Salud y desabasto

«ABC-DErechos»: Salud y desabasto/ Mujeresmás.mx

Judith Coronel

El sector salud registra un severo desabasto de insumos y medicamentos básicos. Circunstancia que enciende los focos rojos. En clínicas y hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social –IMSS- o las de la Secretaría de Salud, se carece o registran bajos inventarios en insumos tan indispensables como jeringas, inyecciones, catéteres, sondas y cánulas. No es nuevo, ha sido queja recurrente sin importar quiénes estén al frente de esta área.

En el presente, se suma una baja en las dotaciones de vacunas como la doble y triple viral contra sarampión, rubéola y parotiditis; inmunógenos contra hepatitis B, difteria, tosferina, tétanos. Y pacientes con VIH/Sida registrados ante el IMSS en varias entidades no están recibiendo Tratamientos Antirretrovirales.

El asunto se encuentra en alta, y el propio titular del IMSS, Germán Martínez Cázares, en días pasados reconoció el déficit luego de realizar visitas sorpresa a algunos hospitales. En uno de ellos, encontró que el “carro rojo” estaba fuera de servicio, porque la empleada responsable no había ido a trabajar y es la única que tiene llave. Es decir, por ejemplo, si se hubiese presentado una emergencia con una persona con paro cardiaco, no habría estado disponible el equipo de resucitación.

¿Qué más encontró Germán Martínez? “Adenosina solución inyectable, cero; dopamina, cero; oxitocina, cero; pergotamina, cero; catéter venoso central y umbilical, cero; catéter para vena periférica, cero; sonda de aspiración, cero; jeringa de 20 y de 10 milímetros, cero; cánula endotraqueal, cero; aguja intra-ósea, cero”, dijo con relación a las hojas de control e inventario.

A su vez, la Secretaría de Salud está ante un reto de dimensiones mayúsculas. Para evitar desabasto, debe resolver a la brevedad la adquisición de vacunas para sarampión, paroditis y rubéola; así como inmunógenos contra hepatitis B. El caso fue que las empresas proveedoras incumplieron la entrega de la cantidad acordada de dosis de vacunas. Ahora, se dice, está en curso la rescisión de contratos suscritos con el gobierno anterior.

Y como si fuese poco, durante este mes de enero pacientes con VIH/Sida denunciaron que al menos 30 mil de los 60 mil inscritos en el IMSS no tienen acceso a los Tratamientos Antirretrovirales que contribuyen a evitar adquieran enfermedades oportunistas que ponen en peligro sus vidas.

La AIDS Healthcare Foundation (AHF), denunció el desabasto de cinco fármacos para la atención de este padecimiento: Abacavir-Lamivudina, Truvada, Efavirenz, Entricitabina-Tenofovir y Kaletra, los tres primeros esenciales y que de no suministrarse en forma periódica provocan el deterioro de los pacientes.

El desabasto se registra en los estados de Campeche, Chihuahua, Coahuila, así como en el oriente del Estado de México y Ciudad de México.

Esta baja en los insumos y medicamentos en clínicas, consultorios y hospitales pone en riesgo la vida de las personas y vulneran el derecho humano a la salud, consagrado en el Artículo 4º, párrafo cuarto constitucional, el cual establece que: Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general…

Como se recordará en su lucha contra cualesquier forma de corrupción, el presidente Andrés Manuel López Obrador, denunció el estado de inanición en el que encontró al sector salud. En apenas unos días de mandato, diagnosticó: el llamado Seguro Popular es evidente que no ha funcionado. Ni es seguro, ni es popular. Y será sustituido de forma paulatina.

Con lo cual oficializó que el nuevo gobierno federal presentará en febrero una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud para eliminar el Seguro Popular y su mecanismo de financiamiento. Lo que se traduce en el fin de un modelo que estuvo vigente en los últimos 20 años.

El propio secretario de Salud, Jorge Alcocer, a modo de denuncia reiteró lo que de todos es sabido: el abandono y deterioro de los servicios sanitarios que provoca “una emergencia nacional”. Un sistema que cuesta la vida a muchos mexicanos y provoca sufrimiento, sobre todo a las personas que viven en situación de vulnerabilidad en zonas marginadas.

Instalaciones médicas abandonadas o en obras o sin equipos. Auténticos monumentos a la incompetencia e ineficiencia en el ejercicio del gasto público.

Es momento de subsanar, de corregir el rumbo. Pero también es momento de fincar responsabilidades a quienes desde la función pública hubiesen cometido anomalías en detrimento del derecho humano a la salud de las personas. Porque, como siempre, hablamos de personas que sufren y pagan los costos de la corrupción e ineptitud de los tomadores de decisiones.

El presidente ha prometido que el escenario adverso cambiará. “Queremos que se garantice el derecho a la salud. México, cuando termine el sexenio, va a tener un sistema de salud como Canadá, Inglaterra, como en los países nórdicos; vamos a tener un servicio de calidad, gratuito, para todo el pueblo”, ha dicho.

