Se los juro que yo no fui…

**ENTRESEMANA.

/ MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN /

¿Ya se fijó en las casualidades, mentiras y contradicciones del licenciado presidente al arranque de semana? Se le descompuso el presente y evidenció el tamaño de su misoginia y lo falaz de su proceder. ¡Tan bien que iba!, dicen…

Pero, rebeldes y mostrencos que somos, antes de entrar en materia, hagámosle caso. “Tenemos que apostar a la paz, al amor al prójimo”, según convocó en la mañanera con ese estilo cantadito medio ñero. ¿A poco no? Bueeno…

¡Ah!, canijos neoliberales y sus resabios en los hechos del estadio La Corregidora. Y los pinchis fijados conservadores y reaccionarios que se disfrazan de feministas para la marcha de este 8 de marzo pero, pero…

“(…) porque tenemos información de que se están preparando con marros, con sopletes, con bombas molotov ¿De qué se trata? Ya eso no es defender a las mujeres, ni siquiera es feminismo, esa es una postura conservadora reaccionaria en contra nuestra, en contra de la política de transformación”, alertó Su Alteza Serenísima Andrés Manuel I en la mañanera de inicio de semana.

En serio, no se ría.

La pregunta es ¿por qué se hace que la virgen le habla y no ordena toda, pero toda la fuerza del Estado, contra esas y esos delincuentes que siembran terror en las calles de la capital del país y de pasadita instruye a la doctora Sheinbaum que haga lo propio?

Porque, con ese conocimiento que dice tener de todo lo que ocurre en la república, porque el pueblo bueno le acerca información de primera mano, debe saber quién financia a esos grupos que se infiltran en las marchas de feministas para reventarlas y dejar la impresión de que son violentas.

Lo debe saber porque estos anarcos y anarcas se llevan de piquete de panza con los llamados “indicadores” que trabajan para el gobierno de la Ciudad de México y reportan todo lo que ocurre en movilizaciones y actividades de toda índole en el Centro Histórico e inmediaciones. Uno de ellos fue quien dio el visto bueno al delincuente que golpeó a un colega reportero en una de esas marchas en la Glorieta de Insurgentes.

¿Lo recuerda? Hasta donde se sabe, está en prisión pero se desconoce quién o quiénes le pagaron para provocar violencia en la marcha y culpar a las feministas.

Y, luego, acusó a esos malcriados reaccionarios de disfrazarse de ambientalistas para descarrilar al Tren Maya

Sí, en la mañanera de inicio de semana hubo de todo, como en botica. Lo interesante de la homilía es que, aun cuando dice que nada que sea humano le es ajeno, se puso a salvo y responsabilizó a los fantasmas que lo persiguen desde el inicio de su asunción al poder.

Imagínelo despertando en la madrugada empapado de sudor porque neoliberales, conservadores, fifís, golpistas, integrantes de la mafia del poder, chayoteros y etcétera, etcétera, arrastrando cadenas como almas en pena rodean su cama y le exigen dejarlos en paz y asumir la responsabilidad de su voluntarismo. Pero…

Bien pudo reclamarle la profesora secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, porque le ordenó cancelar el Programa Escuelas de Tiempo Completo, instruyéndole argumentar que el presupuesto destinado a éste programa que atendía a 3.6 millones de escolapios, se emplearía en mantenimiento de escuelas rurales.

Y nada de nada. En la mañanera la desmintió, quizá un tanto para dar pauta a que la doctora Claudia Sheinbaum cumpla con la estrategia electorera, porque anunció que en la Ciudad de México continuaría dicho programa. Lea usted.

Preguntarle, refirió la colega Sara Pablo, si no se analiza un mecanismo justo de colaboración con los estados para mantener estas escuelas que realmente benefician a las mujeres que están en muchos casos a cargo de sus casas, las jefas de familia, las madres solteras.

–Sí, se está viendo –atendió de botepronto Su Alteza Serenísima–, pero lo cierto es que se optó por entregar los recursos de manera directa a las sociedades de madres y de padres de familia para todo lo que tiene que ver con la educación en las aulas.

