Una bomba de tiempo llamada Sanjuana.

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/ Claudio Ochoa Huerta

¿Por qué van a liquidar Notimex?, pregunté a distintas fuentes involucradas en el proceso. La respuesta coincidió: Porque en el gobierno no supieron/supimos cómo resolver las corruptelas de la dirección general, encabezada por Sanjuana Martínez.

Hasta antes de este jueves 13 de abril, en lo público y en lo privado, varios personajes de alto rango en la presidencia de la República aseguraban que la agencia de noticias no cerraría. Entre esas voces estaban el vocero Jesús Ramírez Cuevas y otros negociadores que ya no forman parte del gabinete actual oficialmente.

La lista de presuntos delitos cometidos por la administración de Sanjuana Martínez es larga: uso indebido de recursos públicos, un creciente pasivo laboral, demandas por incumplimiento de contratos con proveedores, pagos de rentas no realizados y hasta lo que podría calificar como secuestro.

Cuando las banderas rojinegras aparecieron en las instalaciones de Notimex, Martínez ordenó el cierre de la agencia por dentro, con cadenas y candados, y ordenó a directivos no salir del edificio para no perder el control. Hubo casos como el del director editorial Agustín Lozano, que pasó ahí más de 20 días, mientras le llevaban comida y ropa para sobrevivir. O el de Debanhi Alejandra Tienda Coronado, exdirectora de comercialización, quien sostuvo duras peleas con Lozano, en medio de la desesperación que significaba acatar la instrucción de la directora general.

A Sanjuana Martínez también se le revirtió un viejo asunto personal. En julio de 2012, fue detenida en Nuevo León, por una disputa legal con su exesposo, el juez español Carlos Castresana Fernández. Sólo pasó 24 horas en prisión porque el asunto era de la rama civil y estaba centrado en la custodia de los hijos de la pareja.

Hace unos meses, su exesposo comenzó a moverse en las entrañas de Notimex para tratar de conseguir evidencia que demostrara que Sanjuana Martínez cobró su sueldo de más de 122 mil pesos, a pesar de la eterna huelga.

Según los relatos, él aseguraba que quería defenderse de una nueva demanda en la que Sanjuana le exigía dinero atrasado de pensión, bajo el argumento de que no estaba percibiendo ni un centavo de su sueldo por la huelga en Notimex. El juez español también aseguraba que los gastos personales de Sanjuana superaban los 200 mil pesos mensuales. Ese asunto sigue vivo.

Stent:

El general secretario Luis Cresencio Sandoval abrió la gloria de manera anticipada. El viernes santo, apareció en el lujoso hotel Vidanta, en la Riviera Maya, propiedad del empresario Daniel Chávez Morán, allegado al presidente López Obrador.

Vestido con una playera estilo hawaiana color blanco, con vivos en verde militar, pantalón beige y lentes de sol, el general secretario llegó acompañado de su esposa, más otras dos parejas no identificadas, con niños incluidos.

Un grupo de militares rodeó la zona, incomodando e intimidando a varios de los turistas, que querían averiguar quién interrumpía la tranquilidad por la que pagaron entre 650 y mil 100 dólares por noche. Una vez que la zona quedó bajo control, en las mesas del general secretario se abrieron las botellas de champagne.

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