Secretaría de las Mujeres en deuda con ex trabajadoras del Inmujeres.

*Escrito por Arantza Díaz.

25.01.2025 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- Al 31 de diciembre 206 personas funcionarias dejaron el Instituto Nacional de las Mujeres y optaron por la liquidación al no ser reconocidas en sus perfiles y no obtener ninguna oferta laboral. Ahora, la Secretaría de las Mujeres está próxima a cumplir un mes en operaciones y a su paso, deja un rastro de incertidumbre entre las trabajadoras del Inmujeres; hay que advertir que el 80 por ciento de la plantilla laboral del instituto, eran mujeres.

Cimacnoticias conversó con Pamela, quien se desempeñaba en el instituto y advirtió la falta de personal especializado en esta nueva etapa institucional, así como el recorte de recursos y la evidente inclinación partidista en los nombramientos que han generado entre las y los trabajadores dudas sobre la capacidad de la Semujeres para cumplir con los objetivos prometidos.

Además de esta advertencia, los programas más representativos del Inmujeres (ahora Secretaría) presentaron serios recortes en el Presupuesto Federal de Egresos de la Federación (PPEF) 2025, por ejemplo, para el Programa Fortalecimiento a la Transversalidad de la Perspectiva de Género se proponen 420 millones de pesos, lo cual representa una reducción de 8% respecto del presupuesto aprobado en 2024.

Este programa era vital para la incorporación de la perspectiva de género en el marco normativo, los instrumentos de planeación, programáticos y acciones gubernamentales y tiene alcance municipal y estatal; ahora, las y los trabajadores denuncian desconocer quiénes ocuparán sus plazas y si, acaso, son personas con el perfil profesional suficiente para comenzar a presidir la secretaría más poderosa en materia de derechos humanos de las mujeres.

Lo mismo sucede con el Programa de Fortalecimiento de la Igualdad Sustantiva entre Mujeres y Hombres, para el que el PPEF 2025 propone asignar 526 millones de pesos, una reducción de 9% con respecto de los 579 millones del PEF 2024.

Cifras que comienzan a levantar especulaciones sobre la operatividad de la Secretaría de las Mujeres que, paralelamente, también sortea una serie de señalamientos reiterados por parte de las y los trabajadores del Inmujeres, pero también, quienes laboraban en la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) al acusar violencia institucional, nepotismo, acoso y renuencia a entregar liquidaciones justas.

Entre reuniones y plazas ocupadas

El 29 de octubre la titular de Administración y Finanzas, Elizabeth Medina Martínez, envió el oficio 0588/2024 que señalaba que al personal que decidiera no continuar en la Secretaría no se les podrían autorizar vacaciones, ni incidencias, además de que se les otorgaría su baja el 15 de diciembre.

Previo a esta información hubo tres reuniones sobre este proceso. La actual titular, Citlalli Hernández solo acudió a una  –historia repetida al interior de la CONAVIM-,  donde prometió que los derechos de las y los trabajadores serían respetados y nadie sería despedido o relegado a posiciones de menor rango, según denuncia Pamela.

Hernández no sólo no cumplió con su palabra cuando se comenzaron a ejercer los despidos masivos, sino que además los nuevos puestos que ofrecieron sólo consideraban los niveles más bajos, pues los altos, fueron ocupados por perfiles partidistas, afirman ex trabajadoras.

Aunado a ello, las personas que optaron por liquidarse nunca tuvieron acceso al organigrama que trabajó la oficina de la Secretaría de las Mujeres con la Secretaría de la Función Pública que será denominada Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno.

Durante una de las reuniones con Citlalli Hernández, 106 trabajadoras y trabajadores firmaron un oficio en el aceptaban recibir información de los procesos que se estaban llevando a cabo; esa fue la última vez que vieron a la titular de la Secretaría de las Mujeres, pues no se volvió a presentar en ninguno de los otros 2 encuentros.

Avizorando esta posibilidad, Cimacnoticias conversó con la política y socióloga mexicana, Dulce María Sauri quien advirtió sentirse preocupada por el rumbo que podría tener la Secretaría de las Mujeres bajo el liderazgo de Citlalli Hernández, pues, en su experiencia, la transformación de las instancias de la mujer a Secretarías en otros estados fue “el pretexto ideal” para que nada de la secretaría se realizara: “Es un tema que exige transversalización”.

