Por Yamiri Rodríguez Madrid
Hay dos panistas que suspiran por la candidatura a la presidencia municipal de Xalapa, aunque de los dos no se hace uno: Sergio Hernández Hernández y Omar Miranda Romero. Tienen varias coincidencias: ambos son diputados locales, tienen relativa juventud, han (des) coordinado la bancada de su partido en el Congreso Local, sin un trabajo legislativo digno de presumir y tienen la misma chispa que un cuete en el piso el 1 de enero.
El primero, a través de su casa de enlace, la misma que ha usado como pretexto para llenar de espectaculares Xalapa, da talleres virtuales para la elaboración de x o y artículo. El segundo ha entregado algunas despensas, como lo promociona en sus redes sociales. Sin embargo, si hoy fueran las elecciones, ninguno tendría una oportunidad real de ganar la contienda, sin importar quienes sean los adversarios.
Si fuese concurso de popularidad en redes sociales, también van bastante rezagados de otros aspirantes, sobre todo Omar Miranda quien, a pesar de haber sido Regidor, Secretario de Comunicación de su partido y actual coordinador del grupo, apenas y llega a poquito más de 5 mil seguidores en Facebook, eso sin mencionar que ha sido un chapulín azul, que ha brincado de grupo en grupo, primero con Enrique Cambranis Torres, luego con José de Jesús Mancha Alarcón y ahora con Joaquín El Chapo Guzmán.
Lo cierto es que si tomáramos como referencia el desempeño que cada uno ha tenido en el Congreso Local para darnos una idea de lo que podrían hacer en el muy lejano caso hipotético de que uno de ellos ganara la presidencia municipal, terminaríamos por deprimirnos, pues más allá de los escándalos, no hay iniciativa de reforma o ley trascendente que hayan presentado, mucho menos que el xalapeño identifique como logro propio. Si los busca en algún explorador de Internet, la primera referencia que sale de ellos, coincidente otra vez, es opacidad y caída.
A pesar de la división que han causado en la bancada y de su diferencia personal por tener la misma aspiración política, están empecinados en ser candidatos en 2021, lo que sin duda seguirá desgastando al grupo legislativo. La pregunta es si al final valdrá la pena para el partido el deterioro que Sergio Hernández y Omar Miranda han ocasionado.
@YamiriRodriguez