/ Tere Vale /
A partir del primer capítulo de Juego de Tronos la frase Winter is coming o el invierno se acerca fue repetida una y otra vez por muchos de los seguidores de esta gran serie. A medida que veíamos más temporadas de está historia sobre la ambición de poder, íbamos comprendiendo que tanto significaba esta frase que se convirtió en un mantra para sus seguidores. Algo espantoso sucedería al comenzar la estación más fría del año y entonces nos enteraríamos del problemón. Se sugería que con los días cortos y las bajas temperaturas algo terrible amenazaría a los protagonistas en cualquier momento.
Acá, donde existimos, pronto estaremos con abrigo y bufanda, igualito que en la novela de George Martin, al enfrentar a un enemigo que nos ha dado serios dolores de cabeza; ya saben a qué me refiero, al temible y empoderado COVID-19, que se llevó, cuando hizo su debut, a más de 800 mil mexicanos que no pudieron protegerse de él. En este fin de año, este implacable enemigo amenaza con hacer nuevamente su aparición, ahora disfrazado de dos variantes (cosa que hacen todos los virus para lograr sobrevivir) y para las que en México no tenemos protección. En nuestro país sólo contamos con vacunas anticuadas: la Abdalá (cubana) y la Sputnik (rusa), que no son adecuadas para combatir las subvariantes relativamente nuevas como la BA4 y la BA5 que pueden afectarnos seriamente de no estar preparados.
Las vacunas actualizadas existen en un número importante de países en todo el mundo, son las llamadas vacunas bivalentes que previenen contra el virus original y las dos variantes del Omicrom a las que me referí antes. En EU, por ejemplo, en cualquier farmacia y por un costo de entre 3 y 5 dólares (menos de 100 pesos) cualquier persona puede aplicarse la vacuna. En nuestro país, nadie puede hacerlo a ningún costo, simplemente porque no existen y tampoco se permite su importación. Esta carencia de biológicos adecuados es muy grave porque puede poner en alto riesgo la salud de todos y especialmente la de personas inmunodeprimidas, con enfermedades crónico-degenerativas, como cáncer, esclerosis múltiple, diabetes, etc., y a los adultos mayores de 65 años.
Más aún, hay acuerdo en la OMS en que toda persona mayor de seis meses debería de recibir al menos una dosis de la vacuna bivalente para evitar complicaciones ante un eventual contagio. Las empresas que cuentan con estos biológicos son Pfizer y Moderna. Empresas que tienen convenios con el gobierno actual, pero, según explicó el señor Alcocer, no se tiene presupuestada su adquisición por el momento.
En pocas palabras, a menos que usted y su familia cuenten con los recursos necesarios para salir del país y vacunarse fuera, será imposible que este año logren quedar inmunizados. Las vacunas bivalentes no se aplicarán ni comercializarán por ¿decreto? en México. Así las cosas, mientras vemos con temor como se acerca cada vez más el invierno.
Es que el Tren Maya salió muy caro. ¡Ni modo!
POR TERE VALE