Rosa María Hernández y el Puerto .

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/ Yamiri Rodríguez Madrid /

Rosa María Hernández Espejo arrasó en las urnas el pasado domingo 1 de junio y así logró derrocar uno de los bastiones panistas en el estado. Pero en enero tendrá que llegar a la presidencia municipal con el acelerador en turbo, pues las y los porteños esperan cambios en un parpadeo. Con voluntad y estrategia, no será complejo.

La gente votó por el panista Fernando Yunes porque creía que iba a transformar al Puerto como su hermano Miguel Ángel lo había hecho en Boca del Río, pero les quedó a deber. En el siguiente proceso se postuló entonces Miguel Ángel por el Puerto, pero por no tener la residencia efectiva, entró como su suplente su esposa, la actual presidenta municipal, Patricia Lobeira, y la gente les volvió a comprar el mismo cuento, pero tampoco hizo nada.

Sin ánimo de ofender, pero el centro del Puerto huele a orines; da miedo pasar por las antiguas casonas que se caen a pedazos; la entrada a la ciudad es una ruina, sin mencionar los múltiples hoyos y un cúmulo de problemas que han dejado crecer en 8 años; por eso la gente votó ahora por Rosa María Hernández, porque se cansaron de lucir grises junto a Boca del Río.

Y aunque no es una receta de cocina, la periodista tiene que mostrar trabajo desde el primer minuto, con jornadas de limpieza por todo el municipio, con cuadrillas arreglando luminarias, con trabajadores bacheando: lustrando la ciudad para cambiar el ánimo de residentes y turistas.

A como son los Yunes alebrijes, no se la van dejar fácil, pues es una apuesta segura que no va a encontrar ni clips en los cajones, aunque hay que reconocer que Rosa María es de temple y de trabajo, que no se achica y eso lo debe tener más que calculado.

Clave será también el equipo que la acompañe, sobre todo en el área de Servicios, porque por muy simple que a los ciudadanos nos parezca la recolección de basura, cambiar una luminaria o tener en buen estado las áreas verdes municipales, requiere de gente con método, que conozca cada área para que funcionen como relojes suizos. Si los servicios públicos se caen, aquí o en China, nada funciona y la gente explota.

Rosa María Hernández Espejo es otra de las alcaldesas que, en 2026, dará mucho de qué hablar con una nueva forma de gobernar.

 

@YamiriRodriguez