Un año de la Legislatura Local .

*

/ Yamiri Rodríguez Madrid /

Este miércoles 5 de noviembre, la LXVII Legislatura veracruzana cumplirá su primer año en funciones, en medio de claroscuros, empezando por el hecho de que, de 50 integrantes, con los dedos de las manos nos alcanza para enumerar a los que han hecho un trabajo rescatable; del resto o de plano no sabemos nada o son “célebres” solo por pifias, escándalos y alharaca. Revisemos.

Llegando llegando a la curul un puñado arrancó con la mentalidad de brincarle inmediatamente a otro cargo donde sí pudieran manejar presupuesto: las presidencias municipales. Unos tuvieron éxito y el primero de enero comenzarán a despachar en algún ayuntamiento y otros, derrotados, sin premio de consolación, tuvieron que regresar a su curul y no han hecho gran cosa, de la pura desilusión ni una vuelta por su distrito se han dado desde junio.

Otro tanto son mucho ruido y pocas nueces, pues buscan el reflector mediático, pero no hay equilibrio con el trabajo legislativo individual; muchos flotan con la inercia que llevan en conjunto. De acuerdo con sus propias estadísticas legislativas, de noviembre de 2024 al pasado agosto, se celebraron 49 sesiones en total, integrando trabajos de los periodos ordinarios, recesos, sesiones extraordinarias y una sesión solemne. En ese lapso, las diputadas y los diputados presentaron 92 iniciativas con proyecto de decreto y 10 con proyecto de ley, además de mantener un ritmo alto de deliberación en el pleno con 422 intervenciones registradas.

El trabajo dictaminador fue particularmente intenso: se aprobaron 218 dictámenes con proyecto de ley, 20 con proyecto de decreto y 245 con proyecto de acuerdo. También se impulsó la producción de acuerdos y posicionamientos con 29 puntos de acuerdo, 64 anteproyectos de punto de acuerdo y 35 pronunciamientos. En paralelo, el Congreso recibió 895 comunicaciones; la mayor parte se canalizó al proceso legislativo (678 turnadas a comisiones), mientras que 77 se aprobaron por obvia resolución y en 111 casos la Asamblea se dio por enterada.

Por periodos, el primer periodo ordinario (5 de noviembre de 2024 al 31 de enero) concentró el mayor volumen de dictámenes con proyecto de ley, con 216, además de 22 sesiones, 33 iniciativas de decreto y 5 de ley, 188 intervenciones y 208 comunicaciones. En el primer receso (febrero–marzo), la Diputación Permanente llevó a cabo 6 sesiones, con 15 iniciativas de decreto y 1 de ley, 37 dictámenes de acuerdo, 24 intervenciones y 242 comunicaciones; en este tramo se celebraron además 4 sesiones extraordinarias y 1 solemne, con recepción de 5 minutas del Congreso de la Unión, 1 dictamen de decreto y 1 de acuerdo.

El segundo periodo ordinario (abril–junio) sumó 10 sesiones, 26 iniciativas de decreto y 2 de ley —todas enviadas por el Ejecutivo—, con 2 dictámenes con proyecto de ley, 9 de decreto y 109 de acuerdo, además de 142 intervenciones y 262 comunicaciones. Finalmente, en el segundo receso (26 de junio al 29 de agosto) se realizaron 6 sesiones —incluida la solemne de instalación—, con 18 iniciativas de decreto y 2 de ley, 39 dictámenes de acuerdo, 36 intervenciones y 172 comunicaciones.

En conjunto, los datos muestran un año legislativo con alta productividad, aunque insisto, no todos trabajan parejo. Otra cosa que destacar que ninguna otra legislatura veracruzana ha hecho es la empatía con los damnificados: no solo donaron un mes de salario, sino que han estado de manera constante en la zona siniestrada, llevando apoyos.
Así, han terminado el primero de tres años.

@YamiriRodriguez