“La cuestión está en que nombraron a la secretaria general de Morena, lógico que ella va a traer la dinámica y una visión partidista, especialmente en un cargo inmediato a su desempeño como secretaria (…) debe existir un ejercicio de inclusión muy grande y esa inclusión debe hacerse desde las compañeras más radicales de la izquierda hasta las de la derecha, por usar los espectros ideológicos”, advirtió Sauri.

Este asunto ha sido denunciado por, al menos, otras 3 exfuncionarias públicas de la Conavim a quienes se les negó su plaza argumentando que sus funciones ya habían sido ocupadas por personas que mantenían una estrecha relación con algunas de las funcionarias de más alto rango. Se supo que era gente michoacana.

“¿Quién es la gente michoacana?: Son sobrinas, amigas, conocidos de las autoridades, les decimos así porque son de allá de Michoacán, como Yadira Blanco [actual titular de la Conavim] que es comadre de Fabiola Alanís, [extitular de Conavim que renunció en 2023 para buscar una candidatura en el Senado de Michoacán]. Entonces, todas las de ahí son sobrinas, amigas, etcétera (…) Nosotras tenemos años de experiencia y eso es lo que nos da rabia, es injusto porque no saben absolutamente nada de género, meten terror para ver quién renuncia y meter a su familia ahí en las plazas, sostuvo Carla, extrabajadora de la Conavim.

Desde que llegamos en 2018, aquí en la Conavim se llenó de altos y medios mandos de gente de Michoacán, había preferencias, eso lo viví. Hubo gente que nunca vino, pero sí cobraba. Yo he visto muchos cambios políticos durante mis años en gobierno federal, he visto del PRI al PAN, del PAN otra vez al PRI y así, yo sé que todo se cose con la misma aguja, pero nunca vi tanta desfachatez y tanto robo. Tú pedías que te promovieran y no pasaba, nosotras (las trabajadoras) somos un cero a la izquierda porque esos cargos ya estaban ocupados por la amiga, el hijo del amigo, el amigo del amigo. Yo preguntaba, quién es fulanito y cuando los conocía, era porque iban a presentar su renuncia porque sólo tenían su tiempo, un año, por ejemplo.

Fragmento extraído de la investigación: Conavim se extingue. Secretaría de las Mujeres surgirá «sin estructura y violentando a trabajadoras»

Algunas de las plazas de mayor peso en la Semujeres, ya fueron ocupadas desde octubre por gente cercana a Hernández Mora. Por ejemplo, la ex representante de Morena ante el Instituto Nacional Electoral, Viridiana Lorelei Hernández, acusada en Morena de vender candidaturas en Monterrey y negociar con otros partidos para la definición de candidatos, quien hoy ocupa la Coordinación de Relaciones Interinstitucionales con un salario bruto de 96 mil 526.

Este puesto, clave para articular estrategias con otras dependencias, exige un perfil especializado que, denuncia Pamela, Lorelei no cumple.

“Los cargos directivos han sido ocupados por personas afines a Morena, partido de la nueva titular. Este movimiento ha sido señalado por los trabajadores como un acto de favoritismo partidista que pone en entredicho la capacidad técnica de la nueva estructura. Fueron pocas las áreas a las que se les dijo cómo estaría el organigrama, pero en realidad, no se tiene claridad de cómo van a operar los programas, ni la continuidad de éstos. Además se nos informó que, quien decidiera su liquidación no podría ser contratado en el gobierno federal, no habiendo ninguna normativa explícita sobre ello” (Pamela, extrabajadora del Instituto Nacional de las Mujeres)

Entre otras cosas, una de las trabajadoras del Inmujeres denuncia que, si bien la Semujeres le ofreció un enlace, se le informó que su cargo iba a desaparecer y aunque cuestionó qué criterios estaban utilizando para realizar las ofertas laborales, las autoridades de la Semujeres sólo ejercían omisiones; nunca tuvo acceso a esa información y mucho menos, al organigrama para comprender cómo funcionaría su nuevo espacio de trabajo y con quiénes laboraría.

