#SeAcabó el juicio del expresidente de la Federación de Fútbol Luis Rubiales

 

16.02.2025. España.- El juicio por el beso sin consentimiento que Luis Rubiales, expresidente de la de la Federación Española de Futbol, dio a la jugadora Jenni Hermoso, en los festejos de la final del Mundial Australia 2023, llegó a su fin este 14 de febrero de 2025.

“Pues con esto, aunque parezca mentira, hemos terminado”, sentenció el juez José Manuel Fernández-Prieto.

El beso, que Hermoso afirmó fue sin su consentimiento, empañó las celebraciones de la selección femenina, provocó una amplia indignación en la sociedad más allá del fútbol e inició uno de los escándalos más vergonzosos en la historia del fútbol español.

Rubiales además se agarró su entrepierna en un gesto obsceno de celebración cerca de la Reina Letizia y la Princesa Sofía de España durante los festejos del triunfo de España sobre Inglaterra.

El exdirectivo ha negado sistemáticamente cualquier acto indebido, pero fue obligado a renunciar y fue sancionado por la FIFA. Además se dijo víctima de una “caza de brujas” por parte de “feministas falsas”, e insiste en que el beso fue consensuado.

La Audiencia Nacional acogió desde el lunes la segunda y última semana de un juicio que también sienta en el banquillo por coacciones a tres exdirectivos de la Federación cercanos a Rubiales: el exdirector deportivo de la Selección masculina Albert Luque; el anterior entrenador de la femenina, Jorge Vilda; y el exjefe de marketing de la RFEF Rubén Rivera.

Una semana en la que los acusados dieron su versión de lo ocurrido después de escuchar casi una veintena de testimonios de testigos, entre ellos el de la propia víctima Jennifer hermoso, quien dejó claro que no aprobó el beso y que se sintió presionada durante días por los encausados, para que declarar públicamente que sí lo consintió.

El titular del Juzgado Central de lo Penal, José Manuel Fernández-Prieto, encargado de juzgar estos hechos por comportar penas inferiores a cinco años de cárcel, escuchó como ambas partes reafirmaron sus posiciones: el beso fue consentido, según la defensa de Rubiales, y no lo fue, según la fiscalía, en un juicio donde todo sugiere como toda una federación de fútbol intentó por todos los medios, intimidar y desacreditar a la parte acusadora, Jenni Hermoso.

Se esperaba que el acusado, el expresidente de la Federación de Fútbol Luis Rubiales tomaría la palabra en el juicio en el que afronta una petición de dos años y medio de cárcel por agresión sexual y coacciones, en relación con el caso del beso que dio a Jenni Hermoso y que ella afirma que no consintió.

Sin embargo, en la última audiencia del juicio del viernes, Rubiales se negó a tomar la palabra y rechazó a hacer declaraciones a la prensa al salir del tribunal.

El Juez determinará si Rubiales es culpable del delito de agresión sexual, por el beso, y sobre todo de coacciones, por las presiones a la jugadora luego de que el caso se convirtió en un escándalo mundial.

Tras nueve audiencias, se fijará la sentencia contra Rubiales, sin que por el momento se sepa en qué fecha ocurrirá.

Olga Tubau, la defensa legal de Rubiales, pidió su absolución porque, argumentó que hay pruebas que “acreditan que Jennifer Hermoso dio su consentimiento” al beso.

La fiscal mantuvo su petición de pena de dos años y medio de cárcel, pues no hay ningún “género de duda” de que fue “un beso no consentido”.

En su testimonio, Jenni Hermoso, número 10 de la selección femenina de España, insistió en que no consintió un beso que estaba “fuera de contexto totalmente”.

La actual delantera del Tigres en el futbol mexicano reseñó la presión y las “incontables” veces que le pidieron que se retractara de acusar a Rubiales, quien según su declaración está “totalmente seguro” de que Jennifer Hermoso consintió al responderle “vale” cuando le preguntó si le podía “dar un besito”.

“Las jugadoras están demostrando ser unas referentes por todo lo que han tenido que pesar y a pesar de ello haber ganado un Mundial. Una vergüenza esas extorsiones a jugadoras amigas y familiares” refiere la opinión pública en redes.

Además de Rubiales, fueron procesados el exentrenador de la selección española femenina, Jorge Vilda, y dos exdirigentes de la RFEF, Rubén Rivera y Albert Luque, pero solamente por las coacciones a Jenni Hermoso; por este caso, la fiscalía pide para ellos 18 meses de cárcel.

En su escrito de defensa, Rubiales mantiene que Jenni Hermoso le dio su “consentimiento” y justifica el beso como “una manifestación de euforia, de máxima alegría y satisfacción”, al tiempo que niega haberla coaccionado o haber pedido al resto de acusados que mediaran con ella o su familia.

También Vilda, Luque y Rivera negaron ante el juez que investigó el caso haber presionado a la jugadora o a su familia. Es más, mediante sus preguntas, el abogado de Rivera ha tratado de demostrar que el exdirectivo federativo jamás usó violencia o amenazas al dirigirse a la jugadora o a una amiga que la acompañó en su viaje a Ibiza.

La fiscal Marta Durántez Gil estimó que “existe coherencia total entre los hechos narrados” por Hermoso y “su comportamiento inmediato y posterior”, y criticó una de las líneas de defensa de Rubiales: que la jugadora participó con alegría en las celebraciones del Mundial pese a lo acontecido.

El juicio estuvo indirectamente centrado en la noción de consentimiento, y Durántez aprovechó sus conclusiones finales para hacer un vehemente alegato contra la “revictimización” de las afectadas por agresiones sexuales.

En el año 2025, “me produce cierto rechazo (…) tener que seguir preguntando a las víctimas de una agresión sexual por qué se reía, por qué lo celebró”, subrayó Durántez en referencia a las imágenes de Hermoso bebiendo champaña o festejando con sus compañeras.

“¿Hasta cuándo vamos a estar exigiendo a la víctima de una agresión sexual un comportamiento heroico?”, cuestionó.

Durante el juicio, las compañeras de Hermoso en la selección, como la doble Balón de Oro Alexia Putellas, confirmaron las presiones contra la jugadora.

El juicio podría quedar listo para sentencia la próxima semana tras la última palabra de los acusados, y la declaración de casi una veintena de testigos.

Los fiscales, Hermoso y la asociación de jugadores de España quieren una pena de prisión de dos años y medio para Rubiales, además de un pago de 50.000 euros (51.800 dólares) por daños, y que se le inhabilite como funcionario deportivo.

Hermoso añade la petición de una orden judicial que prohíba a Rubiales acercarse a ella. El juez también dictaminó que junto con Rubiales, el exentrenador de la selección nacional femenina de España, Jorge Vilda; el exdirector deportivo del equipo masculino de España; Albert Luque, y el exjefe de marketing de la federación, Rubén Rivera, deberían ser juzgados por presionar a Hermoso para que defendiera a Rubiales, algo que ella se negó a hacer.

Todos ellos negaron haber cometido actos indebidos. Según el juez, hay suficiente evidencia de que Rubiales presionó sin éxito a Hermoso para que apareciera en un video que él produjo y publicó mientras la indignación pública por sus acciones aumentaba. El juez dijo que también había razones para creer que Vilda igualmente presionó al hermano de Hermoso.