Titulares versus noticias: la tiranía del ‘clickbait’

Newspapers and magazines on old wood background. Black and white shot.

* Quedarse solo en el titular en vez de leer la noticia completa parece ser un reflejo de la sociedad frenética e hiperconectada en la que vivimos hoy. Sin embargo, la falta de contexto y de profundidad puede llevar no solo a la fatiga informativa sino a la desinformación.

/Fernando Mérida/

La era digital ha traído consigo un océano de información. Las noticias nos rodean, desde las redes sociales hasta los medios de comunicación tradicionales. Sin embargo, un fenómeno intrigante ha emergido al mismo tiempo: la tendencia de la gente a limitarse a los titulares de las noticias, ignorando las historias completas que se esconden detrás de una frase que, en muchas ocasiones, cae en el clickbait (que podría traducirse como «ciberanzuelo» o «cebo de clics»). Pero, ¿por qué sucede esto? ¿Se debe a la falta de tiempo, a la sobrecarga informativa o a una combinación de ambos?

Por un lado, vivimos en una sociedad donde el tiempo es un recurso escaso y en la que la gente a menudo se ve obligada a hacer malabarismos con sus responsabilidades diarias. Este frenesí puede llevar a una preferencia por la brevedad y la instantaneidad, haciendo que los titulares se conviertan en la opción predilecta para obtener información rápida. Un estudio del American Press Institute sugiere que el tiempo limitado influye directamente en la forma en que consumimos noticias, y los titulares se convierten en la primera y a veces única capa de conocimiento para muchos lectores.

El tiempo limitado influye directamente en la forma en que la que se consumen las noticias

A esto debemos sumarle que en la actualidad hay una sobreabundancia de información, y este exceso puede generar lo que se conoce como fatiga informativa. Una revisión publicada en la revista Neurology aborda el síndrome de la sobrecarga informativa y cómo esta puede resultar en una disminución de la atención y la comprensión. Frente a un aluvión de datos, los titulares se convierten en faros que guían a los lectores, pero a menudo no les proporcionan el contexto necesario para una comprensión completa.

En la misma línea, hay una cuestión que no podemos olvidar, y es que esta forma de consumo es un reflejo de la sociedad actual. Las redes sociales han transformado la forma en que consumimos noticias. Las plataformas como TikTok, X (antes Twitter) y Facebook presentan titulares de manera destacada en los feeds de noticias, lo que lleva a un aumento en la lectura selectiva. Y de este modo, las personas pueden formar opiniones basándose únicamente en el titular, sin acceder a los detalles y los matices que proporcionaría leer el artículo completo.

¿Cómo cambiar la dinámica?
Antes de que la palabra clickbait apareciese en nuestra vida, grandes pensadores habían reflexionado sobre la importancia de ir más allá del simple titular. Albert Einstein dijo una vez: «La información no es conocimiento. El único lugar donde el éxito viene antes que el trabajo es en el diccionario». Esta observación resuena en un mundo donde la información se consume rápidamente, pero el conocimiento profundo a menudo se pasa por alto.

Otro ícono cultural, Mark Twain, expresó su perspicacia al afirmar: «Un hombre que no lee buenos libros no tiene ninguna ventaja sobre el hombre que no puede leerlos». Esta idea puede extrapolarse al consumo de noticias: leer solo los titulares puede proporcionar información limitada, pero la verdadera ventaja radica en sumergirse en el contenido completo.

Pero la gran pregunta ante la situación que vivimos es: ¿cómo podemos superar la superficialidad informativa? Ante ella, la educación mediática emerge como una solución clave. Enseñar a las personas a ser consumidoras críticas de las noticias implica fomentar la habilidad de evaluar la credibilidad de las fuentes, comprender el contexto y reconocer sesgos potenciales.

En un mundo donde los titulares dominan la atención, es fundamental reconocer la importancia de ir más allá de líneas breves. La superficialidad informativa puede limitar nuestra comprensión y distorsionar nuestra visión del mundo. Al abrazar la riqueza de información que los artículos completos ofrecen, podemos cultivar una sociedad más informada y crítica. En palabras de Sócrates: «La verdadera sabiduría está en reconocer la propia ignorancia». Este reconocimiento nos impulsa a explorar más allá del titular, en busca de un entendimiento más profundo y significativo.

Publicado en ETHIC.es