*Mansplaining y manterrupting son micromachismos que se deben enfrentar y pedir que se erradiquen.
/Ana Lilia Osorio/ Dalia Empower /
Se trata de una historia que en un momento se hizo viral en la red social Twitter y aunque no se sabe si es real, se compartió rápidamente y suscitó miles de comentarios de mujeres que de inmediato se identificaron con ella y, a su vez, contaros su propias experiencias de ser interrumplidas por colegas hombres para ‘explicarles’ temas en los cuales ellas eran la expertas.
Más allá de que la anécdota pueda resultar graciosa, se trata de una práctica conocida como mansplaining (en inglés), la cual ejercen los hombres al explicar a las mujeres un tema bajo la creencia de que ellos tienen mayores conocimientos, de acuerdo con las definiciones que brindan Inmujeres y ONUMujeres, respectivamente.
Esta acción es uno de los muchos micromachismos que existen y que son actos machistas que suelen pasar desapercibidos. Sin embargo, son muy comunes en el día a día de las mujeres.
Otra práctica habitual es la conocida como manterrupting, (también en inglés), que designa a la acción que realizan los hombres cuando interrumpen a las mujeres en una charla o una reunión.
lejandra Moreno, socia fundadora y directora de MAREA Consulting, aseguró que muchas mujeres han vivido este tipo de situaciones en las que ellas son anuladas, minimizadas o descartadas.
“[Son] Comentarios sutiles que pueden pasar desapercibidos, pero que de alguna manera transmiten un mensaje que puede ser excluyente o sexista hacia la persona que está recibiendo ese mensaje, por algún aspecto de su identidad. Pero aquí, en estos micromachismos o microagresiones, es importante destacar que son comentarios sutiles, pero que la persona que [los] está haciendo deja ver un sesgo sutil que tiene”, indicó.
No obstante, las mujeres puden combatir estas conductas con una serie de accione
ONU Mujeres
Alzar la voz
“Este comportamiento, tanto el micromachismo como el mansplaining, que es parte de una microagresión, vienen de una intención que es inconsciente. Muchas veces la persona no se da cuenta que está teniendo esa microagresión o incluso muchas personas no saben que están teniendo este comportamiento de mansplaining. Incluso la persona puede llegar a pensar que está haciendo un cumplido o que le está facilitando la situación a la persona. pero en realidad no es así, no está teniendo un impacto en el otro”, aseguró Moreno.
Para evitar los micromachismos es necesario dar visibilidad a lo que está pasando, de forma que quien lo ejerce pueda percatarse de que tiene un comportamiento equivocado.
“Me invitaron a participar en otra entrevista; el entrevistador era un hombre y parecía que él era el entrevistado. Me preguntaba, yo le contestaba y él hablaba, hablaba y hablaba. Y entonces, ahí dos cosas […]. pues si me invitó a la entrevista, pues era para escucharme, no para escucharse a él mismo. Y yo, hubo un momento donde, cuando vi tantas interrupciones le dije: ‘Oye, me dejas terminar mi punto. Entonces, cuando le dije eso, hubieras visto su cara; se quedó callado y hubo un momento incómodo, pero yo no fui grosera ni nada, lo único que le dije fue: ‘Me dejas terminar’”, recordó a manera de ejemplo.
Es válido hacer visibles los micromachismos y corregirlos en una reunión de equipo o cuando se esté frente a frente con quien los ejerce. Pero es importante hacerlo de manera asertiva y evitar la confrontación ríspida enfrente de otras personas.
“Lo más recomendable, en lo que uno se va habituando a alzar la voz, es en una plática uno a uno, y siempre con una comunicación asertiva. Decir a la persona: ‘Sabes qué, en la reunión sucedió este hecho y me sentí que no estaba siendo tomada en cuenta mi opinión y me gustaría que me escucharan’”, mencionó.
“Se requiere mucha valentía y mucho coraje para tener el valor de reflejar ese comportamiento porque no queremos hacerlo; nos da miedo. Siempre es: ‘No quiero hacer un problema mayor’, ‘Así es esa persona; déjalo, no pasa nada’. Si nosotros realmente queremos tener un ambiente y una cultura de trabajo enfocada hacia la inclusión, entonces necesitamos empezar a levantar la voz”, añadió.
