**CAFÉ DE MAÑANA .
/ Por José Luis Enríquez Ambell /
La sociedad en su conjunto habremos de coincidir que la transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas son una trilogía que engrana derechos ciudadanos en el combate a la opacidad en el ejercicio de los recursos públicos.
Los poderes de la unión; El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial, junto con los órganos autónomos y todo ente de la república, estados y municipios están frente a la exigencia ciudadana para explicar lo que ejercen en las obras, los servicios y las acciones, pero también que declaren su situación y los bienes patrimoniales que poseen, producto no solo del universo de servidores públicos, y que de una u otra forma tienen en sus manos “el presupuesto del pueblo”.
Hablar de transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas se concatena al combate y erradicación de la corrupción, atajando para reprimir y castigar -en su caso- a gobernantes y servidores públicos que omiten utilizar todos los recursos que corresponde a la población gobernada.
Me niego a creer que la corrupción está en el ADN de los servidores públicos y la población abierta, eso es falso.
Lo que sí creo, es que resulta positivo el promover por todas las vías que cada vez el universo de recursos públicos y la comunidad que integra las instituciones – deben y debemos llevar a cabo – las más profundas transformaciones en los procesos de compras y obra pública que realiza en sector gobierno.
La transformación institucional no debe verse en términos de un ahorro nada más, sino también en todo el manejo eficiente (transparente) de los miles de millones de pesos del presupuesto, y que resulte una prevención en la lucha contra la corrupción e impunidad. Eso, nos lleva a no tener que plantarnos en la instancia correctiva, sino anticiparnos a posibles denuncias.
Lastimar la confianza es característica de los sinvergüenzas sea; al superior, a las autoridades, a las instituciones o a la sociedad. De ahí la importancia de hacer fuerte al INAI en lo federal y el IVAI en lo estatal en Veracruz, como a los Órganos Internos de Control (OIC) en todas las instituciones y niveles de gobierno, y que permite que incluso los ciudadanos libremente señalen y procedan a las denuncias y tratar que los actos no queden impunes.
En estos tiempos se habla de actos y acciones irregulares de un poder u otro, de algunos servidores públicos sea en lo municipal, estatal o federal, pero esto demanda que los tres Poderes de la Unión y los tres órdenes de Gobierno trabajen en conjunto, pues se habla de la justicia y la legalidad, pero peleando es más que imposible lograrlo.
“La corrupción y la impunidad” rebasan las fronteras, lo vemos con temas de migración y las drogas – como ejemplo – de ahí que será mejor unir fuerzas para que esos dolorosos males en México se agoten.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
El trabajo colaborativo de la Secretaria de la Función Pública (SFP), la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y con la Comisión de Vigilancia del Poder Legislativo del H. Congreso de la Unión, así como en Veracruz, entre la Contraloría General (CGE), Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) y el Congreso del Estado son la ruta del mejoramiento de la fiscalización, descubrir y combatir la corrupción, pero desde la prevención.
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
Las Contralorias Internas de los Órganos Autónomos en Veracruz – incluyendo a la Universidad Veracruzana – no están exentas de las tareas a las que nos referimos; su rol en el control y la vigilancia suman y mucho a la confianza ciudadana y de las instituciones.
DE SOBREMESA
Hasta la Contraloria Social (en donde participa la ciudadania organizada) en coordinación con las dependencias y entidades públicas, además de sumar ojos y voluntades, ayudaría ha impulsar y crear una “cultura educativa”, y hasta el sector comunitario (pueblos originarios), así como, afrodescendientes se deben incorporar, pues sus aportaciones se requieren y también cuentan.
UN LECHERO LIGHT DIVORCIADO
Se prevee un fin de semana movido en materia de transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas.
¡ ES CUANTO !
