/ Por Inocencio Yáñez Vicencio./
Con la declaración de Ricardo Monreal, pastor de los senadores morenistas, de que tuvo una revelación para llevar a su rebaño a pasar sobre normas y principios vinculantes, para aprobar más de 20 dictámenes y minutas que legalmente acaba con instituciones que venían impulsando el campo, la ciencia, la educación, significa de entrada la liquidación del Estado laico, al menos que le creamos al zacatecano que bajó del Monte del Sinaí con las nuevas tablas que le dictó su Dios e inauguremos un régimen teocrático y la separación Iglesia – Estado ya sea cosa del pasado. Pero también es muestra que la dictadura unas veces llega con un golpe militar y otras llega por revelación divina. No le digo porque crea que esas reformas de Morena con que piensan culminar la destrucción de la nación vayan a ser convalidadas por la SCJN. Con todo el escarnio que lanzarán contra sus ministros y amezas de muerte, porque seria la desaparición del poder judicial federal, por las razones que ya el constitucionalista Miguel Eraña, expuso y que yo retomo.
1.- El criterio para examinar no será la convalidación sino el de irregularidades con efecto invalidatorio. Por cuestiones de espacio doy por sabidos sus elementos.
2.- La dispensa para trámites parlamenrarios por obvia y urgente resolución conforme a los artículos 59 y 60 del Reglamento del Congreso de 1934, está vigente, que ordena que sólo admite el Fast Track, si lo deciden las dos terceras partes del Senado. La fracción morenista y sus aliados se apoyaron en los artículos 110 y 95 del Reglamento del Senado. Invocaron el 10 y11 de ambas cámaras, pero pasaron sobre el Reglamento del Congreso.
Pueden decirnos que los legisladores del partido del presidente siempre han sido sus sirvientes, lo cual no justifica el lacayismo de los morenistas, porque ellos prometieron ser distintos, pero además han convertido el poder legislativo en Comité de Aplausos del titular del Ejectivo, anulando su razón de ser como poder deliberativo, como lo llamaba el sabio Maurice Haurieu.
El caso es que prospere o no ese paquete de reformas, evidencia que Amlo, está decidido a destruir las instituciones republicanas y democráticas y que no lo detendrá nada.
Todavía estamos a tiempo de poder revertir esta dictadura, sino queremos ser tan responsables como el pueblo alemán que en enero de 1933, votó y aclamó a Hitler. Amlo tiene a los narcos, a la Guardia Nacional, a sus vándalos y sus mascotas. Nosotros tenemos el poder de elegir a un hombre o mujer que ya no nos robe, nos engañe y traicione.