DA LA IMPRESIÓN de que el superasesor jurídico de la Presidencia, Arturo Zaldívar, no está haciendo del todo bien su chamba. Y es que nomás no se entiende que él, como ex ministro de la Suprema Corte, permita que Claudia Sheinbaum tome una ruta taaan arriesgada como es la de decidir qué acata y qué no acata de las resoluciones judiciales.
POR SUPUESTO la Jefa del Ejecutivo y su equipo tienen una postura fundamentada sobre el tema, pero eso no significa que así nomás, por sus pistolas, la presidenta tenga la facultad para determinar qué decisiones judiciales son válidas y cuáles no. Justo para eso está la Suprema Corte, que es un tribunal cons-ti-tu-cio-nal.
UNA COSA es que en México la tradición sea decirle que sí a todo lo que diga quien encabeza la Presidencia, pero otra muy distinta es que su asesor Zaldívar no la prevenga de aparecer como alguien que ignora la separación de Poderes. Lo comentan en Templo Mayor de Reforma.