Todos somos Sarah Landa

/ Yamiri Rodríguez Madrid /

Lo que pasó hace unos días con la compañera periodista Sarah Landa es inadmisible, pero es también la muestra clara de que gobiernos van y vienen, de todos los colores, y los periodistas somos siempre los más vulnerables, a los que nos insultan, atacan y hasta matan, por incomodar con nuestro trabajo a los que están en la silla en turno.

Cuitláhuac García Jiménez no es el primero ni el único gobernador que ha tenido un ataque frontal contra un periodista, pero no por eso su actitud debe tolerarse. Hay varias cosas que no deben olvidarse: México es uno de los países más peligrosos en el mundo para ejercer el periodismo; Veracruz es líder en asesinato y agresiones a las y los reporteros. En este 2022, cinco comunicadores han sido asesinados en territorio nacional, y eso que no llevamos ni dos meses del año; uno de ellos de Veracruz.

La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) tiene registro en 11 años, de 3,419 investigaciones por agresiones a periodistas y comunicadores en todo el país, aunque en menos del 1 por ciento se ha hecho justicia real, de acuerdo con las cifras oficiales. Peor aún es que de 94 asesinatos a integrantes del gremio, hasta el año pasado sólo había 6 sentencias.

Quinto punto son los múltiples estudios que revelan que la mayoría de las agresiones a periodistas provienen de las autoridades; el crimen organizado está en un segundo lugar.

Y sexto, pero no menos importante, es el hecho de que quien entra a la política debe tener el cuero para las críticas y los cuestionamientos que se dan siempre en el marco del respeto; perder la paciencia, explotar por insignificancias.

Ahí están como testigos fieles las transmisiones en vivo de las conferencias del Gobernador de Veracruz, quien cuando una pregunta no le gusta, le incomoda, increpa al periodista si está en ese bando contrario.

Los periodistas no somos activistas, no al menos los serios; no tomamos partido por un grupo u otro; nuestro trabajo es informar, narrar lo que sucede, pero eso cómo les ha costado entenderlo a nuestros gobernantes. Mi solidaridad con Sarah Landa.

@YamiriRodriguez