Terrorismo íntimo.

Alguien como tú.

/ Gladys de L. Pérez Maldonado /

La violencia que se ejerce al interior del núcleo familiar o “terrorismo íntimo” se caracteriza por su invisibilidad y sólo convirtiendo el problema familiar en un problema social, es decir, exteriorizándolo, se puede empezar a tratar y a dejar de ser impune a la sanción legal y sólo así, se evitarán tantos feminicidios que se cometen diariamente en nuestro país.

Los feminicidios -en la mayoría de los casos- son cometidos por las parejas sentimentales de las víctimas, quienes eran reiteradamente violentadas y ellas por miedo, por sometimiento y por costumbre, se abstuvieron a denunciar a su agresor o si lo hicieron las autoridades especializadas en la materia, no le dieron la importancia suficiente y para cuando quisieron hacerlo, la mujer había sido muerta.

La familia es la célula donde se refleja con mayor claridad las dos variables en que organiza la sociedad: el “poder” y el “género”. Entendemos por poder la capacidad de afectar la conducta, el pensamiento y los sentimientos de otras personas. Los hombres maltratadores ejercen de diferentes maneras el control, que no es nada más que la forma exitosa del uso del poder.

El terrorismo íntimo, se da en tres etapas de manera gradual, que son casi imperceptibles. En el inicio, la violencia apenas es reconocida, se manifiesta en forma sutil y psicológica. Muchas veces la víctima se siente protegida y admira las cualidades del agresor: “Querida déjame a mí, tú no sabes”: esta descalificación está teñida de un falso afecto.

A renglón seguido viene la agresión verbal y directa, esto es, la denigración y los insultos de manera permanente, el agresor descalifica a su pareja en todos los aspectos, físico, psíquicos e intelectuales, por ejemplo, “que gorda estás”, “tu presentación tuvo errores, pero ya mejorarás”, “no puedes hacer ese trámite en el banco, te vas a equivocar, mejor voy yo”.

Finalmente, se puede llegar a la agresión física, que es cuando comienzan los golpes, primero levemente, con un pequeño empujón, apretón de brazo y con el tiempo van en aumento hasta llegar al uso de objetos para herir a la pareja  y hasta para exigirle relaciones sexuales forzadas. En este punto, se puede terminar en la comisión del feminicidio o en que la víctima  cometa suicidio.

La violencia no tiene raza, edad, religión, cultura, etnia, ni grupos específicos de mujeres en la sociedad, afecta a las féminas desde el nacimiento hasta a las mujeres de edad avanzada.

La violencia de género la ejerce el hombre a la mujer, destruyendo de antemano la dignidad de la mujer, la autoestima, seguridad y credibilidad en sí misma, que en la mayoría de las ocasiones la lleva a caer en una terrible depresión emocional, con un sentimiento intenso de pena, tristeza o lástima de sí misma, creando una dependencia física y emocional del agresor. La violencia contra las mujeres y las niñas: DUELE.

Una mujer o niña violentada no tiene alicientes o proyectos de vida, ellas solo viven de manera automática, porque su cuerpo a decidido seguir respirando y latiendo el corazón, los ojos de ellas se ven secos, sin brillo, no tienen interés de observar las maravillas de la naturaleza que les rodea, esbozan una sonrisa a medias para no desairar a los demás, tratando de ocultar su dolor, intentando mandar un mensaje de “todo está bien”, dejando un suspiro a medias.

Este tipo de mujer la podemos encontrar en cualquier lado, sin importar edad, clase social, preparación escolar, etcétera, esta mujer puede ser usted o puede ser alguien de su familia o alguna amistad muy querida y lo peor, nos quedamos calladas y callados con ese dolor –no denunciamos- dejando pasar la existencia, hasta el último día que estemos en este mundo terrenal.

Las cifras del feminicidio y de la violencia familiar siguen en aumento, según datos del último corte oficial del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, el Estado de Veracruz se encuentra en el tercer lugar nacional con un total de 31 feminicidios de enero a finales de mayo del 2022 y en un acumulado de tres años ostentamos el octavo lugar nacional de violencia familiar con 36, 199 casos.

No obstante, hasta el mes de mayo de este año -con otros datos- el Monitoreo de Medios de Comunicación del Observatorio Universitario de Violencias contra Mujeres de la Universidad Veracruzana cifraba un total de 48 feminicidios en la Entidad.

Cuidado…alguien de su familia o usted puede estar siendo víctima de Terrorismo Íntimo…no espere a ser parte de la estadística…

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