LA EXTINCIÓN de 109 fideicomisos federales pudo haber cobrado su primera víctima mortal: el senador morenista Joel Molina Ramírez.
EL SUPLENTE del director de Canal 11, José Antonio Álvarez Lima, murió por Covid-19, enfermedad que pudo haber contraído en las sesiones presenciales de la Cámara alta para aprobar el fideicomicidio.
CUENTAN que todos los senadores de Morena, sin importar sus factores personales de riesgo, fueron presionados por su coordinador, Ricardo Monreal, para acudir a esas discusiones que, debido al bloqueo al edificio de Paseo de la Reforma, se realizaron en la casona de Xicoténcatl, donde no se puede guardar la sana distancia y hay muy poca ventilación.
SI A ESO se suma que la votación se tomó a viva voz y pasando un micrófono de mano en mano, queda claro que la obcecación por finiquitar rápido ese asunto que tanto urgía en Palacio Nacional puso en riesgo a los 128 senadores, centenas de sus colaboradores, empleados del Senado, periodistas y miles de familiares de todos los presentes.
VAYA COSTO altísimo para un capricho presidencial que bien pudo haber esperado para mejores tiempos.
Además Templo Mayor de Reforma que POR CIERTO, debido a los contagios de Covid-19 en el Senado, mañana temprano se comenzarán a hacer pruebas rápidas a los legisladores para que ese mismo día sepan si pueden o no asistir a la sesión del martes.
LA MEDIDA será útil siempre y cuando tooodos acudan a hacerse el estudio y no haya quienes decidan esperar hasta el martes para tomar el examen, lo que ya no sería oportuno ni responsable.
QUIENES no se sometan a la prueba mañana en el Senado o lleguen el martes con los resultados de un examen realizado en otro sitio demostrarán una falta de conciencia que raya en la irresponsabilidad.
Y SI ALGUIEN no cree que esas cosas ocurren, que le pregunte al senador Alejandro Armenta, quien regresó a sesionar a pesar de haber estado enfermo de Covid-19 y sin presentar un certificado negativo.