Acta Pública.
Claudia Rodríguez.
Cuando los Gobiernos del Revolucionario Institucional y de Acción Nacional en el Poder Ejecutivo federal, iniciaron con sus políticas populistas y asistencialistas; la controversia de estas acciones para reducir el número de pobres en el país no se hizo esperar, pues no faltaron los que con argumentos señalaron que el dar, así sin más, en lugar de proporcionar las vías de producción y desarrollo, ni “enseñar al hombre a pescar”; lo único que provocaba era aceitar la máquina de la pobreza y aumentarla.
Por décadas –o sexenios–, la triada marginación-asistencialismo-clientelismo, ha trabajado perfectamente en favor de quienes la provocan y todo, gracias a la “venta” de programas gobiernistas que se presentan con fantásticas dádivas hacia los que menos tienen o incluso ya, hasta la asistencia universal.
¿De dónde salen esos recursos? Sobre todo, de los ingresos coactivos, voluntarios, los excedentes petroleros y hasta la deuda pública. Es decir que la gran mayoría de los mexicanos aportamos para el gasto público que luego el Congreso y el mismo presidente de México, deciden cómo gastarlo.
¿La partido pública?
Hay algo que aún ahora no es transparente, y quizá tampoco justo, que debido a la ya aprobada Ley de Austeridad, los llamados ahorros, vayan por la misma vía asistencialista a quienes se clasifica como los más desposeídos.
Se habló de la partida secreta, de la que el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que no será tal y que estará supervisada y transparentada hasta el último centavo, seguramente por la Secretaría de la Función Pública (SFP); lo que no quedó muy claro, es si esta vez, estos ahorros que se antojan ya considerables hablando en pesos, tampoco serán discrecionales, es decir, no sólo los manejará el mandatario federal.
Sería tan incorrecto hoy como antes, que la hoy al parecer partid pública en vez de secreta, de cualquier forma se erogue sin planeación ni estrategia, y en donde no exista participación al menos de voz, de la oposición partidaria que, aunque sigue teniendo fieles manifestantes, no es capaz de levantarse del pasmo, luego de su derrota ofensiva en las elecciones federales.
Dinero corriente
Ya se ha comenzado a conocer y hasta ver, la repartición de dinero líquido a la sombra de programas sociales para diferentes grupos de la población, no sólo en los estratos de pobreza.
Está probado ya que la inversión en infraestructura, educación y empleo son la llave de salida, aunque la puerta se habrá lento a un desarrollo decoroso para lo cual se requiere a la vez, el golpe certero para inhibir a la delincuencia de todo nivel y tipo.
Entregar dinero siempre lo agradecerá el beneficiario. ¿Así de clara será ahora la compra de conciencias y sufragios?
Acta Divina… El presidente Andrés Manuel López Obrador, aseguró que buscará la manera de trasladar a la Secretaría de Hacienda la facultad de decidir cómo aplicar los recursos producto de los ahorros.
Para advertir… Hasta ahora en manos del mandatario federal y los programas asistencialistas ya se presumen.
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