–¿Para el mantenimiento de planteles?—enfatizó Sara Pablo.

–Para el mantenimiento y también para alimentos y para lo que consideren las madres y los padres de familia, porque ese programa, como otros, se manejaban con mucha intermediación, no llegaban a todos, no llegaban a las comunidades más pobres y en algunos casos ni siquiera se aplicaba y se utilizaba el recurso—respondió Andrés Manuel I y dejó mal parada a la profesora Gómez Álvarez, como ha ocurrido en otros momentos. ¡Caray!, pero la profesora Delfina es así y deben de comprenderla.

Y cuando se trató el lamentable asunto del estadio La Corregidora de inmediato alzó la mano.

–¡Yo quiero abundar en este tema!, dijo y se despachó la parte medular de su humanitario y franciscano rosario.

“Debemos de tener en cuenta, en consideración, ante estos hechos lamentables, que se debe continuar moralizando al país y atendiendo los orígenes de la violencia, las causas de la violencia”, invocó y pautó para dar con los responsable.

“Ese es el camino y eso es lo que hemos iniciado, pero esto son resabios de los gobiernos neoliberales anteriores o de todo el periodo en que se apostó a la corrupción y a la impunidad y al abandono del pueblo. Y esto que estamos iniciando, que es un proceso de transformación, que comenzó hace tres años, está empezando a dar frutos, pero va a llevar tiempo porque es un proceso de transición donde lo viejo, lo anacrónico, el viejo régimen no acaba de morir y además todavía prevalece en mucha gente que se formó en ese ambiente, y lo nuevo está naciendo, no acaba de nacer”. O sea.

Y échese este trompo a la uña: “(…) Pero la enseñanza mayor es no dejar de moralizar a México, no dejar de insistir en que sólo siendo buenos podemos ser felices, no dejar de insistir que la felicidad no es la riqueza, los bienes materiales, o no sólo es eso, sino estar bien con nosotros mismos, con nuestra conciencia, con el prójimo (….).

“¿Apostar a la violencia? No. Tenemos que apostar a la paz, al amor al prójimo”. Así que, portémonos bien. Peace and love, porque si ya tienes unas chanclas, para qué quieres otras.

Y delató lo que le informó el pueblo bueno, porque el CISEN pasó a mejor vida. Ahí le va.

“Por eso también hago un llamado a quienes van a manifestarse mañana, las mujeres, para que no se caiga en provocaciones y no haya violencia, porque tenemos información de que se están preparando con marros, con sopletes, con bombas molotov ¿De qué se trata? Ya eso no es defender a las mujeres, ni siquiera es feminismo, esa es una postura conservadora reaccionaria en contra nuestra, en contra de la política de transformación, que es una postura totalmente política, ¿y saben de quién?, de los que enarbolan —supuestamente también— la igualdad de género, la igualdad ante la ley, la igualdad ante Dios, pero se les olvida, porque no les conviene, la igualdad económica y social.

“No están pensando en combatir la pobreza, que afecta a hombres y a mujeres, la igualdad económica y social que tiene el mismo rango que la igualdad de género, que la igualdad ante la ley”, declaró y admitió y responsabilizó Su Alteza Serenísima.

Vaya, vaya, en pocas palabras el licenciado presidente acusó que la marcha sería sectaria, inhumana, falta de ética y compromiso social, conservadora y reaccionaria en su contra. Se curó en salud el pobre Duce.

Y en el corolario se instala esta defensa que hizo del pulcro y sibarita doctor Alejandro Gertz Manero, pese a la evidencia del uso del poder que tiene como fiscal General de la República para influir, incluso, en ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para litigar asuntos personales contra su familia política.

–¿Mantiene su confianza en el fiscal?—preguntó Sara Pablo.

–Sí, sí tengo confianza en el fiscal—respondió el licenciado presidente. ¿Y? Es palabra del señor presidente. ¿Alguna duda? Yo te lo juro que yo no fui… dirá después, lo hecho, hecho está. ¿A poco no? Digo.

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