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10/05/2022/ México.- Son 100 mil corazones rotos, son millones más de lágrimas derramadas en este 10 de mayo que paso a paso se convierten en una marcha que camina sobre la sombra de miles y miles de hombres y mujeres, niñas y niños desparecidos, ante la indolencia de los gobernantes.
“La gente se pregunta ¿Y ellas quiénes son? Somos buscadoras y buscamos solución”; “Ya son 100,000, Los buscaremos hasta el fin”; o la proclama de: “No somos 1, no somos 1,000 Escucha, Gobierno Somos 100,000”.
Son las arengas que retumbaron en todas las plazas Públicas en este país, donde las víctimas buscan diálogo y les mandan a dos funcionarios a atenderlas en la puerta del Palacio, de quien no quiso vivir en los Pinos.
En un acto previo a la XI Marcha por la Dignidad Nacional, se exhortó a López Obrador a reunirse con las madres de personas desaparecidas afuera de Palacio Nacional. No quiso dar la cara, denuncian las victimas de quien les ha incumplido.
Las más de 155 mil firmas de la petición de @movNDmx fueron recibidas por otro tabasqueño, al que enfila López Obrador como su sucesor, Adán Augusto López, tan inmerso en la política como su jefe, pero hay que tomarse la foto.
Mientras en los restaurantes y las casas las madres mexicanas recibían felicitaciones, rosas y otros regalos, en las calles, con el sol ardiente y muchas en sus atuendos de madres buscadoras, alzaban la voz en protesta por la indolencia y falta del deber de un gobierno que les delega la tarea de buscar a sus seres queridos, sin recursos y exponiendo la vida.
Sobre el ángel de la independencia, sobre las vallas que les impiden el paso a un palacio nacional de todas y todos los mexicanos, plasmaron los carteles de los rostros de los hijos, hijas, hermanos, sobrinos, nietos y esposos que desaparecieron y de los que siguen buscando hasta encontrarlos.
Vacíos que han dejado los gobiernos indiferentes, que solo por campaña se comprometieron a la búsqueda pero, en la realidad sólo son ellas, las madres, las hermanas, las hijas, las mujeres, las que caminan sin fin, agotando sus fuerzas, muchas muriendo en el proceso, otras de pie, apenas sostenidas por otras y miles más sumándose cada día.
Este martes 10 de mayo, diversos colectivos realizaron movimientos y manifestaciones en todo el país a fin de exigir la aparición de sus hijas e hijos desaparecidos por diversas causas.
Más tarde se inició una concentración de personas en su mayoría mujeres, en el Monumento a la Madre, esa imagen que promueve el gobierno para combatir la ideología de género, quienes iniciaron una marcha rumbo al Ángel de la Independencia para hacerse visibles ante una nación que las mira pero no apoya.
Los convocantes fueron las y los integrantes de la XI Marcha de la Dignidad Nacional “Madres buscando a sus hijos e hijas, verdad y justicia”, a ellos se sumaron 80 organizaciones tan solo en la CDMX.
En otras partes del país, protestaron con marchas, con pancartas, altavoces y lonas exigiendo la aparicion con vida de sus hijas e hijos, esposos niñas y niños, adolescentes, jóvenes y hasta sus misma compañeras, asesinadas por los mismos sicarios que desaparecieron a sus familiares.
A los contingentes se unieron la Caravana de madres de Centroamérica que protesta en Ciudad de México, por los 35 mil migrantes que han desaparecido en manos de grupos delictivos y hasta de la policía mexicana.
El pasado 12 de abril, familiares de personas desaparecidas del Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México pidieron que el Estado mexicano atienda el informe del Comité de la ONU Contra las Desapariciones Forzadas (CED) y aplique las recomendaciones de manera rápida y convincente.
Muchas se desviaron a la desaparecida Fiscalía General de la república, interesada en una sola agenda, muy personal del titular, sin atender a las madres que suplican con las fotografías en el pecho, busquen a sus hijos e hijas
