* La Prensa cumple la función democrática de ser contrapeso y equilibrio frente al poder. Los medios y el periodismo no son un acompañamiento complaciente o acrítico, sostienen.
* López Obrador conoce el poder de las palabras y más cuando se trata de la palabra presidencial, asegura.
Redacción
Cdmx., 5 mayo 2019.- La prensa debe ser libre sentencia la Arquidiócesis Primada de México al Presidente Andrés Manuel López Obrador, a quien le pide no impulsar campañas de odio contra las y los periodistas.
“Templanza, prudencia y paciencia. En la medida que el presidente se serene, podrá con mayor rapidez reconciliar a México, como lo ha prometido”, sentencia la iglesia católica.
Desde el semanario “Desde la fe” la iglesia católica afirma que se necesita a la prensa libre, “Para entender el mundo y el momento que nos tocó vivir y hacer lo correcto para mejorarlos”
En su órgano de comunicación asegura que las redes sociales son hoy herramientas útiles para los ciudadanos, para informarse, para expresarse, pero los medios de comunicación y el periodismo profesional, tienen una labor especializada: informan y cumplen la función democrática de ser contrapeso y equilibrio frente al poder. Los medios y el periodismo no son un acompañamiento complaciente o acrítico.
“Hemos visto con preocupación cómo el presidente Andrés Manuel López Obrador se ha referido a la prensa —y en especial a un periódico— como sus enemigos y los ha hecho blanco de sus ataques en sus conferencias mañaneras”.
Abunda el texto en la libertad del presidente de decir lo que piensa y si es necesario, ejercer su derecho a réplica. S”i por algo está hoy en Palacio Nacional es porque ha planteado una historia y una interpretación de la realidad nacional que convenció a quienes votaron por él”.
“López Obrador conoce el poder de las palabras y más cuando se trata de la palabra presidencial. Por eso mismo está obligado a hacer acopio de prudencia, pues quien ataca a la prensa no es un ciudadano común, sino el presidente de la República que debe representar a todos y evitar las funestas consecuencias del repudio a la prensa libre y crítica”.
La iglesia advierte que las palabras presidenciales pueden derivar en la desacreditación de la labor periodística, o peor aún, en el odio colectivo hacia los medios de comunicación, solo por el simple hecho de no estar en línea con su pensamiento o por analizar, criticar y cuestionar sus decisiones.
“Las amenazas de muerte en contra del director del diario Reforma, Juan Pardinas, no son casualidad, no pueden mirarse ajenas a un discurso presidencial de reproche y descalificación hacia un medio de comunicación”.
En el texto acota la aseveración anterior al referir que “De ninguna manera se puede decir que el Presidente haya ordenado una agresión, pero tampoco se puede negar que es de su enojo de donde abrevan algunos de sus seguidores”.