En este momento, sus operadores del sector salud, están obligados a garantizar el abasto de insumos básicos e indispensables para la salud y la vida. Es su obligación y no la tienen fácil, pero es una urgencia médica…
«ABC-DErechos»: Salud y desabasto

El sector salud registra un severo desabasto de insumos y medicamentos básicos. Circunstancia que enciende los focos rojos. En clínicas y hospitales del Instituto Mexicano del Seguro Social –IMSS- o las de la Secretaría de Salud, se carece o registran bajos inventarios en insumos tan indispensables como jeringas, inyecciones, catéteres, sondas y cánulas. No es nuevo, ha sido queja recurrente sin importar quiénes estén al frente de esta área.

En el presente, se suma una baja en las dotaciones de vacunas como la doble y triple viral contra sarampión, rubéola y parotiditis; inmunógenos contra hepatitis B, difteria, tosferina, tétanos. Y pacientes con VIH/Sida registrados ante el IMSS en varias entidades no están recibiendo Tratamientos Antirretrovirales.

El asunto se encuentra en alta, y el propio titular del IMSS, Germán Martínez Cázares, en días pasados reconoció el déficit luego de realizar visitas sorpresa a algunos hospitales. En uno de ellos, encontró que el “carro rojo” estaba fuera de servicio, porque la empleada responsable no había ido a trabajar y es la única que tiene llave. Es decir, por ejemplo, si se hubiese presentado una emergencia con una persona con paro cardiaco, no habría estado disponible el equipo de resucitación.

¿Qué más encontró Germán Martínez? “Adenosina solución inyectable, cero; dopamina, cero; oxitocina, cero; pergotamina, cero; catéter venoso central y umbilical, cero; catéter para vena periférica, cero; sonda de aspiración, cero; jeringa de 20 y de 10 milímetros, cero; cánula endotraqueal, cero; aguja intra-ósea, cero”, dijo con relación a las hojas de control e inventario.

A su vez, la Secretaría de Salud está ante un reto de dimensiones mayúsculas. Para evitar desabasto, debe resolver a la brevedad la adquisición de vacunas para sarampión, paroditis y rubéola; así como inmunógenos contra hepatitis B. El caso fue que las empresas proveedoras incumplieron la entrega de la cantidad acordada de dosis de vacunas. Ahora, se dice, está en curso la rescisión de contratos suscritos con el gobierno anterior.

Y como si fuese poco, durante este mes de enero pacientes con VIH/Sida denunciaron que al menos 30 mil de los 60 mil inscritos en el IMSS no tienen acceso a los Tratamientos Antirretrovirales que contribuyen a evitar adquieran enfermedades oportunistas que ponen en peligro sus vidas.

La AIDS Healthcare Foundation (AHF), denunció el desabasto de cinco fármacos para la atención de este padecimiento: Abacavir-Lamivudina, Truvada, Efavirenz, Entricitabina-Tenofovir y Kaletra, los tres primeros esenciales y que de no suministrarse en forma periódica provocan el deterioro de los pacientes.

El desabasto se registra en los estados de Campeche, Chihuahua, Coahuila, así como en el oriente del Estado de México y Ciudad de México.

Esta baja en los insumos y medicamentos en clínicas, consultorios y hospitales pone en riesgo la vida de las personas y vulneran el derecho humano a la salud, consagrado en el Artículo 4º, párrafo cuarto constitucional, el cual establece que: Toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La Ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general…

Como se recordará en su lucha contra cualesquier forma de corrupción, el presidente Andrés Manuel López Obrador, denunció el estado de inanición en el que encontró al sector salud. En apenas unos días de mandato, diagnosticó: el llamado Seguro Popular es evidente que no ha funcionado. Ni es seguro, ni es popular. Y será sustituido de forma paulatina.

Con lo cual oficializó que el nuevo gobierno federal presentará en febrero una iniciativa de reforma a la Ley General de Salud para eliminar el Seguro Popular y su mecanismo de financiamiento. Lo que se traduce en el fin de un modelo que estuvo vigente en los últimos 20 años.

El propio secretario de Salud, Jorge Alcocer, a modo de denuncia reiteró lo que de todos es sabido: el abandono y deterioro de los servicios sanitarios que provoca “una emergencia nacional”. Un sistema que cuesta la vida a muchos mexicanos y provoca sufrimiento, sobre todo a las personas que viven en situación de vulnerabilidad en zonas marginadas.

Instalaciones médicas abandonadas o en obras o sin equipos. Auténticos monumentos a la incompetencia e ineficiencia en el ejercicio del gasto público.

Es momento de subsanar, de corregir el rumbo. Pero también es momento de fincar responsabilidades a quienes desde la función pública hubiesen cometido anomalías en detrimento del derecho humano a la salud de las personas. Porque, como siempre, hablamos de personas que sufren y pagan los costos de la corrupción e ineptitud de los tomadores de decisiones.

El presidente ha prometido que el escenario adverso cambiará. “Queremos que se garantice el derecho a la salud. México, cuando termine el sexenio, va a tener un sistema de salud como Canadá, Inglaterra, como en los países nórdicos; vamos a tener un servicio de calidad, gratuito, para todo el pueblo”, ha dicho.

En este momento, sus operadores del sector salud, están obligados a garantizar el abasto de insumos básicos e indispensables para la salud y la vida. Es su obligación y no la tienen fácil, pero es una urgencia médica…