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22.12.2022. Sonora/ Cimac Noticias.- Cecilia Flores Armenta está buscando a sus hijos Alejandro y Marco Antonio desde 2015. Esto le ha valido varias amenazas de muerte que no han cesado desde junio de 2021 hasta la fecha. Ante esto, la activista pide a las autoridades locales y federales que le brinden protección permanente frente al temor de perder la vida sin haber encontrado a sus hijos.
En entrevista con Cimacnoticias, Cecilia Flores —fundadora de las Madres Buscadoras de Sonora— narró que ha recibido diversas amenazas de muerte por vía telefónica y también a través de perfiles falsos de Facebook.
Las amenazas iniciaron a la par del asesinato de su compañera de búsqueda Gladys Aranza Ramos Gurrola, quien fue asesinada según versiones, por la delincuencia organizada mientras buscaba a su esposo. Esto provocó que Cecilia saliera de Sonora en julio de 2021 y solicitara medidas de protección con el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas (MPPDDHP).
A pesar de que dicho Mecanismo atendió su solicitud, Flores Armenta denuncia que las amenazas se han vuelto más frecuentes en los últimos meses e, incluso, están ofreciendo “recompensas” para quien termine con su vida. “Ahora le ponen precio a mi cabeza: 50 mil pesos”, aseveró la defensora de derechos humanos.
Llevo 1 mes pidiendo protección al mecanismo porque está en riesgo mi vida.
Hoy junto con mi compañeros activista pedí a la @CIDH que dicten medidas de protección. Yo no quiero justicia, solo quiero encontrar a mis hijos y no puedo dejar de buscarlos pic.twitter.com/QZKWvny48Y
— Madres Buscadoras de Sonora (@MadresBuscan) December 16, 2022
Ella cuenta con protección permanente las 24 horas dentro del estado de Sonora gracias al Mecanismo de Protección (MPPDDHP). Sin embargo, fuera de dicho territorio no tiene ninguna garantía de seguridad. Es por eso que ahora Cecilia Flores está solicitando medidas por parte de las autoridades federales en otros territorios como la Ciudad de México y Sinaloa.
Apenas en noviembre, la fundadora de Madres Buscadoras de Sonora se presentó ante la Fiscalía General de la República (FGR) para denunciar las constantes amenazas que sigue recibiendo. Además, el 15 de diciembre solicitó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos la dictaminación de medidas de protección. Pero, mientras llegan las autoridades deciden tomar cartas en el asunto, la vida de la activista continúa en riesgo.
Cecilia Flores pide protección permanente fuera de Sonora
Desde hace poco más de un año, Cecilia se mudó a la capital del país como medida de protección. El Mecanismo de Protección la ha ubicado en diferentes refugios que, se supone, son 100 por ciento seguros. No obstante, Flores Armenta ha recibido agresiones incluso en estos lugares de seguridad.
Según narró a Cimacnoticias, quienes la buscan han intentado allanar el lugar en el que se alberga. Además, en una ocasión quemaron la puerta del lugar a modo de amenaza. Aunque las autoridades le han brindado atención estos casos, el problema es que no cuenta con protección permanente como la que tiene en Sonora.
La activista necesita esta protección para continuar con sus labores de búsqueda sin que esto ponga en riesgo su vida. “Cuando yo tengo que ir a buscar a mi hijo a Sinaloa no tengo protección, y en mi casa ha llegado el cártel a amenazarme para que ya no busque”, declaró.
Por otro lado, Cecilia Flores también lamenta que no haya avances en la búsqueda de sus dos hijos. Precisamente es eso lo que la ha llevado a salir a buscarlos, pero la desprotección por parte del Estado mexicano obstaculiza su labor.
“Si ellos no hacen el trabajo que me dejen hacerlo a mí”
Cecilia desconoce de quién vienen las amenazas que ha recibido; no obstante, descarta que sea el crimen organizado quien está detrás de ellas. Por su experiencia, sabe que los grupos delictivos no suelen amenazar y menos por periodos de tiempo tan largos: estos grupos, por el contrario, únicamente “cobran tus deudas” y desparecen.
En 2019, otro de sus hijos (quien en ese entonces era menor de edad) también fue desaparecido precisamente por el crimen organizado, encarado por el Cártel Salazar. Sin embargo, Cecilia pudo conseguir la liberación de su hijo, aunque no fue posible hacer lo mismo en el caso de su otro hijo Marco Antonio (el cual fue privado de su libertad por el mismo grupo criminal).
Desde entonces, esta madre ha recorrido diversos estados buscando a dos hijos desaparecidos: Alejandro Guadalupe Islas Flores y Marco Antonio Sauceda Rocha. El primero desapareció en los Mochis, Sinaloa, el 30 de octubre de 2015. Marco Antonio, por su parte, fue visto por última vez el 4 de mayo de 2019 en Bahía del Kino, Sonora.
Cecilia Flores denuncia que las autoridades no han avanzado en las investigaciones alrededor de la desaparición de Alejandro y Marco Antonio. Además, debido a las amenazas en su contra, se le ha recomendado no ir más a Sonora a buscarlos por su cuenta. Pese a esto, ella sigue asistiendo a la entidad mes con mes ante la inacción de las autoridades.
La activista denuncia que ni la Comisión de Búsqueda de Personas de Sonora ni la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas del estado han mostrado avances en el caso. Tampoco lo ha hecho la Comisión de la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición Forzada de la FGR. “Entonces, ¿quién busca a los desaparecidos? Pues las madres”, responde ante la decepción de esta ineficiencia.
“Si ellos no hacen el trabajo que me dejen hacerlo a mí, pero que me den todas las herramientas que necesito para seguirlo haciendo”.
Cecilia Flores Armenta
Las amenazas que Cecilia ha recibido terminan impactado en todo su colectivo. “Las madres tienen miedo… se desmoralizan y no quieren salir a buscar”, declaró a esta agencia. Por otro lado, la falta de sensibilidad de las autoridades y los altos grados de impunidad en los casos de desaparición forzada hacen necesario que las madres abandonen sus hogares para localizar a sus seres queridos.
“Hay madres que sufren la ausencia de toda la familia completa y no tiene apoyo por parte de las autoridades”, asevera Cecilia. Ante esta situación ella solo tiene una exigencia: “que las autoridades se pongan a hacer su trabajo. Ellos eligieron estar en el lugar que están. Ellos estudiaron y se prepararon para estar ahí; yo no estudié ni me preparé para ser una madre buscadora. Estoy haciendo su trabajo y me ponen todas las piedras en el camino”.
Finalmente, aseguró que pese a su temor de perder la vida, ella nunca dejará de buscar a sus hijos y espera que más mujeres tomen la misma decisión. “Buenos o malos, culpables o inocentes, ellos tienen el derecho de ser buscados, y nosotros las familias tenemos la obligación de hacer valer sus derechos”.
Apenas a inicios de año, Cecilia Flores se reunió con el subsecretario de Población, Derechos Humanos y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, y con el gobernador sonorense Alfonso Durazo. Ambos funcionarios se comprometieron a agilizar las investigaciones de desaparición forzada en Sonora y a brindar seguridad a los colectivos de búsqueda.
A pocos días de cerrar el año, las amenazas que la madre activista continúa recibiendo dejan ver que el trabajo, aún, no es suficiente.