¿Sextear o no sextear?: La estigmatización detrás de esta práctica.

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/Por Sofia Escalona (FCPyS y becaria CIGU)/

México es uno de los países que más practica el sexting en Latinoamérica, según datos de un estudio reciente realizado por JAMA Pediatrics reveló que aproximadamente “el 14.8% de los y las jóvenes menores de 18 años practican el envío de contenido sexual, mientras que el 27.4% lo recibe” (Alas tensas, 2023).

El sexting o sextear, es una práctica sexual comúnmente realizada entre personas jóvenes, debido a la cercanía que tienen con el uso de las tecnologías y plataformas que les permiten enviar mensajes de texto, ya sea por redes sociales o apps de mensajería. Esta práctica consiste en el intercambio de mensajes de índole sexual, en las cuales se incluyen videos y fotografías explícitas; estas suelen compartirse desde la intimidad, cercanía, confianza, el descubrimiento y el goce de la sexualidad y derechos sexuales con la pareja o cualquier persona con la que se haya decidido establecer un vínculo sexoafectivo previo.

Dicha actividad erótica requiere del consentimiento mutuo en cualquier momento, es importante enfatizar que ese consentimiento también se puede retirar en el instante en el que las personas ya no se sientan cómodas o simplemente ya no quieran hacerlo, decisión que debe ser respetada sin ningún tipo de cuestionamientos.

En el capítulo del podcast Violeta y Oro titulado «¿Sextear o no sextear?», se aborda el tema del sexting y sus implicaciones. En este episodio, se explora cómo esta práctica puede ser una forma divertida y enriquecedora de llevar la sexualidad más allá de lo tradicional, al permitir la exploración de límites y deseos sexuales.

Asimismo, la experta invitada, Ixchel Aguirre, Coordinadora de Mediactivismo en «Luchadoras», explicó que llevar las prácticas sexuales más allá de una perspectiva falocéntrica, que se centra únicamente en el intercambio de fluidos, nos permite también explorar tanto nuestras fronteras como nuestras inquietudes en el ámbito sexual. Sin embargo, como toda práctica sexual, trae consigo riesgos ya que al ser un intercambio de mensajes íntimos con otra persona a distancia por medio de aplicaciones, puede resultar accesible exponer ese contenido íntimo por todo el internet cometiendo un delito y afectando severamente a las personas víctimas de esta violación a la privacidad y sus derechos sexuales.

Según el Código Penal de la Ciudad de México artículo 181 Quintus, adicionado en 2020, “la persona que cometa delitos contra la intimidad sexual será quien videograbe, audiograbe, fotografíe, filme, elabore imágenes, audios, vídeos reales o simulados de contenido sexual íntimo, de una persona sin su consentimiento o mediante engaño. Quien exponga, distribuya, difunda, exhiba, reproduzca, transmita, comercialice, oferte, intercambie y comparta imágenes, audios o videos de contenido sexual íntimo de una persona, a sabiendas de que no existe consentimiento, mediante materiales impresos, correo electrónico, mensajes telefónicos, redes sociales o cualquier medio tecnológico. A quien cometa este delito, se le impondrá una pena de cuatro a seis años de prisión y multa de quinientas a mil unidades de medida y actualización” (Congreso de la Ciudad de México, 2020).

Es crucial reconocer que, dado a que estas prácticas sexuales pueden hacer que las mujeres se sientan expuestas o vulnerables, los discursos que afirman que la mejor manera de prevenir la violencia digital es abstenerse de realizar estos actos en realidad fomentan la estigmatización, la prohibición basada en el miedo y la culpabilización de las mujeres que decidan participar. En lugar de ofrecer herramientas adecuadas para el cuidado y reforzar el respeto a los acuerdos, la privacidad, el consentimiento y la vida sexual de las personas.

Con el propósito de vivir una vida sexual libre, segura y sin prejuicios, es pertinente considerar algunos puntos importantes, si se desea en algún momento practicar el sexting y estos son: el uso de aplicaciones en donde puedas tener el control sobre cuánto tiempo el contenido que envíes se quede en el chat y no se puedan tomar capturas de pantalla o video, poner alguna marca de agua, emoji con el fin de poder identificar a qué persona le enviaste determinado contenido, desactivar la geolocalización en especial si se usan apps de citas, tratar de no mostrar lugares reconocibles como tu habitación o alguna otra parte de tu casa, cubrir señas particulares de tu cuerpa, como tatuajes, lunares, marcas, rostro, etcétera, para proteger tu identidad, pero lo más importante es saber que si se tienen dudas de realizar dicha actividad con alguna persona por diferentes motivos, entonces es un no.

Les invitamos a escuchar el episodio «¿Sextear o no sextear?» del podcast Violeta y oro de la Coordinación para la Igualdad de Género en la UNAM para reflexionar e informarse antes de tomar decisiones. Juntxs podemos crear un espacio seguro en línea.

 

Fuentes consultadas

Congreso de la Ciudad de México. Código Penal para el Distrito Federal. Recuperado de: https://www.congresocdmx.gob.mx/media/documentos/9cd0cdef5d5adba1c8e25b34751cccfdcca80e2c.pdf

Alas Tensas. Revista Alas Tensas, «Glosario feminista vivo ⎸¿Qué es el sexting y cuáles son sus peligros?». Recuperado de https://alastensas.com/observatorio/glosario-feminista-vivo-que-es-el-sexting-y-cuales-son-sus-peligros/

Fuente Coordinación género UNAM