*Escrito por Wendy Rayón Garay .
26.06.2025 /CimacNoticias.com/ Ciudad de México.- De acuerdo con el último informe ‘WeCount’ de la Sociedad de Planificación Familiar (SFP por sus siglas en inglés), las mujeres en Estados Unidos han recurrido a la telesalud como una fuente para acceder al aborto, siendo que varios estados del país cuentan con restricciones totales o parciales que les impide mantener sus derechos sexuales y reproductivos tras la Ley Dobbs en 2022.
Las mujeres han tenido que buscar soluciones para interrumpir su embarazo ante las restricciones del Estado. Por ello, el informe de SFP reveló el uso de telesalud, es decir, la prestación de salud médica a distancia a través de internet y que implica el envió por correo de pastillas abortivas con medicamentos.
Hay que recordar que el 24 de junio, el Tribunal Supremo de Estados Unidos anuló el fallo Roe contra Wade, lo que puso fin al derecho constitucional a la interrupción legal del embarazo en el país. Con esto, se preveían graves afectaciones a los derechos sexuales y reproductivos de millones de mujeres.
Hay que recordar que Roe contra Wade fue un parteaguas para dejar de criminalizar la interrupción del embarazo en Estados Unidos. Este caso se dio en 1973, cuando Jane Roe –alias legal de Norma McCorvey–, una mujer de Texas, quiso detener su embarazo de manera segura y legal. Tras diversos alegatos, la corte decidió reconocer por primera vez que el derecho constitucional a la privacidad “es lo suficientemente amplio como para incluir la decisión de una mujer de interrumpir o no su embarazo”. Fue así como Roe fue reconocida por impulsar el caso que permitió legalizar el aborto en el país norteamericano.
Siguiendo los datos de SFP, el número de aborto en Estados Unidos desde noviembre de 2022 aumentó gradualmente hasta diciembre de 2024. De esta manera, la cifra final se colocó en 1.14 millones alcanzando la mayor cantidad en el país en los últimos años. El total mensual alcanzó su punto máximo en enero de 2024, superando los 102 mil abortos en un solo mes.
Por año, el número promedio mensual de abortos aumentó cada año: en 2022 fue de 79 mil 600, en 2023 alcanzó los 88 mil y en 2024 los 95 mil 200. Esto tomando en cuenta que en 2022 se comenzó a contar desde el mes de abril, ya que los meses de enero, febrero y marzo fueron anteriores a la Ley Dobbs que promulgó las prohibiciones del aborto.

De esta manera, 1 de cada 4 abortos se realizó mediante este mecanismo, aumentando del 5% en abril al junio de 2022 al 25% a fines de diciembre de 2024. Además, varía la proporción de abortos proporcionados a través de telesalud varió según el estado siendo Delaware (40%), Montana (37%), Nevada (34%), Colorado (31%) y Hawaii (30%) en donde más se recurre.
Los abortos proporcionados por clínicas exclusivamente virtuales, que funcionan solo en línea y no tienen una clínica física, en los estados que permiten el aborto y el aborto por telesalud han proporcionado un número cada vez mayor de abortos desde 2022. Por otro lado, la atención del aborto en persona, que incluye tanto los abortos con procedimientos como las pastillas abortivas con medicamentos dispensadas en persona, disminuyó, aunque no significativamente.

Asimismo, los abortos proporcionados bajo leyes de protección han aumentado desde que la telesalud se volvió disponible. Esto implica el envío por correo de pastillas abortivas con medicamentos a personas en estados con restricciones de telesalud, prohibiciones de seis semanas o prohibiciones totales del aborto. Esto fue posible desde que los proveedores comenzaron a ofrecer abortos bajo estas leyes en julio de 2023.
Parte del aumento en los estados con prohibiciones de seis semanas se debe al cambio de categoría de los estados, cuando pasaron de tener restricciones de telesalud a tener prohibiciones de seis semanas durante este período. Para diciembre de 2024, los abortos proporcionados bajo las leyes de protección ascendieron a casi 14 mil ese mes.

