Yo Campesino .
* 4T destruye instituciones, la Constitución, libertades y derechos retroactivos.
/ *Miguel A. Rocha Valencia*/
Es el mismo gobierno quien destruye instituciones el que dinamita la Constitución y nuestras libertades, en una orgía de terror que mantiene a millones de mexicanos pasmados, espantados y sin saber qué nos depara el futuro.
Y es que con la fraudulenta mayoría en el Congreso y montados en la mal llamada supremacía Constitucional, destruyen todo lo existente, incluyendo libertades y capacidades de la sociedad para defenderse de los excesos de un gobierno que en su orgía de poder respalda todo con una ley de ocurrencias, revanchas y parches mal hechos con el fin de mantenerse en la cumbre en un gobierno de mil años.
Nada importa para esta caterva de sujetos vestidos de legisladores comandados por una persona que dice encarnar la voluntad del pueblo porque fue electa la tercera parte de los electores, porque las otra dos, le dijeron que no la querían.
Muestran a cada paso que dan su desprecio por ese pueblo que dicen representar, por la ley que ajustan y modifican con ocurrencias y ese afán fascista que el impresentable que coordina a los diputados del oficialismo hace llamar supremacía.
Con el puro mote se revelan como lo que son, hacen ver que su facción es la suprema, que todos los demás son corruptos y traidores a la Patria por defender valores que nos dieron identidad a través del pacto republicano que se basa en la separación de poderes y que hoy quieren asumir como propios.
Supremacistas que dicen velar por el bien de un pueblo al que olvidaron y no sirven pero es mentira, hacen todo, hasta violar sus propios preceptos y conciencias extraviadas para consolidarse en el poder omnímodo tras el cual está un falso mesías amargado, violento y traidor a él mismo y que se siente predestinado.
De hecho ese proyecto pretende acabar con la democracia y mexicanos libres para imponer a través de su marioneta un sistema de gobierno con mando de un solo sujeto que da, quita, premia o castiga según su propia interpretación de la ley.
Y cuando esa misma ley no le concede la razón, la dinamita para imponer la suya, así como lo hace con la Constitución a la cual además, le agregará o le quitará un transitorio que tiene que ver con la retroactividad de la norma.
Con ello, hará que cualquier reforma que impongan, tenga efectos inmediatos y universales, sin importar derechos adquiridos de las personas. Dejarán de ser irrenunciables, si así quiere, los derechos laborales de las personas que hoy están protegidos, pero mañana no sabemos.
Escondida en las reformas, va el transitorio para de esa manera acabar con los derechos adquiridos por quienes a raíz de la Judicial pierdan años de carrera y su empleo. Con ello, cualquier reclamo gremial podrá irse a la basura, más sin la posibilidad de ampararse ante la arbitrariedad y excesos del gobierno que suma desde ya al Ejecutivo y el Legislativo.
Con ello, la carísima mascarada que será la elección de jueces, magistrados y ministros, será sólo un relleno que bien podría irse al caño pues se aplicarán sólo en los casos de los particulares, como los pleitos laborales.
Pero en el caso de querellas contra el poder, no habrá defensa, los mismos morenos y sus rémoras que hoy festinan, podrán ser ajusticiados sin chance de defenderse, por lo que los agraciados súbditos tendrán que hacer superlativa su lambisconería ye imprimir más sonoridad a la caja de aplausos presidencial para ser premiados. Si alguno reclama derechos adquiridos se quedará sin nada, es la mejor medida para evitar desertores y asegurar la lealtad a ciegas que reclamó el ganso.
Entramos a una zona de oscuridad cuya temporalidad no sabemos cuándo habrá de terminar, pero seguro no será de manera tersa porque los canales por los cuales llegó a la 4T al poder, fueron dinamitados por ellos mismos, igual que el Tlatoani tabasqueño mandó destruir la institución que lo defendió del desafuero y le dio la oportunidad de apoderarse de la Ciudad de México primero y luego del país: si, el poder Judicial.