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08/06/2022/ Ciudad de México.- Al iniciar la sesión de este miércoles, la presidenta de la Mesa Directiva de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, Olga Sánchez Cordero, hizo un llamado a sus compañeros legisladores a elevar el nivel de los debates y evitar ofensas e injurias.
No es gratuito el llamado pues las acusaciones y abusos empiezan desde la mesa directiva con Sergio Gutiérrez, acusado de cerrarle el micrófono a una legisladora panista, hasta los adjetivos que utilizan tanto Lilly Téllez como Fernández Noroña en el uso de la tribuna.
La senadora Sánchez Cordero exhortó a los integrantes de la Comisión Permanente a conducirse con respeto hacia los demás tras una serie de sesiones en que los inegrabtes de la permanente (diputados y senadores de Morena vs la oposición) han exhibido un inédito escenario de descalificaciones, que caen hasta en la vulgaridad y violencia política de género.
“En ejercicio de mi responsabilidad de conducir los debates de esta asamblea, solicito muy atentamente a las y los legisladores integrantes de esta comisión Permanente, evitar ofensas, evitar descalificaciones, evitar injurias entre ustedes y hacia cualquier otra persona servidor público o hacia cualquier legislador o legisladora en las exposiciones que tengan en tribuna.
La ministra en retiro indicó que el factor respeto ayudará a mantener un ambiente parlamentario de altura y enfocado a expresar posiciones y argumentos, que si bien pueden ser encontrados, resaltan la convivencia política.
“Por ello, les hago un respetuoso exhorto para que al presentar algún asunto o
formular pregunta o moción, así como para responder alusiones, se conduzcan con el máximo respeto. Es responsabilidad compartida de todas y todos quienes integramos las cámaras del Congreso y de esta Comisión Permanente, conducirnos de forma que nos expresemos a través de un debate razonado, como corresponde a este importantísimo órgano del Estado mexicano”, enfatizó.
En la sesión del pasado 1 de junio, la senadora del PAN, Lilly Téllez, llamó “Changoleón” al diputado del Partido del Trabajo, Gerardo Fernández Noroña, lo que desató un ríspido debate entre legisladores opositores y del grupo mayoritario.
El 18 de mayo la bancada de Morena y la oposición en la Comisión Permanente cruzaron y estallaron en descalificaciones.
Al inicio de la discusión política, los morenistas evitaron entrar al debate sobre la contratación de los médicos cubanos y los insultos que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha propinado a los doctores mexicanos.
Desde la tribuna, la panista Kenia López Rabadán acusó violencia de género y dijo que ningún macho la iba a callar, luego de que el presidente de la Mesa Directiva, en turno, Sergio Gutiérrez Luna, pidió que le cerraran el micrófono cuando lo dejaron al frente de la conducción de la Permanente.
Mientras que la senadora de Morena, Mónica Balboa increpó a la panista señalándola de feminista de ocasión, y el morenista Gutiérrez Luna se victimizaba diciendo que la diputada lo agredió al señalar que “ningún macho me va a callar.
La situación que ha prevalecido en la Permanente la exportan desde la cámara de diputados pues las discusiones se habían llevado a cabo, no sin rudeza pero si con respeto al exponer sus discursos.
