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12.06.2025. Washington, EUA.- El Presidente Donald Trump dijo este jueves que no se puede deportar a personas que llevan 25 años trabajando en una granja “y que los granjeros aman”, reconoce que eso los está afectando y va a hacer algo al respecto de la fuerza de trabajo que EUA está perdiendo.
Comentario que se extendió a empleados de Hoteles, Restaurantes y del entretenimiento, pues le reclamaron que su personal están abandonando los empleos ante la política agresiva migratoria del magnate.
Sin detallar los “cambios” que implementaría Trump admitió en una publicación en su red social, Truth Social, que los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) no solo han arrestado a personas con antecedentes penales, como prometió el presidente durante su campaña a la Casa Blanca.
“Nuestros agricultores y trabajadores del sector hotelero y del ocio han estado relatando que nuestra agresiva política migratoria les está quitando excelentes trabajadores con muchos años de experiencia, y que esos empleados son casi imposibles de reemplazar”, refirió el presidente de EU.
“Debemos proteger a nuestros agricultores, pero sacar a los criminales de EE.UU. ¡Se avecinan cambios!”, añadió el mandatario.
“Muchos trabajadores se están alejando durante mucho tiempo de sus puestos de trabajo y son casi imposibles de reemplazar”, escribió en su mensaje.
“En muchos casos los criminales permitidos en nuestro país por la muy estúpida política de fronteras abiertas de (Joe) Biden están solicitando esos puestos de trabajo. Esto no es bueno”, abundó
Anteriormente el presidente estadounidense ha declarado con insistencia que los inmigrantes, debido a las políticas fronterizas laxas, están reemplazando a los agricultores y trabajadores de la hostelería estadounidense, algunos de los cuales son delincuentes.
Sin embargo, según Grok y los propios propietarios de granjas, hoteles y restaurantes la evidencia muestra que los inmigrantes desempeñan funciones vitales en estos sectores, y el 66% de los trabajadores agrícolas son extranjeros, a menudo en empleos que los estadounidenses evitan.
Los estudios indican que los inmigrantes, incluidos los indocumentados, tienen tasas de delincuencia más bajas que los ciudadanos nativos de EEUU, lo que contradice la afirmación sobre la delincuencia.
Si bien existe la preocupación por la pérdida de empleos, los inmigrantes impulsan la economía, y las políticas restrictivas podrían aumentar los costos y perturbar las industrias.