/Yamiri Rodríguez Madrid/
Aunque suene romántico, la universidad, sin importar si es pública o privada, debe estar siempre al servicio de la sociedad. Si en las aulas no se forman los profesionistas que demandan los tiempos actuales, hay un divorcio social que, además, impacta también en lo económico pues reduce el campo laboral para los egresados.
Por eso es de reconocerse el programa de estudios de posgrado que presentó hace unos días la Universidad Veracruzana (UV) para ayudar a mitigar una de las principales crisis sociales que vivimos no solo en la entidad, sino en todo el país: los miles de desaparecidos y los restos que están en espera de su identificación.
El rector Martín Aguilar anunció que en febrero iniciarán las clases para la especialización en Gestión de la Identificación Humana, especialización en Arqueología Forense, especialización en Perspectiva Psicosocial en Atención a Víctimas por la Desaparición de Personas, especialización en Odontología Forense con Fines de Identificación Humana, y especialización en Antropología Física Forense; tres de ellas, por cierto, son las primeras de su tipo a nivel nacional.
Cada una de las especialidades, de acuerdo con lo expuesto por la autoridad universitaria, tendrá una duración de dos semestres, con un promedio de ocho a nueve materias que se impartirán en modalidad mixta y basadas en un enfoque de derechos humanos. Es lamentable, sin duda, que se tengan que formar especialistas en crisis forense; pero peor sería seguir careciendo de ellos ante un problema que parece no tener fin.
La convocatoria ya se ha hecho pública; ahora habrá que ver cuántos se inscriben a estos programas y que los gobiernos hagan lo que les corresponde abriendo plazas para estos profesionistas en las Comisiones Estatales de Búsqueda y en las Fiscalías para comenzar a dar un poco de luz a las familias que tienen años esperando. Ojalá se desborden las aulas para ayudar pues hay que recordar que somos el cuarto estado con el mayor número de desaparecidos; más de 6 mil personas de las que no se sabe nada.
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