Siguiendo el informe, al desagregar los abortos presenciales y telesalud, y resumir la situación legal en los estados en 2024, se observaron marcadas diferencias
en la modalidad de prestación, con una mayor proporción de abortos por telesalud en cada categoría de restricción:
- En los estados donde se permitían el aborto y la telesalud, en promedio, el 15% de los abortos se realizaban por telesalud cada mes.
- En los estados donde el aborto estaba permitido pero la telesalud estaba restringida, en promedio, el 16% de los abortos se realizaban por telesalud cada mes.
- En los estados con prohibiciones de seis semanas de embarazo, en promedio, el 28% de los abortos se realizaban por telesalud cada mes.
- En los estados donde el aborto estaba totalmente prohibido, hubo un promedio mensual de solo 30 abortos presenciales, bajo las llamadas excepciones, y más del 99% de los abortos se realizaban por telesalud.
- En 2024, el promedio mensual de abortos realizados bajo leyes de protección fue de aproximadamente 10 mil al mes.
- Los abortos realizados bajo leyes de protección representaron el 49% de todos los abortos realizados por telesalud en 2024.
Estas cifras muestran que cuando el aborto está legalmente restringido o no, la probabilidad de que una mujer se realice este procedimiento es la misma. Su prohibición no se traduce en menos abortos y más natalidad. En cambio, penalizarlo conlleva a abortos inseguros y peligrosos que causan morbilidad o mortalidad al no contar con proveedores calificados y condiciones higiénicas adecuadas.
Restricción al aborto en Estados Unidos, un paso hacia atrás para las mujeres
En 1973, la Corte Suprema de los Estados Unidos emitió un fallo histórico en el caso Roe vs. Wade, el cual transformó radicalmente el acceso al aborto en ese país. El caso fue presentado por Norma McCorvey, bajo el seudónimo legal de Jane Roe, una mujer soltera que intentó acceder a un aborto en Texas, donde la ley estatal lo prohibía salvo en casos donde la vida de la madre estuviera en peligro. El fiscal de distrito del condado de Dallas, Henry Wade, defendía la legislación restrictiva, lo que llevó a una batalla legal que se extendió durante varios años.
El caso fue apelado hasta llegar a la Corte Suprema, donde se argumentó que la prohibición del aborto violaba el derecho constitucional a la privacidad, protegido por la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. El 22 de enero de 1973, con una votación de 7 a 2, la Corte falló a favor de Roe, determinando que el derecho al aborto era parte del derecho más amplio a la privacidad personal.
Este fallo no sólo legalizó el aborto en todo el país, sino que también estableció un marco legal para regularlo, dividiendo el embarazo en trimestres. En el primer trimestre, el aborto debía estar completamente despenalizado; en el segundo, los estados podían imponer regulaciones razonables relacionadas con la salud de la madre; y en el tercero, los estados podían restringir o prohibir el aborto, salvo cuando la vida o la salud de la mujer estuvieran en riesgo.
La decisión fue un parteaguas en la historia de los derechos reproductivos y sentó jurisprudencia para más de 30 casos relacionados que se resolvieron en las décadas siguientes. Además, impulsó la creación de una infraestructura de servicios médicos seguros, legales y accesibles, reduciendo drásticamente las muertes y complicaciones por abortos clandestinos. También fortaleció movimientos feministas y de derechos civiles que luchaban por la autonomía corporal y la igualdad de género.
Sin embargo, desde sus inicios, Roe vs. Wade fue un tema polarizante en la política y la sociedad estadounidense, siendo objeto de múltiples intentos de debilitamiento legislativo y judicial por parte de sectores conservadores y grupos religiosos. A lo largo de los años, distintos estados impusieron restricciones cada vez más estrictas, como periodos de espera obligatorios, consejería forzada, o requerimientos para que clínicas cumplieran con estándares hospitalarios imposibles de alcanzar.
Finalmente, en junio de 2022, casi 50 años después del fallo original, la Corte Suprema anuló Roe vs. Wade mediante el caso Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization. Esta decisión eliminó el reconocimiento federal del derecho al aborto y devolvió a los estados la potestad de legislar sobre el tema. Como resultado, más de la mitad de los estados adoptaron leyes que restringen o prohíben casi totalmente el aborto, incluso en casos de violación o incesto.
Esta revocación no sólo marcó un retroceso sin precedentes en los derechos reproductivos, sino que también generó una crisis sanitaria y legal para millones de mujeres, especialmente aquellas en condiciones de pobreza, sin acceso a transporte o atención médica adecuada, y pertenecientes a comunidades históricamente marginadas, como las afroamericanas, latinas e indígenas.
La arremetida de la ultraderecha
Esta decisión no se da en un contexto aislado, sino en el regreso de la ultraderecha en varias partes del mundo, siendo Estados Unidos una nación representativa. Esta ideología defiende una visión conservadora y promueve políticas que limitan derechos individuales a favor de un orden tradicional basado en la identidad nacional, la religión y la autoridad de Estado. Entre sus principales características se identifica el ultraliberalismo, ultraconservadurismo, patriotismo, racismo, xenofobia, negación al cambio climático y sobre todo su oposición a ideologías progresistas como los derechos de las mujeres.
Radiografía de la derecha conservadora en el mundo. En Alemania avanzó – cimacnoticias.com.mx
Se trata de una resistencia al cambio civilizatorio en donde hay mayor conciencia sobre los derechos humanos, el racismo, el clasismo y la violencia contra las mujeres. Es gracias a ese miedo ante el nuevo orden, en el cual se encuentran los avances de las mujeres, que resurge la ultraderecha para buscar regresar a «las buenas costumbres» rompiendo con las hegemonías que por muchos años gobernaron a la sociedad.
La ultraderecha podría incidir en la vida de miles de mujeres. Comenzando con el regreso de las narrativas sobre la «buena esposa» o las «tradwife«, se trata de mujeres que creen en las dinámicas de género donde el hombre es proveedor y la mujer cuidadora. Además, aceptan “el orden natural” para cumplir con los roles de género y la feminidad, se preocupan por la familia, su valor no reside en la producción de ingresos monetarios y ayudan a administrar los recursos materiales y económicos.
Desde esta perspectiva de la ultraderecha, se pierde las autonomías en la vida de las mujeres como la corporal desde donde reside el derecho a decidir sobre sus cuerpos o incluso la autonomía económica para que ellas estudien, se profesionalicen y se integren al mercado laboral para generar sus propios recursos y no depender de otros, generalmente los hombres.
En este contexto, la negación de derechos es parte de una estrategia ideológica que busca preservar un modelo de sociedad jerárquico y desigual. Al limitar los derechos sexuales, reproductivos, económicos y educativos de las mujeres, la extrema derecha apunta a restablecer un orden tradicional donde los roles de género: el hombre como proveedor y figura de autoridad, y la mujer como cuidadora y figura subordinada en el ámbito privado.