del que fue víctima en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
A través de sus redes sociales, la mandataria estatal Nahle García celebró la decisión de la mandataria federal de presentar una denuncia formal contra su agresor y condenó la revictimización mediática que ha seguido al incidente.
“Muy bien nuestra presidenta @Claudiashein al presentar denuncia contra el acosador. Las mujeres debemos poner límites y rechazar cualquier tipo de violencia. Debe ser delito penal en todos los estados. RESPETO a la mujer en todos sentidos. No a la re victimización por medios de comunicación”, escribió la gobernadora veracruzana.
El mensaje de Rocío Nahle no solo representa un respaldo institucional, sino también un acto de solidaridad entre mujeres que han enfrentado violencia de género en el ejercicio del poder
Durante su campaña electoral y en su actual gestión como gobernadora, Rocío Nahle ha sido blanco de ataques misóginos y violencia política de género, lo que le otorga una voz legítima y empática en este tipo de situaciones.
La mandataria veracruzana subrayó la importancia de que el acoso sexual sea tipificado como delito penal en todas las entidades del país, reconociendo que aún existen vacíos legales que permiten la impunidad en casos de violencia contra las mujeres.
Su llamado se suma al de otras voces de activista y feministas que exigen una armonización legislativa con perspectiva de género en todo el territorio nacional.
El respaldo de Nahle también pone en evidencia la necesidad de construir redes de apoyo entre mujeres en espacios de poder, donde la violencia de género no desaparece, sino que se transforma en formas más sofisticadas de agresión, como la revictimización mediática, el escrutinio sexista o la deslegitimación de sus capacidades.
La sororidad expresada por la gobernadora de Veracruz hace visible que la lucha contra la violencia de género no es individual, sino colectiva.
Al acompañar públicamente a la presidenta Sheinbaum, Rocío Nahle envía un mensaje claro: las mujeres en el poder no están solas y no tolerarán ningún tipo de agresión, venga de donde venga.
Este episodio también reabre el debate sobre el papel de los medios de comunicación en la cobertura de hechos que involucran violencia contra las mujeres.
La publicación de imágenes del momento del acoso, sin consentimiento y sin enfoque de género, ha sido señalada por ambas mandatarias como una forma de revictimización que debe ser erradicada del ejercicio periodístico.
En un país donde la violencia contra las mujeres persiste en múltiples formas, el respaldo entre lideresas políticas no solo fortalece la denuncia, sino que también visibiliza la urgencia de transformar las estructuras que permiten y normalizan estas agresiones. La sororidad, en este contexto, se convierte en una herramienta política y ética para resistir, sanar y avanzar en su ejercicio de gobierno.












