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08.11.2025 Durante una gira de trabajo en Tepic, Nayarit, este 8 de noviembre, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo lanzó un mensaje contundente contra los prejuicios de género que han marcado su llegada a la Presidencia de la Republica.
En el marco de la entrega de más de 500 escrituras del programa Vivienda para el Bienestar, Sheinbaum afirmó que muchos opositores creyeron que sería derrotada por el simple hecho de ser mujer, pero la historia demostró lo contrario.
“Pensaron que me vencerían solo por ser mujer, pero no fue así. Aquí estamos, gobernando con principios, con convicción, con resultados. No llegamos por cuotas ni por concesiones, llegamos porque el pueblo decidió que una mujer podía encabezar el destino de México”, declaró ante cientos de asistentes, acompañada por el gobernador de Nayarit, Miguel Ángel Navarro, quien refrendó su respaldo y destacó el sentido humanista de su gobierno.
La presidenta subrayó que su administración no solo representa un cambio político, sino también una transformación cultural que desafía los estereotipos que históricamente han excluido a las mujeres de los espacios de poder.
“No estamos aquí para replicar viejas formas, estamos aquí para demostrar que las mujeres podemos gobernar con firmeza, con sensibilidad y con honestidad”, añadió.
En su discurso, Sheinbaum también hizo referencia a los ataques que ha recibido por parte de sectores opositores, señalando que detrás de muchas críticas hay una resistencia a aceptar que una mujer pueda ejercer el poder con legitimidad.
“Nos dijeron que no teníamos experiencia, que no teníamos carácter, que no sabíamos gobernar. Hoy les respondemos con hechos, con obras, con justicia social”, afirmó.
El evento en Tepic incluyó la entrega de escrituras a familias que durante años enfrentaron incertidumbre jurídica sobre sus viviendas.
La presidenta destacó que este tipo de acciones reflejan el compromiso de su gobierno con el bienestar de las mujeres, especialmente aquellas que encabezan hogares y han sido históricamente marginadas por políticas públicas que no reconocen su papel central en la vida comunitaria.
El enfoque de género en el discurso presidencial no fue retórico. Sheinbaum insistió en que la transformación del país debe incluir la dignificación de las mujeres en todos los ámbitos: desde el acceso a la vivienda y la salud, hasta la participación política y la seguridad.
No hay transformación verdadera sin justicia para las mujeres. No hay democracia si seguimos siendo excluidas o violentadas”, concluyó.
Las palabras de la presidenta resonaron como un llamado a desmontar las estructuras de discriminación que persisten en la política y sociedad mexicana.
Su discurso en Nayarit no solo reafirmó compromisos institucionales, sino que también envió un mensaje claro: el liderazgo femenino no es una excepción, es una realidad que llegó para quedarse.