De camino al 18 de diciembre, un aproximado de 206 trabajadoras y trabajadores del, -entonces-, Inmujeres,  firmaron un convenio con el Centro Federal de Conciliación y Registro Laboral para ser liquidados, no porque decidieran rescindir realmente su contrato, sino porque representaba la única oportunidad para recibir, al menos, algún tipo de recurso que no les dejase en vulnerabilidad.

“Me dijeron que no permanecería en mi puesto, porque iba a desaparecer, pero no me dieron una oferta, de hecho, pues tuvimos que decidir así. Yo tenía una jefatura y me dijeron que ya estaba la persona que me iba a reemplazar, yo vine a hablar con la secretaria [Citlalli Hernández] porque nos dijo que podíamos escribirle, pero no me recibió; me recibió su personal que me prometió que habría oportunidad de colocarme en otro lado, pero nunca pasó hasta el día de hoy que firmé, supe que a otros compañeros sí los escucharon pero tampoco les cumplieron lo que pidieron”, compartió uno de los trabajadores quien prefirió mantenerse en anonimato.

 

La historia del Inmujeres y su transición a la Secretaría de las Mujeres

Recordemos que este proyecto se anunció el 19 de agosto en una conferencia de prensa de la presidenta cuando aún no tomaba la banda presidencial.

En este evento informó que el Instituto de las Mujeres (Inmujeres) se convertiría en la Secretaría de las Mujeres, luego de 23 años de funcionamiento, siendo Minerva Citlalli Hernández Nora, quien quedaría al frente de este organismo. un hecho que levantó suspicacias sobre la autonomía de este nuevo órgano, vital para el monitoreo objetivo de políticas públicas y generador de información en materia de violencia en razón de género.

Los primeros pasos para la creación del Instituto de las Mujeres se remontan a Beijing, en el marco de la cuarta Conferencia de la Mujer de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que tuvo lugar en 1995, donde se establecieron 12 puntos claves, uno de ellos fue la creación de mecanismos para el adelanto de las mujeres al máximo nivel.

Gracias a este apartado, en casi todos los Estados Miembros, entre los que se encuentra México, se han creado mecanismos nacionales para promover, ejecutar, supervisar, evaluar y movilizar el apoyo a las políticas que promueven el adelanto de las mujeres.

Posterior al encuentro de Beijing, Patricia Espinosa Torres, primera presidenta del Inmujeres dijo, que se formó el Movimiento Amplio de Mujeres (MAM) el cual duró alrededor de nueve meses, para consensuar los temas fundamentales de la agenda de las mujeres en México, mismos que tenían que pasar a la Cámara de Diputados para impulsar tres acciones concretas: mejoras en la Ley Federal del Trabajo, y el tema de seguridad social y prestaciones para las mujeres.

En este contexto, el Instituto de las Mujeres nació el 12 enero de 2001 por decreto del presidente Vicente Fox y publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF). En la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres, el Artículo 2 señaló:

“Se crea el Instituto Nacional de las Mujeres como un organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal, con personalidad jurídica, patrimonio propio y autonomía técnica y de gestión para el cumplimiento de sus atribuciones, objetivos y fines”.

Asimismo, señaló que el objetivo general del Instituto era promover y fomentar las condiciones que posibiliten la no discriminación, la igualdad de oportunidades y de trato entre los géneros; el ejercicio pleno de todos los derechos de las mujeres y su participación equitativa en la vida política, cultural, económica y social del país.

Fue así que se plantearon objetivos clave a través de Inmujeres: institucionalizar la perspectiva de género y reconocer los derechos humanos de las mujeres a través de tres acciones concretas:

  • Capacitación interna, lo cual fue muy importante para poder lograr la institucionalización con perspectiva de género.
  • Hacer trabajo comunitario, orientado a trabajar con las comunidades más alejadas, atendiendo sobre todo zonas rurales y que pudieran tener algún recurso.
  • La certificación de género en las empresas.

Con estas tres líneas, Inmujeres logró el reconocimiento de la ONU, como uno de los programas más exitosos para contener, prevenir y apoyar en el diseño de políticas públicas desde una perspectiva de género.

Hoy, Inmujeres ha cerrado sus puertas de manera oficial y lo que parecía una victoria al elevar el instituto a una Secretaría, terminó encauzando en un pisoteo atropellado de más de un centenar de personas trabajadoras que se vieron atravesadas por la violencia institucional y forzadas a aceptar su liquidación como camino único para resistir.