SIN RODEOS.

/Diego Fernández de Cevallos / 

Es tema de gran impacto.

Pocas conductas son tan depravadas y antisociales como asesinar mujeres “por razones de género”.

México alcanza cifras espeluznantes, llegando a 10 feminicidios al día; y lo peor es que el 99 por ciento queda impune.

Esa realidad llevó al fiscal general de la Nación, Alejandro Gertz Manero, a proponer cambios legislativos para superar las dificultades que enfrenta el Ministerio Público al integrar las carpetas de investigación por esos delitos. Hasta donde entendí, el fiscal propuso que el FEMINICIDIO se tipifique como HOMICIDIO AGRAVADO, imponiéndole las máximas penalidades.

Es una cuestión de técnica legislativa que no implica suprimir el concepto de feminicidio, pero que hará más clara y directa la ruta de las investigaciones y los castigos, con perspectiva de género.

Lo anterior provocó violenta respuesta de legisladoras y de grupos defensores de los derechos femeninos.

Es explicable esa reacción cuando no hay disposición a escuchar, entender, discutir y procurar la mejor solución a un problema.

El concepto de FEMINICIDIO es recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos; también es conquista y bandera; pero la propuesta del fiscal no implica desatender esa recomendación ni acabar con la conquista y la bandera, sino ser más eficaces en la defensa de los derechos fundamentales de las mujeres.

El Presidente de la República opinó que es mejor no modificar la legislación y dejarla por lo pronto intacta. Debemos excusarlo porque él está en lo de la rifa, dándole el avión a millones de mentecatos.

No hay duda de las buenas intenciones de las inconformes, pero la realidad exige respuestas fundadas y motivadas. Al constatar que los códigos penales estatales y el código federal suman 33 definiciones de feminicidio, con penalidades diferentes, es suficiente para justificar un análisis sereno e informado de lo que propone el Fiscal.

En mi opinión, no es conveniente crear, sin necesidad, tipos penales de manera casuística. Es mayor la seguridad jurídica de las víctimas cuando al tipo penal de HOMICIDIO se incorporan las calificativas e hipótesis del FEMINICIDIO. Para dar certeza jurídica a los gobernados, trátese de imputados o víctimas, incluso de la autoridad que investiga y de quien juzga, es recomendable que esa conducta se ubique en el tipo básico de HOMICIDIO.

Así, en el caso que no se acrediten las calificativas del FEMINICIDIO, se castigará el hecho como HOMICIDIO AGRAVADO. Hoy, en tal caso, solo se sanciona como HOMICIDIO SIMPLE.

Ciertamente se hará lo que propone el Presidente, o sea, NADA, pero mientras las instituciones de procuración e impartición de justicia estén abandonadas a su suerte, sin recursos humanos y materiales suficientes, y con serios problemas de corrupción, seguirán campeando la impunidad, la anarquía y la muerte.