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Redacción/
La vacuna experimental contra COVID-19, desarrollada por la farmacéutica AztraZeneca y la Universidad de Oxford, anuncian que su inoculación produce una respuesta inmune tanto en adultos jóvenes como en adultos mayores, alimentando la expectativa de salir de las afectaciones provocadas por el coronavirus.
“Es alentador ver que las respuestas de inmunogenicidad fueron similares entre los adultos mayores y los jóvenes y que las reacciones adversas fueron menores en los adultos mayores, donde la gravedad de la enfermedad COVID-19 es mayor”, indicó el vocero de AstraZeneca.
Abunda que dichos resultados construyen aún más el cuerpo de evidencia de la seguridad e inmunogenicidad de AZD1222, nombre técnico de la vacuna.
Los trabajos sobre la vacuna de Oxford comenzaron en enero del 2020, fue llamada AZD1222 o ChAdOx1 nCoV-19 y
AstraZeneca sin proporcionar detalles, no fijaron fecha para publicar los datos del ensayo de fase III de la etapa tardía para saber si la vacuna funciona lo suficientemente bien a gran escala para poder ser aprobada.
Se espera que la vacuna Oxford-AstraZeneca sea una de las primeras de las grandes farmacéuticas en obtener la aprobación regulatoria, junto con Pfizer y el candidato vacunal de BioTech.
Ejecutivos de la compañía, señalaron que la vacuna desencadena respuestas adversas más bajas entre las personas de la tercera edad, por lo que la noticia de que las personas mayores obtienen una respuesta inmunitaria de la vacuna es positiva porque el sistema inmunológico se debilita con la edad y las personas mayores son las que corren mayor riesgo de morir a causa del virus.
Los análisis de sangre de inmunogenicidad realizados en un subconjunto de participantes mayores se hacen eco de los datos publicados en julio que mostraron que la vacuna generó “respuestas inmunes sólidas” en un grupo de adultos sanos de entre 18 y 55 años, informó el Financial Times anteriormente.
“Necesitamos ver los datos antes de concluir que las respuestas fueron ‘similares’”, dijo Stephen Evans, profesor de farmacoepidemiología en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Además señalan que los efectos secundarios comunes de las vacunas como dolor y enrojecimiento del brazo, estaban “a menudo, pero no siempre”.
AstraZeneca ha firmado varios acuerdos de suministro y fabricación con empresas y gobiernos de todo el mundo a medida que se acerca a informar los primeros resultados de un ensayo clínico en etapa avanzada.