Tras tres años en la cárcel Aurelia finalmente fue absuelta de acusaciones de la Fiscalía de Guerrero .

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21.12.2022. Guerrero.- Aurelia García Cruceño fue absuelta del delito de presunto homicidio en razón de parentesco que la mantuvo recluida en la cárcel de Iguala, Guerrero, los últimos tres años de su vida por haber presentado un aborto involuntario.

La jueza Mariela Alfaro Zapata dictó la sentencia absolutoria y ordenó la liberación inmediata de la joven debido a que “no se habían configurado los elementos suficientes” para acreditar el delito “en el extremo” en que señaló la Fiscalía de Guerrero, conocida por juzgar sin perspectiva de género.

Aurelia es originaria de la comunidad nahua de Xochicalco, municipio de Chilapa de Álvarez donde fue agredida sexualmente por el comisario, violencia que permanece en la impunidad y que dieron origen a un embarazo no deseado que culminó en un parto fortuito, es decir, un aborto involuntario.

No obstante, las agravantes del delito y los indicios médicos que fue un aborto espontáneo, las autoridades de Guerrero acusaron que Aurelia se provocó el aborto y debido a que es una mujer joven indígena determinaron que su condición no garantizaba que acudiera a las audiencias del proceso, por lo que se le dictó prisión preventiva y fue recluida en el penal de Iguala.

La joven indígena fue sometida a un largo proceso en la cárcel y tras tres años sin sentencia y diversas manifestaciones organizadas por la Red Guerrerense por los Derechos de las Mujeres, Aurelia fue finalmente liberada.

Familia, su defensa legal Ximena Ugarte Trangay, del Instituto Mexicano de Derechos Humanos y Democracia, feministas y activistas la recibieron con consignas y aplausos.

“Aurelia, hermana, aquí está tu manada”. En una breve entrevista, la joven nahua dijo que durante los años que pasó en la cárcel se sentía triste por no poder a su familia, pero “me hice fuerte para poder salir adelante”.

la joven indígena acusada injustamente reveló que en la cárcel conoció+o a otras mujeres que, al igual que ella, la Fiscalía de Guerrero acusa por parto fortuito, por lo que espera que las autoridades analicen todos los casos para que las víctimas sean liberadas.

En su lengua materna dijo a las mujeres que protestaron para exigir su libertad: “Ya salí, muchas gracias a las que me ayudaron. Gracias que vieron por mí”.

Guerrero se caracteriza por ser uno de los estados con mayores violencias contra niñas, adolescentes y mujeres. A las niñas y adolescentes, las venden y esclavizan en matrimonios infantiles a cambios de animales o insumos de alcohol como cervezas, sin que la Fiscalía de Guerrero frene tales atropellos a los derechos humanos de ella.

Alguna niña o adolescente que escape de la garras de sus opresores son encarceladas en la localidad bajo el régimen de usos y costumbres donde los derechos de las mujeres y niñas no existen, cárcel incluyendo a sus hermanitas, niñas entre 3 y 10 años, un hechos oprobioso que ha merecido la condena de la comunidad internacional pues los hechos transcurren ante la normalización de gobiernos y sociedad mexicana.

El 17 de mayo, Guerrero se convirtió en el octavo estado en despenalizar el aborto después de más de 15 años de lucha desde diferentes ámbitos donde sin duda representó un gran avance para los derechos de las mujeres.

No obstante, el acceso al aborto en la entidad incluye otros aspectos como el racismo estructural y la violencia que impacta de manera diferenciada a mujeres indígenas y afrodescendientes de estas comunidades.

La vida de las mujeres y niñas guerrerense transcurre entre violencias e injusticias, discriminación y criminalización, en una de las entidades más afectadas por múltiples violencias en el país y violación a sus derechos humanos.