Un 2023 para recordar .

* La Encerrona

/Adriana Sarur /

El año que se termina ya se siente a los años previos a la Covid-19, quedan pocos restos de observar a las personas con cubreboca y realizando sus actividades. Observamos hace unos días que negocios que fueron altamente redituables durante los años 2020-2022 como WeWork o zoom se han declarado en quiebra o se han estabilizado en su balanza comercial, respectivamente.

Asimismo, ya vemos que podemos encontrar las, hasta hace solo unos meses tan ansiadas vacunas, en farmacias de nuestra elección y de los laboratorios de nuestra preferencia. Parecería que la pandemia ha quedado solo como un triste recuerdo. Ojalá que así sea.

En la arena internacional, este 2023 sigue estando marcado por la guerra de Rusia y Ucrania, batalla que no parece tener rumbo para su final, escasez de productos agrícolas en la región y, además el estallamiento del conflicto palestino-israelí, que si bien es añejo, se azuzó con el ataque perpetrado por el grupo terrorista palestino, Hamas, hacia la población de Israel y, la respuesta de dimensiones históricas, de este hacia la persecución y aniquilamiento de Hamas como respuesta del ejercito israelí. Otro conflicto armado que no verá su fin próximamente, más allá de que nos encontremos en periodo de tregua, volverá con mayor vehemencia.

Respecto a lo electoral, este año que está por concluir nos deja grandes aprendizajes como el regreso de Lula da Silva en Brasil, los comicios extraordinarios en Ecuador o el revés de Boric en el tema de la Constitución. Sin embargo lo que mayor impacto tuvo en esta materia fue la elección de Javier Milei en Argentina, situación impensable todavía a mediados de año y que a partir del 10 de diciembre la pesadilla se volvió realidad para el pueblo patagónico.

Milei en tan solo unos días ha mostrado que una mala decisión colectiva puede llevar al precipicio a toda una nación, que aquellos que se autodenominan “outsiders” y “no políticos” fuera de ser la solución, son un cáncer que hay que erradicar de raíz.

En nuestras latitudes, también la arena electoral ha invadido el territorio nacional, pues fuera de todo tiempo establecido por las leyes electorales, acuñamos a las corcholatas como una acepción nueva para esta palabra y que decantó en lo que todas y todos sabíamos de antemano, es Claudia.

También pudimos observar la efervescencia del “efecto X”, atribuido a Xóchitl Gálvez, quien subió como la espuma mostrando que la oposición tiene presencia, pero que de igual forma se ha desvanecido. Y qué decir de “el nuevo”, Samuel García, con su candidatura presidencial que solo duró diez días y se fue sin dejar rastro, solo dejando a su paso un periodo de ingobernabilidad en su estado natal.

Así, este 2023 ha llegado a su fin, pero nos espera un 2024 con esperanzas renovadoras y con muchos más temas en el ámbito público, mismas que estaré abordando y compartiendo con todas y todos ustedes. Eso sí, recuerde tener su paciencia igual de renovada para soportar un año electoral, todos sus spots en la pantalla de su preferencia y escuchar y ver hasta en la sopa a las candidatas presidenciales (y, al candidato naranja), a los y las candidatas a gobernador (en el caso de su entidad federativa) y a todas y todos aquellos personajes que quieren ocupar una curul.

Nos leemos el próximo año. ¡Felices fiestas!