Tlaqná para graduaciones

DE PRIMERA MANO

*¿Habrá 15 años?

*Diego Castañeda convalidó ilegalidad

*¿Préstamo o renta del recinto universitario?

*Norma cabildeó la Ley Orgánica

 

Por Omar Zúñiga

 

“Hoy tuve el gran honor de ser padrino de la generación 2022-2025 de la Escuela de Bachilleres (…)”

“Ahijadas y Ahijados”:

“Recuerden, todo lo que realicen, háganlo con amor. No dejen de luchar por lo que su corazón anhela. El futuro no está escrito y ustedes, han demostrado que tienen las herramientas para construirlo”.

“Este, es un recordatorio del poder de la educación para Transformar”.

“Veracruz cuenta con su talento, su energía y convicción”.

Este elocuente mensaje acompañado con fotografías, fue escrito por el flamante diputado local, de Morena por cierto, Diego Castañeda Aburto, en sus redes sociales el pasado 8 de julio, con motivo de la graduación de una escuela preparatoria.

La verdad es que el licenciado Castañeda dio muestras de ser buen orador (ajá) y hasta podemos pensar en algo de romanticismo y cursilería, de no ser por el maldito “pero” de siempre, que todo lo echa a perder y llega nomás para aguadar la fiesta.

Un par de aristas a saber.

 

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Resulta que el evento al que se refiere con tanta vehemencia en su post el diputado Castañeda Aburto, se realizó en la Sala de Conciertos del Centro Cultural Tlaqná, bajo el resguardo de la Universidad Veracruzana; ni siquiera fue realizado en la Sala Anexa.

Es decir, la UV debió haber consentido al más alto nivel, otorgar en préstamo o arrendamiento para un evento privado la Sala de Conciertos, que ha sido considerada la mejor del país, mejor incluso que la Sala Nezahuácoyotl del Centro Cultural Universitario de la UNAM en la CDMX o la misma Ollin Yoliztli, allá mismo, casa de la Orquesta Sinfónica de Xalapa.

Pero el probable deterioro que puede haberse registrado en el recinto es peccata minuta, pues resulta que en fecha 28 de noviembre del 2013, por acuerdo rectoral avalado por el Consejo Universitario General “Se declara Recinto Oficial de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, la Sala Principal del inmueble Tlaqná, ubicada en el Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte de la región Xalapa”.

Mientras que el 27 de agosto del 2014, igualmente por acuerdo rectoral avalado también por el CUG, se acordó que “La Sala Anexa de Tlaqná, Centro Cultural, será utilizada por el Consejo Universitario General para realizar sus sesiones ordinarias y extraordinarias, y se autoriza el uso excepcional de la Sala de Conciertos de la Sala Principal, sólo para las sesiones solemnes, sin perjuicio de las actividades artísticas y culturales inherentes a dicho espacio”.

Es decir, cualquier uso diferente que pretenda darse a la Sala de Conciertos está prohibido.

Si el diputado Diego Castañeda Aburto no estaba enterado de esto, malo y si lo estaba, peor. La ignorancia no exhime la responsabilidad, y tratándose de un personaje de su importancia política, menos.

Sin embargo, más allá de que Diego halla avalado una ilegalidad, haiga sido como haiga sido, esta es una señal más de la insensatez con que se maneja la Rectoría de Martincillo, ahora que fue prestado o rentado (como diría el padre Padilla, está cabrón saber tanto) para graduaciones, podrían esperarse entonces que lo hagan para una fiesta de 15 años, con los Súper Caracoles o Nelson Kanzela, como telón de fondo, la acústica del lugar haría el resto.

Probado está que este personaje, el rectorcito, no debe seguir hundiendo a la Universidad Veracruzana, aunque su gavilla de la Junta de Gobierno pretenda avalar la ilegalidad del asalto a Rectoría mediante la triquiñuela de la prórroga.

 

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Para documentar el optimismo, el pretendido albazo del año pasado con la nueva Ley Orgánica de la UV que avaló el Consejo Universitario General, en la que se eliminaba el “candado” de la edad para poder ir a la elección rectoral (que impide a Martincillo ir a una elección como marca la ley) , fue hecho sin el aval de la hoy gobernadora Rocío Nahle, ni siquiera previamente consensado con el grupo de Morena, la aplanadora legislativa en el anterior Congreso.

Resulta que Martincillo pretendió acordar la aprobación de esta ley, ya ingresada a la Legislatura, y una de sus grandes operadoras políticas, fue nada menos que la flamante, simpática, conciliadora y capaz, directora de Comunicación Universitaria Norma Trujillo.

Sabemos  De Primera Mano, que esa fue una de las múltiples causas por las que esa Ley nació muerta.

Hoy, la solución para evitar continuar con el atropello a la Universidad Veracruzana, sí está  en manos del Congreso.

 

¡Qué barbaridad!

deprimera. mano2020@gmail.com