Comunicar de forma asertiva
Al momento de explicar a los hombres que ejercieron el mansplaining o manterrupting es necesario que la comunicación sea asertiva, aseguró Moreno.
Se puede comenzar por explicar la forma en que hizo sentir esos actos y detallar las necesidades. Es decir, expresar que se sintió que no se valoró la opinión, que minimizó los conocimientos o el sentimiento que aplique, y que requiere terminar la idea y no recbir explicaciones innecesarias.
“Si nosotros vamos con un discurso de: ‘Tú me hiciste esto y tú hiciste esto, luego luego cerramos el diálogo y la persona se pone a la defensiva. En cambio, si nosotros vamos desde un punto de vista de cómo nos hizo sentir ese comportamiento y aparte, algo súper importante en ese diálogo, es decir lo que a ti te gustaría del comportamiento del otro. Como lo que te decía, a mí me gustaría que me dieran la oportunidad de terminar mis ideas. Entonces, ahí, ya le estás diciendo a la persona qué te gustaría que sucediera”, aseguró.
Tener paciencia
Dado que son actos inconscientes, es muy probable que no se ejen de ejercer a la primera ocasión que las mujeres levanten la mano. Seguramente se repetirán en varias ocasiones, indicó Moreno.
La mujer que recibe estas microagresiones debe tener paciencia y permitir el diálogo constante para poder generar los cambios.
“Estamos tan habituados a este tipo de situaciones que, como cualquier hábito, esto no se va a resolver a la primera. Entonces, sí se requiere mucho el tener paciencia y tener constantemente este tipo de conversaciones […] Si tú eres el receptor. tener esa paciencia; tener esa paciencia y tener en la mente que a lo mejor el otro lo está haciendo de manera inconsciente y que tú constantemente tengas este tipo de diálogo”.
Recurrir a reportes de manera oficial
En un entorno laboral es común que existan espacios para reportar a los superiores alguna agresión. Por eso, en caso de que las personas no reciban respuesta positiva de parte de quienes ejercen manterrupting y mansplaining, pueden recurrir a los mecanismos establecidos por las organizaciones.
En algunas empresas existen número telefónicos a los cuales se puede llamar para hacer reportes oficiales y anónimos, por ejemplo.
“Si llevas este tipo de diálogo y sigue igual, en algunas compañías hay varios canales de comunicación, como algunas empresas que tienen una línea de ayuda donde puedes levantar esta denuncia si ya la microagresión fue muy fuerte. Entonces, de manera anónima puedes levantar esa denuncia o esa queja”, indicó.
Una cultura de inclusión
Algo que no se encuentra directamente en manos de quienes viven las situaciones de manterrupting y mansplaining, pero a lo que muchas personas pueden contribuir, es construir empresas con cultura inclusiva.
En esas organizaciones, dijo Moreno, será menos probable que alguien ejerza estas prácticas, puesto que la voz de las mujeres es valorada. Pero si se realizan, es muy posible que quien señale estas situaciones sea incluso una tercera persona testigo de lo sucedido, justo porque en la empresa existe una mayor conciencia y cultura de inclusión.
“Ayuda mucho, hablando en un entorno laboral, el tipo de cultura laboral que se tenga y que se vaya fortaleciendo hacia la inclusión, en un ambiente donde todas las personas tengan igualdad de oportunidades, donde todas las personas tienen experiencias laborales favorables. Entonces, si tenemos esas condiciones, ayuda muchísimo”, afirmó.
“Si en una reunión llega a suceder el ejemplo que te dije, a lo mejor hay otra persona que puede reflejar ese comportamiento en ese momento y a lo mejor ya no lo haces tú directamente, que fuiste la persona que lo recibiste, sino que puede haber a lo mejor un líder u otra persona colaborador o colaboradora que diga: ‘Ana estaba dando su opinión y no la dejaste terminar, déjala terminar’”, sentenció.
Publicado originalmente en
https://daliaempower.com/blog/temes-responder-al-mansplaining-y-el-manterrupting-aqui-unos-consejos/