Se va Trump y la 4T tiembla

Fue difícil de ocultar para el presidente Andrés Manuel López Obrador su enorme decepción ante la derrota múltiple (en las urnas, en los tribunales y ante la opinión pública mundial) de su amigo Donald Trump. Había confianza, nos dicen, de que un segundo mandato del empresario seguiría los cánones del primero: sólo darle importancia a la migración y permitir todo lo demás. Sin embargo, la llegada de Joe Biden tendrá que preocupar a la llamada 4T porque el demócrata planea dar prioridad en su política exterior a dos temas abandonados por el energúmeno naranja: cambio climático y derechos humanos.

Por ello, nos dicen, no hará feliz a la Casa Blanca ver que el gobierno del país vecino ignora los movimientos sociales feministas; ataca a las instituciones autónomas de transparencia; usa carbón y combustóleo en lugar de energías limpias, y destruye selvas para llevar a cabo proyectos faraónicos sin sustento técnico.

Y encima, que obliguen al Banco de México a lavar dinero proveniente de Estados Unidos. Por algo será, notan algunos observadores de la relación bilateral, que el presidente mexicano tiene prisa en concretar varios de sus planes más cuestionados. OPinan en Bajo Reserva de El Universal.